Boletín N°. 5791 Infancia en México necesita voluntad política para salir adelante; 55 por ciento de los menores de cinco años son pobres: Unicef
  • Expertos advierten necesidad de que gobierno invierta más en la primera infancia y legisladores aseguren buen presupuesto
  • Nuestro país está mal calificado en protección a derechos de niños; cada dos días es asesinado un menor de cuatro años
  • En Presupuesto Base Cero se debe identificar programas que no den resultados o rubros innecesarios: Coneval

 

13-07-2015.- La jefa de Políticas Públicas de Unicef México, Erika Strand, advirtió que pese a la rentabilidad de invertir en los menores de cinco años, el 55 por ciento de este sector poblacional en nuestro país sufre de pobreza, por lo que se precisa “voluntad política desde arriba” para sacar adelante a los 11.1 millones de infantes que componen el total de este grupo etario, mayor al de otros países de la región.

 

Al participar en el “Congreso Internacional Invierte Temprano: Aportaciones para el Presupuesto Base Cero”, enfatizó que los menores de cinco años son los más pobres en comparación con otros grupos etarios del país, resultado de un gasto insuficiente del gobierno en su apoyo que, además, no cubre todos los derechos ni se distribuye equitativamente.

 

En el panel “Inversiones para la Primera Infancia en México”, Strand acotó que 30 por ciento de los niños de tres a cinco años no recibe educación preescolar, ni gozan de los beneficios de los programas de gobierno. Asimismo, 1.5 millones de menores padecen desnutrición crónica, mientras que los niños indígenas tienen el doble de riesgo de morir a diferencia de quienes no lo son.

 

“Al momento de formular el Presupuesto Base Cero los futuros legisladores deben asegurar que los recortes y nuevas estructuras que se planteen no afecten a la primera infancia. Debemos invertir más y dirigir efectivamente las políticas a poblaciones en desventaja cuando se trate de reducir la pobreza”, expresó.

 

Por su parte, Julieta Guzmán Acevedo, investigadora de Mexicanos Primero, refirió que la inversión a la primera infancia en México (menores de seis años) es la más baja de los países que integran la OCDE: sólo seis mil 589 dólares por niño.

 

Lo que se destina, es menos de la mitad de lo que gasta Chile en el rubro y apenas un tercio de lo que lo hace Corea y sólo una pequeña parte de la inversión pública se destina a menores de tres años.

 

Datos de la ONG que representa, señalan que en México no se ha comprendido la importancia de esta edad para el desarrollo de las personas. A nivel internacional, nuestro país está mal calificado (con “5”) en garantizar los derechos de los niños: cada dos días, un menor de cuatro años muere por homicidio.

 

Por otra parte, uno de cada siete niños está desnutrido y uno de cada tres menores indígenas padecen esta situación; 38 por ciento de los niños menores de dos años sufren anemia, lo que afectará su desarrollo para el resto de su vida. Sólo el 14 por ciento de los niños son alimentados con leche materna, liquido rico en nutrientes e indispensable en su crecimiento.

 

Ocho de cada 10 niños son cuidados por sus madres; empero muchas de estas no tienen recursos para apoyarlos: 50 por ciento de las mamás con recién nacidos no completó su instrucción secundaria y 75 por ciento de las madres con niños menores de cuatro años, no cuenta con seguridad social.

 

Asimismo, enfatiza Mexicanos Primero, “sin registro somos invisibles”: 18 por ciento de los menores de un año no tiene registro de nacimiento, porcentaje que se eleva considerablemente en Veracruz, Morelos, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

 

Por último, subraya, no existe una instancia que coordine los esfuerzos en favor de los niños y los programas se instrumentan de manera aislada, lo que implica que no se cuenta con un hogar institucional que asegure la primera infancia.

 

En tanto, el secretario ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, aseguró que la formulación de los presupuestos de egresos no es sencilla, pues refleja el contrato social del país así como “filias y fobias”, y, como en todos los países, posee elementos políticos; sin embargo, afirmó que para el Presupuesto Base Cero se debe hacer un alto en el camino para identificar programas que no den resultados o rubros innecesarios.

 

“En esto tienen gran responsabilidad la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados. En los dos hay procesos políticos que sería muy ingenuo creer se pueden borrar, o hacer un presupuesto meramente técnico. Lo que no es ingenuo y sí una responsabilidad, es hacer un presupuesto con evidencias y razones para tener resultados concretos”, abundó.

 

Consideró menester quitar los elementos inerciales o regresivos, a la hora de formular el presupuesto y hacer a un lado los montos que sólo benefician a quienes lo aprueban. En cambio, dijo, se debe hacer énfasis en la mayoría de los mexicanos y hacer que el PEF tenga elementos medibles para identificar si está dando resultado o es necesario modificarlo.

 

“Estamos en un momento relevante para el presupuesto de los siguientes años, el tono que hagamos este año, será el tono del PEF en los años siguientes y tendrá que reflejar el contrato social que el país necesita”, concluyó.

 

En el mismo tono, Juan Ernesto Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad, indicó que la infancia es una prioridad que debe tener cada Estado, por lo que el Poder Legislativo tendrá la responsabilidad moral de apoyarla en un horizonte de austeridad.

 

Reiteró que existe más rentabilidad cuando se invierte en menores de cero a tres años, a quienes se les debe poner mayor atención, pues estos “no tienen voz ni voto”. El Congreso, añadió, debe tener en cuenta esta premisa para poder triunfar en sus políticas.

 

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