Boletín N°. 5736 | En San Lázaro, diálogo sobre cómo ha sido aplicada la Constitución de 1917 |
25-06-2015.- A menos de dos años del centenario de la promulgación de la Constitución de 1917, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados, y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), pusieron en marcha un coloquio que permitirá conocer en dónde se está y sí es necesaria una nueva Carta Magna, pero sobretodo, sí hay condiciones políticas para ello.
En la apertura del coloquio “La Constitución de 1917 y el constitucionalismo de los estados del Pacífico (centro-sur)”, el director de la División de Historia del CIDE, Luis Felipe Barrón Córdova, precisó que con este diálogo se da inicio a una profunda reflexión de cómo ha sido aplicada esta norma fundamental.
Detalló que el centenario de la Constitución de 1917 “debe ir más allá de cohetes y fiesta”, y deliberar cómo nació, cómo se escribió, a qué han respondido los procesos de reforma, para llegar a la reflexión de dónde estamos, qué es lo que podemos hacer con ella, si responde a las necesidades de la sociedad y si hay que reformarla.
Barrón Córdova argumentó que el coloquio también permite analizar a la Constitución desde los estados, pues estos han tenido contribuciones importantes al constitucionalismo nacional. Además, ayudarán a ver cómo se han tenido que adaptar a las reformas federales.
En síntesis, dijo, este intercambio de ideas permitirá tener un panorama para ver si es necesaria una nueva Constitución, si es posible y si hay condiciones políticas para hacer un Constituyente, pues diversos abogados afirman que la Carta Magna de 1917 no plantea que se pueda hacer un constituyente para reformarla.
A su vez, el director general del Cesop, Rafael Aréstegui Ruiz, subrayó que las cartas magnas son el acta de nacimiento de los países y vienen precedidas de sus procesos de conformación. Por ello, dijo, es necesario conocer qué pasó con el hecho de que los estados del pacífico sur hayan asumido la Constitución de 1917 y la hayan hecho suya en sus legislaciones locales.
Indicó que en el caso de México, esos documentos han emanado de procesos donde ha estado en disputa la independencia, la soberanía de la nación, el tipo de nación que se pretende o el pacto social que se deriva, y en el caso de la 1917, del choque de las distintas fracciones de la Revolución que plasmaron en ella sus banderas.
“A dos años del centenario de la Constitución de 1917, esperamos que este coloquio nos arroje pistas interesantes para continuar investigaciones y poder darle realce a la celebración del pacto constitucional de 1917”, afirmó.
De la Universidad Nacional Autónoma de México, la académica Josefina Mac Gregor Gárate, señaló que la Constitución de 1917 surgió en circunstancias muy críticas, pues la Carta Magna de 1857 era insuficiente para enfrentar las nuevas circunstancias económicas y sociales de México.
Para ello, expuso, fue preciso perfilar un gobierno interventor en materia económica que permitiera mejorar la situación de los mexicanos inmersos en una economía capitalista, y se abocaron a definir los derechos sociales, la educación, la tierra y el trabajo.
Sobre el sistema democrático que planteaba la Constitución de 1857, en la que la división de los poderes establecía que correspondía al Legislativo controlar al Ejecutivo, de manera muy parecida al régimen parlamentario, las cosas también cambiaron, pero para establecer un gobierno de Ejecutivo fuerte y centralizador, abundó.
Mencionó que ahora la propia ley sancionaría la preponderancia del Ejecutivo sobre los otros poderes y la preponderancia del centro sobre los estados; así, en la nueva Constitución, la de 1917, hubo rupturas pero también continuidades.
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