Boletín N°. 0921 | Diputados e investigadores analizan regulación de la marihuana frente a daños a terceros |
10-02-2016.- En el marco de las “Audiencias Públicas para las Alternativas de Regulación de la Marihuana”, diputados e investigadores plantearon establecer límites en la legalización y comercialización para uso recreativo, pues sí existen daños a terceros.
Al participar en la mesa “Regulación en relación con la responsabilidad de daños frente a terceros”, la diputada Marcela González Salas y Petricioli (PRI), consideró que criminalizar a quien usa la marihuana es un “error garrafal”.
“Tenemos claro que puede haber corrupción; esto no sólo es de los legisladores o de la ley, sino de la sociedad”.
Calificó como grave que “sea más cara la prohibición, por el número de muertos y sangre que ha corrido, que los que se han muerto por ser consumidores”.
Vidal Llerenas Morales, diputado de Morena, expresó que se han recibido denuncias de que en la Ciudad de México se están realizando examen antidoping, “situación que es violatoria a la ley y llamó a denunciar esta medida”.
En México, alrededor de 100 mil personas al año son enviadas o presentadas ante un Ministerio Público por posesión de marihuana, al grado de que hay estadísticas de la Procuraduría General de la República que hablan de consumidores, y se calcula que el 70 por ciento de las mujeres que están en las cárceles federales están por delitos federales.
“Hay una criminalización constante a consumidores de marihuana de manera masiva en México; eso se traduce en extorsiones, en encarcelamiento y violación de los derechos humanos de las personas. Cualquier propuesta que no vaya en ese sentido no está atacando el principal problema de política de drogas del país”, sostuvo.
Laura Helena Atuesta Becerra, integrante del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), señaló que se debe entender la política de drogas desde la perspectiva de las políticas públicas, considerar el tema no sólo desde la legalización y abrir el debate, pues a la fecha se desconocen los beneficios de la política prohibicionista, ya que producen costos personales y a terceros.
“Tenemos más de 40 años de prohibicionismo, pero a la fecha el consumo sigue, se ha incrementado y se ha vuelto problemático en territorios donde no lo era. Por más que tengamos o no prohibicionismo, no vamos a lograr un mundo libre drogas, lo que estamos logrando es que el consumo se incremente, los riesgos sean mayores y cada vez hay más drogas en el mercado”, afirmó.
De acuerdo con cifras no oficiales, el tamaño del mercado ilícito en México es entre 700 millones y 15 billones de dólares y, el global asciende a 320 billones de dólares. Además, se señala que México ha gastado más de 9 billones de dólares para atacar al mercado.
Atuesta Becerra mencionó que prohibir produce violencia, situación que está generando costos en la Inversión Extranjera Directa, en el crecimiento fiscal, bienestar económico, corrupción y percepción de inseguridad, producción agrícola, desplazamiento interno, vivienda deshabitada, fragmentación y evolución del crimen organizado, y diversificación de sus actividades.
Del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), Alicia Beatriz Azzolini Bincaz, expuso que es preocupante que el derecho de una persona al consumo de la marihuana, perjudique a terceros y a la sociedad. “Es inquietante la actuación de una persona bajo los efectos o influjo de la droga, así como los daños que pueden ocasionar a terceros la regulación, legalización y comercialización de la marihuana”.
En caso de regular, cuestionó, hasta dónde los antidoping no violarían los derechos de las personas; la marihuana deja rastros más allá del alcohol, y en caso de que haya una nueva reglamentación con efectos únicamente medicinales o para fines recreativos, se requiere algún tipo de norma para comercialización, uso, permisión o consumo.
Un cambio de política pública en ese sentido, no es solamente decir “ahora está permitido sino regulado”. En términos medicinales, es fundamental revisar la legislación que prohíbe en este momento cualquier tipo de importación o elaboración de medicinas con esas características; evitar la publicidad de la marihuana; prohibir la venta a menores de edad; establecer lugares de consumo y sus características; definir la cantidad que se podría adquirir y el control sobre el cultivo.
“La idea es evitar la expansión del consumo y mejorar la prevención. Es importante distinguir entre consumo personal, derecho al mismo y una política pública que está obligada a respetar ese derecho, también a regularlo y actuar en beneficio de la salud pública en general”, agregó.
Alfonso Francisco Martín del Campo Laurents, director médico e investigador principal de Pharmet S.A. de C.V. (Pharmometrica), argumentó que los usos de la marihuana son medicinal o recreativo, y su consumo disminuye la velocidad de reacción, la función cognitiva (atención y concentración) y altera las pruebas psicomotoras en un periodo de 12 y 24 horas inmediatas a su consumo.
Una forma de afectar a terceros, es que un consumidor maneje un vehículo de carga, tenga a su deber maquinaria o vaya a laborar bajo los efectos de la marihuana, como son los médicos. La marihuana no es una droga agresiva; sin embargo, se tiene que respetar a las personas que están alrededor del consumidor.
Si se legaliza la marihuana y el consumo entra a un marco de regulación, se deben fijar límites y tener algunas previsiones, porque sí puede afectar a terceros. Sugirió establecer algunas pruebas antidoping, las cuales midan el estado inmediato actual de la persona y no si consumió hace dos o tres días.
Este miércoles, en las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, también se abordarán los temas “Regulación en relación con su control sanitario” y “Regulación adecuada para la producción, distribución y comercialización de la marihuana”.
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