Boletín N°. 1611 | Diputados firman compromiso para hacer de México un país libre de humo de tabaco |
Diputados federales signaron el “Compromiso para hacer de México un País 100 por Ciento Libre de Humo de Tabaco”, para promover medidas legislativas que reduzcan el consumo de este producto, que se ha incrementado en los menores mexicanos, pues hay 80 mil niños de entre 10 y 11 años, que fuman a diario, y casi 800 mil adolescentes. La diputada Maricela Contreras Julián (PRD), organizadora del Encuentro Latinoamericano de Líderes en el Control de Tabaco, firmó el acuerdo en presencia de representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic). Se busca que los grupos parlamentarios de San Lázaro se apeguen al Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, a fin de prohibir legalmente su consumo en espacios cerrados, informar adecuadamente en las cajetillas del daño que causa, restringir la venta de cigarros sueltos, combatir el contrabando de productos apócrifos y aumentar su impuesto para disuadir la compra. Aseguró que hay voluntad para modificar la Ley General para el Control del Tabaco y para que el Poder Legislativo se sume al combate de la epidemia del tabaquismo, a través de prácticas que garanticen el derecho a la salud de la población. Añadió que existen compromisos internacionales que obligan a liberarse del humo tabaco en este año con acciones contundentes, como lo propone la OMS. “México ha avanzado, pero hay cosas muy importantes que nos quedan por hacer; hay iniciativas en el Congreso que tienen que ver con los espacios 100 por ciento libres de humo y con el tema de las cajetillas blancas de los cigarros, para que no tengan marcas y no sean un motivo de atracción”, explicó. Precisó que estas acciones están contenidas en el Convenio Marco para el Control del Tabaco. Además, dijo, la OMS ha llamado a los países para que preparen el empaquetado neutro de los productos de tabaco “y reafirmar el derecho de todas las personas al máximo nivel posible de salud”. Señaló la importancia de romper la resistencia de la industria tabacalera, que “siempre hace una labor de cabildeo muy importante, pero también tiene que pensar en la salud de la población y el dinero que se gasta” para contrarrestar sus efectos. En su intervención, la secretaria del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, Vera Luisa Da Costa, advirtió que la industria tabacalera es el principal problema que enfrentan las 179 naciones que han signado este pacto para implementar sus resoluciones y disminuir el consumo del cigarro. Las tabacaleras, explicó, expanden sus fronteras e “intimidan a los gobiernos, a la sociedad civil y a las organizaciones intergubernamentales”; además, continuó, vuelven atractivos sus productos, tanto en presentación como en sabor, para las nuevas generaciones. “Si en México mueren 60 mil personas cada año por el consumo de tabaco, la industria tiene que buscar 60 mil nuevas personas para tener sus ganancias intactas. Si en todo el mundo son seis millones de muertes anuales, entonces tiene que buscar seis millones de nuevos fumadores”, subrayó. Sostuvo que, para México, “no es un privilegio” contar con tabacaleras que hacen todo lo que pueden para evitar las reglamentaciones y que entren en vigor las disposiciones del Convenio Marco para el Control del Tabaco. Enfatizó que el gobierno mexicano “tiene toda la lógica y la coherencia” para imponerles restricciones. Por su parte, el titular de la Conadic, Manuel Mondragón y Kalb –quien manifestó haber sido fumador en su juventud- opinó que la marihuana debe ser considerada como una “adicción que se inhala” y cuyo consumo puede ser 20 veces más lesivo que el del cigarro. Estudios han revelado que existen 80 mil niños de entre 10 y 11 años que fuman a diario, y casi 800 mil adolescentes. Esto, comentó, es muestra de que el consumo del cigarro va en aumento en los menores mexicanos; también será así con la marihuana, “si no lo cuidamos”, advirtió. El funcionario de salud opinó que todas las partes que integran al gobierno deben colaborar para combatir el consumo del cigarro, ya que si bien México fue pionero en promover lugares libres del humo de tabaco, esto sólo se logró en la Ciudad de México, pues ninguna otra entidad siguió el ejemplo. “(Pedimos que) la Cámara de Diputados nos apoye para los lugares cerrados, con modificaciones a la ley que nos permitan realmente tener la plataforma correspondiente. No tenemos signada la ley que nos apoye en eso”, subrayó. Asimismo, continuó, a la Conadic no se le ha dado la autorización para colocar más información preventiva en las cajetillas y no tiene la facultad para proponer impuestos a las tabacaleras. Además, los estados y municipios deben participar, con programas públicos, en el combate a la venta de cigarros apócrifos y sueltos, consideró. La jefa del Departamento de Investigación sobre Tabaco, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Luz Myriam Reynales Shigematsu, informó que la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos 2015, arrojó que entre 2009 y 2015 no hubo cambio significativo de la prevalencia del tabaquismo y actualmente en México hay alrededor de 14 millones de fumadores, 10 millones hombres y 3.8 millones mujeres. En esos años, la edad promedio de inicio del consumo disminuyó, y la exposición al humo del tabaco es muy alta, “especialmente en bares, centros nocturnos y universidades”. Por ello, reiteró el compromiso de la institución por producir evidencias científicas que ayuden y apoyen a la construcción de políticas públicas en esta materia. Reconoció avances en términos de imágenes en las cajetillas y el aumento de personas que intentan dejar de fumar; además, el incremento del impuesto a productos de tabaco, permitió recaudar 160 mil millones de pesos, que se pueden utilizar para abatir la epidemia. Propuso concretar una ley integral que incluya lugares públicos 100 por ciento libres de humo; aumentar el tamaño de pictogramas en el empaquetado, que abarquen más del 50 por ciento, eliminar la publicidad y reforzar la prohibición de venta a menores. Erick Antonio Ochoa, de la Fundación Interamericana del Corazón, aseguró: si no se contiene el avance de la epidemia del tabaquismo, en los próximos años habrá 180 muertes diarias por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, por lo que es necesario impulsar espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco, “no pueden esperar”. Desde que se aprobó la Ley General para el Control del Tabaco en 2008 la política pública se ha mantenido sin cambios, y el ajuste de la política fiscal en 2010 fue un avance, pero perdió eficacia porque no se indexó a inflación. Aseguró que América Latina es la región que más ha logrado en los últimos años, pues la constante son países que cumplen y tienen buenos avances en sus políticas, como Brasil, Uruguay, Chile, Panamá y Argentina. “Son elementos que llevaremos con los legisladores e impulsaremos el cambio en la política pública”. Experiencia latinoamericana de combate al tabaquismo Eduardo Bianco, de la Alianza para el Convenio Marco para el Control del Tabaco en Uruguay, destacó que en 2006 su país fue el primero en América Latina “libre de humo de tabaco”. Avance alcanzado por la movilización social, factor fundamental para abatir la cultura fumadora. Al inicio de esa prohibición, 45 por ciento de los fumadores la apoyaron; en 2015, más del 90 por ciento se sumaron a la norma. No se requirió canalizar más recursos, sólo la voluntad política del gobierno, aseguró. Uruguay fue el primer país en la región que realizó un estudio sobre la incidencia de infarto agudo al miocardio, una de las principales causas de muerte, dos años antes y después de prohibirse fumar en lugares cerrados, registrándose un descenso del 22 por ciento en los ingresos hospitalarios por esta afección y la mortalidad por esa causa. En representación del Congreso Mundial de Cardiología, entregó firmas de apoyo para impulsar la transformación de México en un país 100 por ciento libre de humo de tabaco. Por Argentina, Verónica Schoj, representante de la Fundación Interamericana del Corazón, refirió que el mes pasado aumentaron 50 por ciento los precios de cigarrillos. Se pronunció por desarticular las alianzas entre la industria tabacalera y la restaurantera. Resaltó la conveniencia de establecer áreas para fumadores y no fumadores en restaurantes, ya que se detectó que a un mes de la restricción, los meseros habían mejorado su capacidad respiratoria y reducido la incidencia de enfermedades respiratorias. “La separación de áreas sí funciona, porque aumentó la presencia de clientes con niños y adultos mayores”. Mónica Andreis, de la Alianza de Control de Tabaco, de Brasil, aseguró que se redujo 12 por ciento las muertes por infartos al miocardio y la economía nacional no sufrió pérdidas con la aplicación de la Ley para regular la emisión de humo de tabaco, como argumentaban las tabacaleras, pese a que su país es un “gran productor y el exportador más grande de hojas de humo al mundo”. Apuntó que el apoyo es primordial para que los productores cambien sus cultivos y dejen se sembrar tabaco para avanzar firmemente en abatir el consumo, y garantizarles alternativas económicamente viables. También participaron representantes de organizaciones civiles de Costa Rica, Cuba y Perú.
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