Boletín N°. 1073 | Replantear modelo de planificación para privilegiar cuidado de la biodiversidad |
04- 03- 2016.- Replantear el modelo de la planificación urbana y rural para privilegiar el cuidado de la biodiversidad y preservar el medio ambiente vinculado al desarrollo sustentable, propusieron especialistas en el Segundo Ciclo de Conferencias “Transición urbana de los países del Sur”, organizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), de la Cámara de Diputados, y el Instituto Nacional de la Investigación Científica de Montreal, Canadá.
Edgardo Valencia, director general del CESOP, apuntó que “la planificación es fundamental, y no hacerla provoca miles de problemas”; además, se asocia a la falta de preparación para recibir los efectos del cambio climático, que se resienten en la vida cotidiana.
La planificación estratégica en términos generales y particulares en el desarrollo urbano y regional está ausente en la dinámica de crecimiento de los asentamientos humanos del país, soslayándose sus vínculos con el cambio climático y la devastación de recursos naturales, explicó.
Un buen ejemplo es la Ciudad de México, dijo, donde observamos cada día problemas para trasladarse del hogar a los centros de trabajo, porque se requieren, a veces, tres horas al día, para ir y venir del domicilio al empleo, y “si se agrega la jornada laboral, se hacen de 12 a 14 horas para regresar, con los consiguientes impactos negativos en la calidad de vida”.
Por ello, la planificación es indispensable en todos los momentos de la vida familiar, laboral, social y en la economía, considerando el medio ambiente, aseguró.
El titular del CESOP destacó que sin lugar a dudas, el trabajo parlamentario también debe alentar la planificación por ser ésta un mandato constitucional; se tienen disposiciones normativas en la materia que están ahí, pero en la práctica, por diversas razones, no se planifica como la norma establece.
Sobre la importancia de este ciclo de conferencias, en donde participan estudiantes canadienses en la maestría en Estudios Urbanos, afirmó que el intercambio académico contribuye a generar análisis y herramientas susceptibles de utilizarse como propuestas orientadas al trabajo legislativo, que redunde en el enriquecimiento de las normas ambientales.
Francisco Sales Heredia, director de Estudios Sociales del CESOP, lamentó que en México, como en Canadá y en Estados Unidos, no se aprecie la diversidad de sus pueblos originarios, ni se aprenda de su forma de interrelacionarse con el entorno, pese a que se tiene contacto con ellos desde hace mucho tiempo.
Particularmente en nuestro país, las políticas públicas están dirigidas a proteger la cultura de las comunidades indígenas, “más no a tomar como ejemplo sus enseñanzas”. Se trata de una especie de paternalismo por parte de las autoridades, pero no de una relación o diálogo abierto con ellas.
“Podemos aprender de la mística de los indígenas que cuidan su entorno. Nuestro gran problema es que no lo hemos hecho, ni apreciado su riqueza o la posibilidad de mantener recursos sustentables”, como ellos lo hacen, advirtió.
El investigador del CESOP, Felipe De Alba, sostuvo: “la planificación y el uso adecuado de los recursos son elementos indispensables que las autoridades de gobierno deben adoptar en su quehacer cotidiano. No hacerlo, implica muchos problemas”.
Uno que ya reporta efectos significativos es el cambio climático, ya que el crecimiento desmedido de los asentamientos humanos ha provocado que fenómenos como “El Niño” o el mismo calentamiento global, tengan consecuencias negativas en el suelo y, por ende, merme la producción agrícola.
En este contexto, aclaró que existen normativas vigentes en materia de planificación; empero, no se ponen en práctica, además de que aún hace falta perfeccionarlas.
Analiese Richard, investigadora de la Universidad del Pacífico en Estados Unidos, refirió la importancia de que el conocimiento de los científicos incida en el diseño de las políticas públicas, a fin de implementar un cambio de paradigma en la planeación urbana, ya que se ha invertido mucho dinero en construir infraestructura cara para contrarrestar a la naturaleza.
Señaló como ejemplo el elevado gasto para traer agua a la Ciudad de México para después sacarla a través del sistema pluvial; “debe identificarse que hay otras formas de hacer las cosas, aprovechando las condiciones naturales y preservarlas”, comentó.
Tiene que “replantearse el paradigma de planificación aunque tenga un costo político”, subrayó, porque el momento actual puede convertirse en oportunidad para que los científicos coadyuven con sus conocimientos a rescatar los ecosistemas, y se busque imitar a la naturaleza para sobreponerse a situaciones adversas.
Para lograr ese propósito, aseguró, existe tecnología mexicana susceptible de aprovecharse, se requiere implementar acciones diferentes, porque dos mil 606 especies animales están en peligro de extinción en México a causa del impacto de las actividades humanas, que han propiciado invasión del hábitat, contaminación y cambio climático.
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