Boletín N°. 1524 Diputados se pronuncian por concientizar a la población sobre el peligro de tirar colillas de cigarro al suelo
  • Pueden contaminar grandes cantidades de agua y matar a peces imprescindibles para las cadenas alimenticias acuáticas

 

08-05-2016 Una sola colilla de cigarro contamina hasta 50 litros de agua potable. De acuerdo con Ocean Conservacy, organización no gubernamental de defensa al medio ambiente –con base en Washington, D.C.-, una de éstas también es capaz de dañar 8 litros de agua de mar.

 

En México, organismos de salud estiman que todos los días se fuman alrededor de siete millones de cigarrillos, y las colillas del 65 por ciento de ellos, es decir, 4.2 millones, van a dar al suelo.

 

Esto significa que, diariamente, unos 32 millones de litros de agua de mar se pueden contaminar en nuestro país.

 

Ante el potencial riesgo que esto representa para el medio ambiente, el pasado viernes 29 de abril, en su última sesión ordinaria, el pleno de la Cámara de Diputados valoró necesario instar a las autoridades federales a tomar cartas en el asunto.

 

Mediante punto de acuerdo, exhortó a la Secretaría de Salud a poner en marcha campañas para concientizar a la población sobre los peligros que implica arrojar colillas de cigarro a la vía pública.

 

El dictamen que sustenta el llamado, destaca un experimento realizado en pulgas de mar por la Universidad de Longwood (Virginia, Estados Unidos), el cual concluye que bastan menos de 0,125 colillas por litro de agua para que este crustáceo -imprescindible para la cadena alimenticia de los ecosistemas acuáticos- muera en menos de 48 horas.

 

Por su parte, la Universidad Estatal de San Diego (California, Estados Unidos) obtuvo resultados alarmantes en una prueba similar: del total de peces de agua dulce y agua salada que se expusieron a un hábitat contaminado por colillas -usadas y no usadas-, la mitad murió en tan sólo cuatro días.

 

Las colillas de cigarro concentran altas cantidades de cadmio, sustancia dañina para la salud, por lo que “deberían ser tratadas como residuos peligrosos”, subraya el documento.

 

Asimismo, agrega que éstas se fabrican con acetato de celulosa -un derivado del petróleo-, compuesto no biodegradable y que tarda aproximadamente 10 años en descomponerse.

 

Durante todo ese tiempo, una colilla libera constantemente tóxicos que contaminan el agua y el suelo que los rodea.

 

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