Boletín N°. 2577 Presentan el libro “Visión de Monterrey”, de Abraham Nuncio
  • Es una suma de ideas, intuiciones y sentimientos, reunidos en una unidad dialéctica: Enrique Semo

 

18-11-2016.- La Dirección General de Servicios de Documentación, Información y Análisis (SEDIA), presentó el libro “Visión de Monterrey”, del autor Abraham Nuncio, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

 

Enrique Semo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó que el escritor logró en su nueva obra una verdadera hazaña, porque ensaya una visión de Monterrey, que es la suma de ideas, intuiciones y sentimientos, reunidos en una unidad dialéctica.

 

Expresó que una visión no es una historia, ni es un análisis sociológico o económico; es una combinación de filosofía, literatura y predicción. “Visión de Monterrey” representa “no una cultura antigua con pirámides, sino una cultura joven con chimenea”, comentó.

 

Abraham Nuncio director del Centro de Estudios Parlamentarios de la Universidad Autónoma de Nuevo León, editora del libro, expuso que la guerra entre nuestro país y Estados Unidos favoreció a la región del norte, debido a que se habían asentado algunos inversionistas europeos, los cuales habían empezado a desarrollar la industria textil y, cuando tiene lugar esa ofensiva, los reflectores cayeron sobre Monterrey.

 

Refirió que Monterrey tardó mucho tiempo en crecer. Se encontró despoblada con poco más de 250 habitantes cuando se funda el Nuevo Santander, Tamaulipas. Pero la paradoja acompaña a esta entidad: en la medida en que se va achicando, va creciendo en términos de desarrollo, agricultura y ganadería.

 

El doctor en Historia de la UNAM, Pedro Salmerón Sanguinés, resaltó que la vida industrial de Monterrey inicia después de la derrota de México frente a Estados Unidos y cuando se convierte en la ciudad mejor situada para el nuevo comercio.

 

Manifestó que el origen del libro de Abraham Nuncio de alguna manera tiene que ver con la Visión de Anáhuac, de Alfonso Reyes.

 

“A los regiomontanos les encanta presumir de la dureza de su tierra, y es un poco mito; tiene agua suficiente, manantiales y una extensión de tierra fértil y llana, que se da muy rara vez en otros lugares del país”, resaltó.

 

 

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