Boletín N°. 2245 | La pobreza campesina esta feminizada; urge reconocer a mujeres como propietarias de la tierra y accedan a apoyos |
06- 10- 2016.- El campo mexicano se feminiza, no sólo porque la pobreza la sufren más las mujeres, sino que además se han convertido en jefas de familia y son motor esencial de la producción de alimentos, debido a la migración, desaparición o asesinato de sus esposos, sin que se les reconozcan sus derechos de propiedad.
Por ello, las diputadas de las comisiones unidas de Igualdad de Género y Especial de Seguimiento a Programas Sustentables para Mujeres urgieron a actualizar los padrones de propiedad, para que las campesinas se conviertan en dueñas de las parcelas que usufructúan. Al carecer de esa certeza jurídica, agregaron, no pueden acceder a los apoyos crediticios, tecnológicos y de capacitación que ofrecen las dependencias federales.
Durante la instalación de la Comisión Especial de Seguimiento a Programas Sustentables para Mujeres, presidida por la diputada Sasil Dora Luz De León Villard (PVEM), las legisladoras se comprometieron a luchar por que se etiqueten recursos en el Presupuesto 2017, para impulsar proyectos productivos con perspectiva de género.
La diputada Laura Nereida Plascencia Pacheco (PRI), presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, apuntó que en la definición del presupuesto para el próximo año, “debe asegurarse que los beneficios del desarrollo económico y de la propiedad rural lleguen a este sector, no sólo a través de los huertos familiares y cría de animales de corral, sino en los grandes proyectos de industrialización del agro”.
Es importante que las reglas de operación de los diferentes programas cuenten con un enfoque de género, porque el desarrollo sustentable no será posible si no se incorpora a más del 50 por ciento de la población de México, que son las mujeres, quienes padecen todavía pobreza extrema, desigualdad y analfabetismo, sostuvo.
Destacó que las 213 diputadas de todos los grupos parlamentarios están obligadas a dar resultados a las mexicanas que trabajan todos los días por sacar a su familia adelante. Empoderarlas y garantizarles oportunidades de progreso, “no distingue partidos ni beneficia a ninguno, sólo a las mujeres”, precisó.
La diputada De León Villard pidió la solidaridad de las parlamentarias para apoyar todas las acciones que impulsen las estrategias que alienten el desarrollo productivo, económico y social de las mujeres del campo mexicano. Resaltó la importancia de evaluar los programas para identificar los que ha rendido buenos resultados y eliminar los que no han ofrecido nuevas oportunidades de producción.
Diputadas se reúnen con subsecretaria de Desarrollo Rural de Sagarpa
En reunión con Mely Romero Celís, subsecretaria de Desarrollo Rural de la Sagarpa, la diputada del PRI, Verónica Muñoz Parra, expresó su preocupación por el aumento en el número de campesinas solas al frente de la producción agrícola y pecuaria, cuyos esposos emigraron, están desaparecidos o muertos, y no tienen un certificado que les ampare la propiedad de las parcelas, por lo cual no reciben fertilizantes ni créditos.
Mencionó la existencia de analfabetismo entre las mujeres, hasta en 70 por ciento en algunos municipios de Guerrero, donde sufren una pobreza extrema y desigualdad. “Están solas, sin maridos y sin recursos, pero sí con toda la carga de trabajar, educar hijos y mantenerlos; sin embargo, los delegados de la Sagarpa no las atienden y cierran sus puertas a las peticiones femeninas”. Urgió a las dependencias federales a acercarse a esta población.
La legisladora priista, Rosalina Mazari Espín, demandó que los recursos financieros se repartan equitativamente, ya que “son las organizaciones que se dicen del campo las que acaparan los apoyos, sin que se atienda a las mujeres que los requieren. La gente está cansada de los discursos, exige que en los hechos se cambien las reglas de operación y se apoye a las campesinas, convertidas en jefas de familia con todas las responsabilidades a cuestas”.
Solicitó la entrega de apoyos financieros para promover proyectos agrarios femeninos y subsanar errores e ineficiencias de los funcionarios de Sagarpa en los diferentes estados. Consideró que “los secretarios deben escuchar a las mujeres” y convocó a sus homólogos a fiscalizar el destino del presupuesto destinado al campo nacional, para garantizar que se entreguen a quienes los necesitan y evitar desvíos.
Por el PVEM, la diputada Evelyng Soraya Flores Carranza refirió que hay una nueva problemática de las mujeres en el campo mexicano, alentada por la migración de sus esposos. A veces no los vuelven a ver y muchas son viudas, las dejan solas y sin apoyo legal en la tenencia de la tierra, explicó.
Propuso actualizar el padrón de las parcelas, para que las viudas accedan a los apoyos gubernamentales de forma más fácil. “Muchas están indefensas y miedosas, porque en su mayoría sólo cursaron uno o dos años de la primaria, y eso no les da valor para exigir los apoyos a que tienen derecho por ser ciudadanas mexicanas”.
La legisladora Flor Ángel Jiménez Jiménez (PRI) manifestó su preocupación porque sólo el 16 por ciento de las campesinas son poseedoras de la tierra, y el resto está a expensas de abusos y discriminación al no reconocerlas como dueñas, pese a que cultivan las parcelas y están al frente de las familias.
Del PAN, la diputada Janette Ovando Reazola urgió la entrega de folios de los programas rurales manejados por la Sagarpa, ya que las mujeres no tienen otra alternativa para seguir produciendo y la tardanza las pone en riesgo de no aprovechar los ciclos de siembra.
Destacó que las comisiones de género en la Cámara de Diputados “no son de relleno, para callar a las legisladoras, sino una realidad que no debe olvidarse. Su trabajo tiene que enfocarse a dar resultados en beneficio de las mujeres. Queremos que se atienda a la gente y que el presupuesto tenga una perspectiva femenina”.
Del PRI, la legisladora Flor Estela Rentería Medina solicitó también la entrega de folios para proyectos impulsados por campesinas, porque de ello depende la manutención de cientos de familias que no tiene otras opciones.
Conmino a evaluar los resultados de los programas, porque eso ayudará a conocer el impacto de las acciones para repetirlas y eliminar las que no han funcionado.
La diputada priista Erika Rodríguez Hernández aseveró que “hoy el campo tiene rostro de mujer y las acciones, en beneficio de ellas, no tienen color partidario, sólo una bandera: el progreso y el desarrollo”.
Urgió a cerrar las brechas de desigualdad, a través de la capacitación permanente a este sector, a fin de que apliquen la tecnología en la siembra de la tierra que garantice productividad y competitividad.
Exigió que todos los programas presupuestales de las dependencias públicas sean transversales. Refirió que pese a que las campesinas se quedan con toda la carga de la familia y, ahora, son responsables también de la producción de parcelas, no se les reconoce su esfuerzo ni trabajo, porque se le dan “microcréditos” en abierta desigualdad con los varones.
De Nueva Alianza, la legisladora Angélica Reyes Ávila expresó el compromiso por trabajar a favor de las causas de las mujeres, con un sentido de responsabilidad y sensibilidad políticas, para impulsar acciones que se traduzcan en el desarrollo sustentable del agro nacional.
La diputada del PRI, Sofía Del Sagrario De León Maza, refirió los retos de las mujeres rurales que aún viven marginación social, económica y política. Se pronunció por alentar en esas comunidades proyectos productivos sustentables que aseguren a esta población un trabajo digno para cerrar las brechas de marginación.
Programa de reglas de operación exclusivos para mujeres: Sagarpa
Mely Romero Celís, subsecretaria de Desarrollo Rural de la Sagarpa, anunció que se diseña un programa de reglas de operación exclusivos para mujeres; contemplará sus necesidades sociales, económicas y condiciones jurídicas específicas, sobre todo porque se están quedando con la responsabilidad de sembrar la tierra en el país.
Destacó a las legisladoras el compromiso de esa secretaría con las mujeres del país, ya que otorgar recursos a una de ellas, garantiza un impacto en el crecimiento económico nacional; por eso, precisó, el 30 por ciento de los programas de la dependencia atiende a este sector.
Explicó las bondades del proyecto “Campo en nuestras manos”, mediante el cual se ha visibilizado la situación de millones de campesinas, que han recibido apoyos directos para que inicien negocios agroindustriales con una perspectiva de largo plazo, a través de la capacitación y acompañamiento tecnológico.
Se alienta, dijo, a las emprendedoras agrarias mediante la creación de granjas familiares que permiten garantizar el sustento de los hijos, y una vez encarriladas en ese proceso, se les ayuda a elevar la producción de sus parcelas para vender y obtener recursos adicionales.
Indicó que entre el 10 y el 60 por ciento de los proyectos femeninos agrarios logran sobrevivir más de un año, es decir, seis de cada 10, por lo que se intensifica la capacitación, única forma de garantizar su éxito, ya que cualquier transformación del campo inicia con un programa productivo de esta índole que empodera a las mujeres, desencadenando múltiples beneficios para la familia y la comunidad, porque son el pilar social.
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