Boletín N°. 2422 | Pleno avala reforma para detectar luxación congénita de cadera desde atención materno-infantil |
27-10-2016.- El Pleno cameral avaló dos dictámenes que reforman la Ley General de Salud, para la detección oportuna y atención temprana de la displasia de cadera en la salud materno-infantil, y sobre los ciclos de descanso para los pasantes de medicina que prestan su servicio social.
Con 397 votos se aprobó el dictamen a la minuta que modifica los artículos 61 y 64 de la mencionada ley, a fin de incorporar a los servicios de salud destinados a la atención materno-infantil y la promoción de la salud materna, el diagnóstico oportuno y atención temprana de la displasia en el desarrollo de cadera, durante el crecimiento de los menores de cinco años.
Lo anterior se haría a través del examen clínico en la primera semana del nacimiento, en el primer mes de edad y a los dos, cuatro, seis, nueve y doce meses, así como la toma de ultrasonido de cadera o radiografía anteroposterior de pelvis, entre el primer y cuarto mes de vida.
Además, las autoridades sanitarias, en la organización y operación de los servicios de salud destinados a la atención materno-infantil, implementarán acciones de diagnóstico y atención temprana de la displasia en el desarrollo de cadera, durante el crecimiento y desarrollo de los menores de 5 años. Fue enviado al Ejecutivo federal para efectos constitucionales.
El dictamen que adiciona un segundo párrafo al artículo 87 de la Ley General de Salud, fue ratificado con 393 votos. Su finalidad es establecer que la prestación del servicio social de los pasantes de las profesiones para la salud, respetará los ciclos de descanso, salvaguardando su integridad física y mental, con el propósito de mejorar la calidad de la atención médica. Se mandó al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
Al fundamentar los dos dictámenes, el presidente de la Comisión de Salud, diputado Elías Octavio Íñiguez Mejía (PAN), expresó que el primero tiene que ver con la luxación congénita de cadera, pues hay padres que no pueden, después de uno o dos años, hacer que sus hijos caminen; los menores no pueden dar sus primeros pasos, porque nunca se detectó a tiempo que tenían una luxación congénita de cadera.
En la actualidad, los médicos, desde el momento del nacimiento de un menor, hacen tres pruebas clínicas, donde “tenemos que ver si en la cadera no existe este chasquido o un problema. Pero ¿qué pasa cuando no lo detectamos o cuando el médico no está capacitado para descubrirlo? Ese niño va a ser una persona con discapacidad”, explicó.
Indicó que en México el 2 por ciento de la población puede llegar a tener este padecimiento. Además, un 1.5 por cada mil recién nacidos, y principalmente las niñas, pueden padecer esta luxación congénita de cadera. Entre 2013 a 2023, se prevé que aproximadamente 100 mil niñas y niños sufrirán este padecimiento si no se detecta a tiempo.
Con esta reforma, subrayó, se podrán realizar ultrasonidos para la detección oportuna. Pero antes del ultrasonido, una simple radiografía a tiempo puede hacer que este niño o niña tengan una vida saludable y productiva. Refirió que se observan personas que usan un zapato con un tacón más alto que otro, ocasionado muchas de las veces por este diagnóstico que no fue oportuno.
El segundo dictamen, explicó Íñiguez Mejía, tiene que ver con los descansos de los estudiantes de medicina, internos, residentes y pasantes, para que puedan tener realmente un estudio de calidad y calidez, y sean respetados los horarios y jornadas que “los médicos no pueden cubrir”.
Agregó que “las jornadas médicas que tienen los residentes, internos y pasantes son muy extensas, pues hay guardias de 36 horas y solamente descansan 12, y hay hospitales donde se les turna a las guardias de castigo y el único fundamento es que si a ellos los trataron mal, por qué ellos no van a tratar mal a sus pasantes, a sus internos o a sus preinternos”.
“Los médicos no pueden seguir sufriendo un acoso por el tema del horario. Los internos también se cansan, necesitan de mayores garantías. Hay pasantes que van a lugares muy alejados y donde hemos visto casos de médicos a los que les han quitado la vida; hemos visto que médicos pasantes han sido acosados, presionados y no les queda otra más que retirarse del lugar”, añadió.
Elías Octavio relató que son preocupantes las guardias de 36 horas que tienen los residentes en los hospitales y más que deben seguir dando consulta y buena atención. “Hay casos de muchos médicos pasantes, internos y residentes donde se ha elevado el número de los que tienen enfermedades mentales, depresión, y hasta han sido hospitalizados, para que después sigan en la guardia, atendiendo a la población”.
Se manifestó por salvaguardar la integridad física y mental de los pasantes de carrera de medicina, internos y residentes. “Ellos, en un futuro, serán médicos y estarán al frente de un paciente. Necesitamos que la salud laboral del personal médico sea congruente con la capacidad física de toda la gente que labora más de 36 horas al día”.
En los posicionamientos, la diputada Ana Guadalupe Perea Santos (Encuentro Social) destacó que estos dictámenes resuelven, por una parte, el injusto desgaste de los estudiantes de medicina, prestadores de servicio social, y por otra las deficiencias en el diagnóstico oportuno de la displasia de cadera en recién nacidos y niños de hasta cinco años de edad.
Indicó que hoy en día, cuatro de cada mil nacimientos en México presentan displasia de cadera y, de acuerdo con cifras del INEGI, existen 480 mil mexicanos con este padecimiento, especialmente en zonas rurales y de alta marginación, donde se tienen pocas posibilidades de detener oportunamente este diagnóstico, para lo cual puede bastar con la realización de un ultrasonido.
Francisco Javier Pinto Torres, legisladora de Nueva Alianza, argumentó que en el país, el sistema de guardias para los alumnos que realizan internado médico, prácticas y/o servicio social, es muy variada, llegando a alcanzar hasta 36 horas. “Las largas jornadas ponen en riesgo la salud de los profesionales, pero también la seguridad de los pacientes, ya que se ha demostrado que el cansancio aumenta la posibilidad de errores técnicos, asistenciales y en la interpretación de los propios resultados médicos”.
Si la displasia de cadera se detecta en los primeros meses de vida, casi siempre puede tratarse con éxito, por medio de un dispositivo ortopédico. Los controles periódicos son fundamentales para un diagnóstico oportuno que permita iniciar el tratamiento antes de que el niño empiece a dar esos primeros pasos.
Por Movimiento Ciudadano, la diputada Rosa Alba Ramírez Nachis expresó que en salud no existe oportunidad de regatear absolutamente nada; es básica para los mexicanos y para la protección de los infantes. De ahí, la trascendencia de implementar técnicas y prácticas que permitan detectar oportunamente la luxación congénita de cadera.
Calificó como acción justa, salvaguardar la integridad de la salud de los médicos en formación con jornadas menos extenuantes, pues “no sería nada propio ni nada probo que quienes están en formación se encuentren en capacidad de sufrir un riesgo o de generar una afectación a los que están a su cuidado”.
El diputado Roberto Guzmán Jacobo (Morena) mencionó que cada año nacen en México miles de niños con deformaciones en la cadera; es una enfermedad que puede desarrollarse en el periodo prenatal o posterior al nacimiento, y entre los principales factores que predisponen, se encuentra un desarrollo fetal estreñido o estrecho, una posición fetal no adecuada y quienes la enfrentan son rechazados en escuelas, actividades deportivas y laborales.
Puntualizó que en México, la experiencia del servicio social resulta crucial en la formación profesional, pues aplican los conocimientos adquiridos en los años previos de su formación. Uno de cada cuatro médicos que atiende a la población es un pasante que realiza el servicio social; sin embargo, no son trabajadores de las instituciones públicas, por lo que carecen de una relación contractual en donde se plasmen derechos y obligaciones.
José Refugio Sandoval Rodríguez, legislador del PVEM, se manifestó a favor de generar acciones para el diagnóstico oportuno y la atención temprana de la displasia de cadera. De acuerdo con el Instituto Internacional de la Displasia de Cadera, aproximadamente 3 de cada mil bebés requerirán tratamiento por inestabilidad en la cadera y las estadísticas muestran que uno de cada 30 jóvenes mayores de 20 años de edad, requerirán de una prótesis de cadera por diagnóstico no oportuno.
Agregó que en México, el sistema de guardias que realizan los alumnos durante su internado, suelen ser de hasta 36 horas continuas, “lo cual contraviene a la normativa que señala que entre semana la jornada de prácticas clínicas complementarias no debe ser mayor a 12 horas. Están teniendo prácticas hasta 3 veces más de lo que la norma les indica”.
La diputada Evelyn Parra Álvarez (PRD) resaltó que estudios internacionales han demostrado que los residentes que han durado en su turno entre 20 y 30 horas y, en el caso de México, hasta 36, cometen en promedio 36 por ciento más errores considerados graves y dieron un diagnóstico equivocado en un porcentaje de cinco a uno, comparado contra quienes solo labora 16 horas.
Manifestó que la detección oportuna de la displasia de cadera permitirá corregir el problema y dar una mejor calidad de vida a quien lo padece, y a futuro, también implica un beneficio directo para el sistema de salud del país. Si alguna persona con antecedentes familiares, tiene entre un 10 a 25 por ciento de posibilidades de padecerla y hay una mayor prevalencia en mujeres.
De Acción Nacional, el diputado Jesús Antonio López Rodríguez, expresó que hoy se corrige un añejo problema que enfrentan los internos, pasantes y residentes de las profesiones de la salud al servicio social, particularmente al someterlos a largas y extenuantes jornadas de actividad, lo cual los expone a altos niveles de fatiga o frustración, así como a riesgos innecesarios que repercuten de manera negativa en la salud física, mental y emocional.
Respecto a la displasia de cadera, relató que el diagnóstico oportuno y la atención primaria, a través de exámenes clínicos es vital, pues permite un tratamiento que en la mayoría de los casos consiste en la utilización de férulas de abducción con el que se obtienen buenos resultado; sin embargo, puede llegar a requerir tratamiento quirúrgico.
La diputada Yahleel Abdala Carmona (PRI) argumentó que el diagnóstico oportuno de la displasia de cadera, resultará de gran beneficio para el desarrollo de los menores. “Los primeros cinco años de vida representa una etapa decisiva en el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales, emocionales de cada niño y niña, las cuales son muy importantes para determinar su salud futura, desempeño escolar y laboral e inclusive otras conductas sociales”.
Precisó que hoy no solo se está protegiendo los descansos y la reducción de la jornada laboral de los alumnos de medicina durante la prestación de su servicio social, sino “protegiendo su integridad física, mental, mejorando así la calidad de vida y la atención médica de los pacientes a su cargo”.
Al hablar en pro, el diputado Macedonio Salomón Tamez Guajardo (Movimiento Ciudadano) llamó a mejorar las condiciones de los médicos en formación, tanto los de posgrado como los que están haciendo especialidad, “son explotados por el sistema, trabajan jornadas larguísimas, cansadísimos, la gente puede ser mal atendido en virtud de esto”.
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