Boletín N°. 1984 | México no cumple Tratados Internacionales para erradicar trabajo infantil |
07-09-2016.- El presidente de la Comisión de Derechos de la Niñez, diputado Jesús Valencia Guzmán (PRD), subrayó que México no ha cumplido los Tratados Internacionales para erradicar el trabajo infantil; más de dos millones de niños, niñas y jóvenes realizan actividades laborales y la explotación va en aumento.
Al inaugurar el foro “Trabajo Infantil y desarrollo, hacia una agenda legislativa”, consideró lamentable que estas prácticas se eleven, a veces disfrazadas de otras cosas, incluyendo el trabajo familiar. “Hay muchos casos donde los tíos e incluso los padres son parte del problema”.
“Los que tenemos la responsabilidad de legislar y diferentes organizaciones civiles, luchamos por erradicar el trabajo de menores, principalmente, en estados como Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas, que paralelamente van con la pobreza; sin embargo, no se ha logrado”, expresó.
En esas entidades, “la explotación laboral infantil es evidente y se debe terminar. Hay convenios internacionales signados por México, pero todavía no se disminuyen de forma importante estas afectaciones”.
Hay reformas en materia laboral enviadas por el Ejecutivo en el Senado de la República, las cuales son muy grandes pero no contienen nada relacionado con la prevención del trabajo infantil. “En la discusión de esas reformas se debe meter mano para atender los compromisos que el Estado tiene con organismos internacionales y que no se han cumplido”.
Valencia Guzmán se pronunció por cuidar que en el próximo presupuesto federal se establezca claramente qué se destinará directamente para la protección de los menores.
“Si no se invierte en deporte, educación y programas sociales directos para las niñas, niños y adolescentes la curva de explotación irá hacia arriba”, agregó.
La presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, diputada Georgina Zapata Lucero (PRI), comentó que la explotación con fines laborales es un grave problema social y se considera una forma de trata.
En México hay un marco jurídico que protege a la niñez que comienza desde la Constitución; sin embargo, lo ideal es que exista una erradicación total del trabajo infantil, que va de la mano con la desigualdad y la pobreza.
La niñez ocupa un lugar preponderante. Los niños, dijo, deben enfocar todo su esfuerzo en su educación y recreación. “Es necesario trabajar desde el Congreso para crear condiciones que coadyuven a erradicar el trabajo infantil o garantizar que, cuando irremediablemente deban emplearse, se garanticen plenamente sus derechos”.
Recordó que uno de los objetivos de la reforma laboral de 2012, fue fomentar el trabajo digno y la protección efectiva de los derechos de los trabajadores, para mejorar las condiciones de igualdad y seguridad, de salud y el respeto pleno a sus derechos.
Antes de la reforma, continuó, había 3 millones 38 mil infantes menores de 13 años de edad laborando, posterior a ella, se reportaron 2 millones 4 mil, es decir, disminuyó el número de niños empleados.
No obstante, se requiere un esfuerzo integral del Estado para garantizar que la niñez tenga un ciclo de vida de protección, educación y oportunidades para su desarrollo.
La diputada María Luisa Beltrán Reyes (PRD), integrante de la Comisión de Derechos de la Niñez, precisó que en México, cinco de cada 10 niños que trabajan no reciben ingreso alguno, sin importar que el 29 por ciento de ellos labora más de 35 horas a la semana.
Más allá de las cifras oficiales que muestran una tendencia a la baja, la realidad es que hay todo por hacer cuando se trata de salvaguardar el interés superior de los infantes.
Del PRD, Rafael Hernández Soriano consideró indispensable generar una agenda para atender un tema tan sensible como lo es el trabajo infantil.
Puntualizó que estados del sureste del país, son regiones que concentran mayor atraso y hace falta cambiar la percepción de la sociedad y aterrizar políticas públicas para erradicar ese problema.
Ignacio Rubí Salazar, subsecretario de Previsión Social, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), consideró que se requieren esfuerzos legislativos orientados a dos vertientes: revisar las leyes generales de Educación y de Desarrollo Social; ello, basado en lo que establece la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
“Es indispensable alienar perfectamente estos ordenamientos y crear un vínculo con el Sistema Nacional para la Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes”.
El empleo y la protección social son elementos fundamentales para prevenir y erradicar el trabajo infantil, en favor de las familias en situación vulnerable.
Por otro lado, sostuvo, cuando sea necesario aplicar la ley con mano firme, se debe hacer; hay normas que establecen multas y penas privativas de la libertad hasta por cinco años, a empleadores de menores. “No se debe criminalizar la pobreza y cuando las medidas de protección sean indispensables se debe aplicar la ley, porque las niñas y los niños deben estudiar y jugar, no trabajar”.
Thomas Wissing, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, explicó que nuestro país ratificó los convenios 138 y 182, los cuales protegen, por un lado, el derecho a la educación de los niños y, por otro, la integridad física y moral.
El 182, indicó, es importante ya que aborda las peores formas de trabajo e “incluso explotación”, pues se refiere a la trata, el tráfico de niños y la explotación sexual para producir y distribuir material pornográfico y la prostitución.
Ese tratado establece que los Estados miembros deben tomar acciones inmediatas sobre aquellas formas de labores que pongan en riesgo la salud, integridad física y moral de las niñas y niños.
En atención al convenio, México estableció en la Ley General del Trabajo, la prohibición de esos tipos de trabajo.
Enfatizó que se ha logrado reducir el trabajo infantil debido a la concientización de la población, el desarrollo económico y medidas legislativas; “hoy hay 2.4 millones de menores laborando en México”.
Aseguró que ese mal recae en los ministerios encargados del trabajo, pero también en las dependencias encargadas de la educación, el desarrollo social, economía, turismo y agricultura; es decir, no es un tema que se trate desde un solo ámbito.
Falta coordinación en los ámbitos locales y estatales; se requiere presupuesto y mecanismos institucionales para crear en las comunidades modelos para que las niñas, niños y jóvenes encuentren buenas alternativas de trabajo.
Existe un círculo vicioso difícil de romper, hay que trabajar en los 32 estados de la República para eliminar estas prácticas. “Tampoco hay que justificar el empleo de los menores, sino crear alternativas de trabajo adecuado”, precisó.
Nashieli Ramírez Hernández, coordinadora general de Ririki Intervención Social, SC, indicó que debe haber políticas basadas en datos e impulsar estudios sobre el impacto de las peores formas de trabajo infantil. “Además, es necesario medir las afectaciones inmediatas y a largo plazo”.
Mencionó que hay actividades consideradas las peores formas de empleo que son: niños incorporados al trabajo de la amapola, en Guerrero, y la extracción de ámbar y la trata, en zonas de Chiapas.
Los infantes que trabajan no asisten a la escuela, lo cual impide su derecho de acceso a la educación; por lo tanto, se necesitan recursos y voluntad para fortalecer los sistemas de protección integral de los niños.
Concluyó que el trabajo infantil genera pobreza, aparte de que emplear menores es un delito.
--ooOoo-- |