Boletín N°. 2012 Realizan Mesa Redonda “Los Liberales en la Constitución de 1917”

• Preceptos libertarios fueron heredados desde la lucha de la Independencia

Expertos y académicos destacaron “el espíritu liberal de la Constitución de 1917”, el cual se rige bajo los principios de educación laica, la separación Iglesia-Estado y los derechos de los trabajadores, aún vigentes.

Al participar en la Mesa redonda “Los Liberales en la Constitución de 1917”, en el recinto histórico de la Biblioteca General del Congreso de la Unión, ubicada en el centro de la Ciudad de México, los especialistas en distintas materias de Derecho llamaron a “evitar retrocesos” en la máxima ley, la cual ha sufrido 689 reformas a casi 100 años de su promulgación.

Juan Carlos Delgadillo Salas, secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, señaló que los ideales que llevaron a la expedición de nuestro marco jurídico vienen de una tradición republicana libertaria, nacida desde tiempos de la independencia y de la mano de figuras como el cura Hidalgo y José María Morelos.

“En ellos nace el liberalismo y la herencia liberal constitucional mexicana”, afirmó.

Comentó que años después del primero de los dos grandes movimientos armados en México, Venustiano Carranza comprendió el impulso revolucionario de Francisco I. Madero, atendiendo su llamado a las armas en 1910, pero no será hasta el asesinato de Madero y el golpe de Estado de Victoriano Huerta, que decide lanzarse a la lucha.

“Es así que Carranza lanza el Plan de Guadalupe que fue la base por la que se convoca posteriormente al Constituyente, el 15 de septiembre de 1916 y expide la ley electoral para formarlo”.

Jorge Alejandro Avilés Reyes, experto en laicismo y temas liberales e ideología de la Revolución Mexicana, aseguró que en los años previos a la Revolución Mexicana se nos veía como una nación sanguinaria y anárquica; desde la visión geopolítica de 1916, “era (un país) rico en recursos, pero pobre en instituciones”.

“La pregunta era cómo concretar la Revolución, y eso fue a través de un marco jurídico que permitiera conquistar esa riqueza”.

La respuesta se dio con el Constituyente de 1917, en donde se mantenía la separación con la iglesia católica y se ponía atención al espectro de los latifundios que se encontraba en pocas manos, lo cual dio origen al artículo 27 constitucional.

Dijo que otros de los problemas que atendieron los constituyentes fueron “la evidente separación de castas y el analfabetismo grotesco, que dieron paso a los artículos 1º y 3º constitucionales”.

Expuso que “la relación entre capital y trabajo, prácticamente era la explotación sobre la explotación, lo que da origen al 123 constitucional en años posteriores”.

El especialista en Derecho Laboral y presidente del Centro de Acción Laica, Pedro Márquez Celaya, resaltó que fue a través del marco jurídico de 1917 que entraron artículos importantes, como el tercero; aunque, aclaró, hubo liberales que no querían la introducción del laicismo.

Apuntó que nuestra Constitución lleva 689 reformas durante los casi 100 años de su existencia, por lo que “pareciera que hubiera la consigna de hacer reformas, aunque no haya justificación”.

“La soberanía mandató que la Constitución sea liberal, pero las reformas le han quitado fundamentos, como en 1992, año en el que se reconoce a la iglesia como sujeto de derechos jurídicos”.

Sostuvo que los principios liberales no deben cambiar, por lo que es mejor opción crear una nueva Constitución que los contemple, junto con todos los derechos del individuo.

Onosandro Trejo Cerda, doctor en Derecho, aseguró que la elaboración de la Constitución y sus reformas “son la expresión más clara de la lucha económica y el control político”.

“México ha tenido cinco Constituciones, la de 1824; la de 1836, conservadora, clerical y centralista; la de 1843, con los mismos sentidos; la de 1857, producto de un pacto entre los diputados, y la vigente hasta ahora de 1917”, dijo.

Mencionó que esta última es considerada la primera Constitución social del mundo, pero “después de casi un siglo de vigencia precaria, hay un claro y avanzado proceso de mutación de la preceptiva constitucional, promovido desde la estructura del poder”.

“Hoy sólo sobrevive un grado del articulado que le dio el constituyente de 1917”, concluyó.

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