Boletín N°. 0350 Reclusas, sin programas reales de reinserción social: diputada Martínez González

• Sufren el abandono de sus familias; deben ponerse en marcha políticas públicas que garanticen sus derechos: Renato Sales, titular de la CNS

• Realizan en San Lázaro el foro “Mujeres privadas de la Libertad”

24-10-2018.- Al participar en la inauguración del foro “Mujeres Privadas de la Libertad”, la diputada Laura Martínez González (Morena), secretaria de la Comisión de Derechos Humanos, afirmó que las reclusas en México carecen de programas reales de reinserción social, además que sufren de saturación y hacinamiento.

“No cuentan con programas de atención física, emocional y de adicciones; además las que están en abandono no tienen una debida asesoría jurídica. Al ser procesadas en cárceles se encuentran en condiciones indignas”, enfatizó

Aseguró que, de acuerdo con informes vigentes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al día de hoy siguen sin atenderse los derechos fundamentales de las reclusas en nuestro país, lo cual, subrayó, es inaudito.

Dijo que la amnistía promovida por el presidente electo, podría beneficiar a reas; sería una salida legal dentro del marco constitucional en pro de los derechos humanos, para aquellos casos que verdaderamente lo requieran, independientemente de las correcciones que deba hacerse al sistema penitenciario.

Además de la condena a purgar en un penal, continuó, sufren todo tipo de vejaciones durante su estancia, llegando incluso a vivir con sus hijos, sin condiciones óptimas mínimas, para su convivencia y hábitat. No se ve la intención del Estado de garantizar el interés superior de la niñez como un derecho fundamental.

El Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, destacó que uno de los principales problemas que vive esa población carcelaria es el abandono por parte de sus familiares, lo que no sucede con los hombres. “El número de visitas familiares y conyugales es dramáticamente menor si se comparan con la de varones”.

Dijo que “es deber del Estado mexicano asegurar que el respeto por el derecho de las mujeres sea real y efectivo, y que el principio de dignidad se aplique en la práctica y sin distinciones”.

Resaltó que entre los desafíos que imperan en el sistema penitenciario mexicano está el de dar prioridad a la seguridad física y psicológica de internos, especialmente a las mujeres.

Aseguró que este encuentro ayuda a centrar la vista en el tema penitenciario, que es fundamental para el entendimiento de las relaciones como personas, particularmente de las mujeres, quienes viven en condiciones de vulnerabilidad.

Areli Rojas Rivera, directora general de “¿Y Quién Habla por Mí?”, coincidió en que las reclusas pueden ser las posibles beneficiarias de la amnistía de la próxima administración federal. “Este foro será la punta de lanza para que, mediante esfuerzos conjuntos, se analicen los casos de las mujeres privadas de la libertad para emprender acciones que les beneficien”.

Pidió hacer una base de datos con los casos susceptibles de ser analizados a la luz de la amnistía, pues “en nuestro país existen alrededor de 10 mil 700 mujeres recluidas, de las cuales más de la mitad son de prisión preventiva”.

Explicó que, usualmente, los esfuerzos para aminorar la violencia contra las mujeres se centran a lo privado o dentro de sus comunidades, pero no apuntan a las que están en cárceles.

En su turno, el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González, indicó que en los CEFERESOS ya hay personal de este organismo, lo que ha ayudado a aminorar las quejas que se presentan; no obstante, aclaró, se deben eliminar los hechos que las generan.

Recalcó que las condiciones en las que viven no deben verse sólo desde un enfoque federal, sino también desde los 32 gobiernos estatales, porque es ahí, según los Datos del Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria, donde se concentra la mayoría de problemáticas que enfrentan.

“Por años se pensaba: ¿para qué invertir en centros penitenciarios?, olvidando la dignidad de esas personas y alentando el rechazo social; ninguna política criminológica será exitosa si olvidamos ese eslabón”, enfatizó.

A esta problemática, continuó, se suma la existencia de niñas y niños que viven junto a sus madres dentro de los penales, en situaciones deplorables y sin que se garantice el interés superior de la niñez. “En 2016, un informe encontró a 417 menores en esta situación”.

Señaló que aunque se ha destacado la necesidad de contar con centros penitenciarios exclusivos para mujeres, sólo existen 17 estatales y uno federal, mientras que hay 159 mixtos con una población de 10 mil 460 mujeres.

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