Boletín N°. 1621 En el Espacio Cultural San Lázaro, realizan segunda sesión del curso “Aproximación a la narrativa de James Joyce”
  • Titulada “La autobiografía en clave en Retrato del artista adolescente”

 

 

  • Se impartió vía electrónica como homenaje al escritor irlandés en el centenario de su novela Ulises

 

12-04-2022.- En el Espacio Cultural San Lázaro se llevó a cabo la segunda sesión del curso “Aproximación a la narrativa de James Joyce”, titulada “La autobiografía en clave en Retrato del artista adolescente”, en el centenario de su novela Ulises.

 

Organizaron esta enseñanza, vía electrónica, el Espacio Cultural San Lázaro, la Biblioteca Legislativa de la Cámara de Diputados y la Biblioteca General del Congreso de la Unión, en el marco del Seminario de Letras de Humanidad.

 

Alejandro Toledo, editor y ensayista mexicano, destacó que la novela “Retrato del artista adolescente”, es una narrativa de iniciación, donde el autor habla de sí mismo, en tercera persona, transformando al protagonista, entre el personaje que inicia la historia al que la termina, más allá del tiempo. La obra plasma valores como la libertad, la lealtad, el amor, es realista llena de simbolismos.

 

“Vemos cómo se conforma la personalidad del creador, es él y sus circunstancias”, en una evolución para convertirse en artista y liberarse de las cadenas que sentía que definían al escritor irlandés: la religión, el nacionalismo y el lenguaje, refirió.

 

En esta obra, agregó, relata sus vivencias como hijo, su familia y la sociedad impregnadas por profundos conceptos moralistas y religiosos, en el colegio jesuita, quien paga su educación, experiencias en el barrio, el deseo de la carne y su deseo espiritual. Plantea la concepción del pecado carnal frente a las creencias religiosas, refirió.

 

Toledo señaló que esta novela lleva a los lectores a ser testigos del proceso de transformación de Joyce, a través de esas crisis del personaje y sus intereses, donde se retrata a los 22 años. Es una novela de iniciación completa, cuya evolución está muy bien explicada y sustentada, convirtiéndose en artista a partir de sus paseos en la ciudad y observando a la muchacha que le gusta.

 

Comentó que el escritor irlandés en esta novela rechaza los caminos que le marcan los jesuitas y también huye de los nacionalistas. Se resiste a servir a la iglesia y a la patria, aunque las presiones fueron muchas no accedió a escribir sobre los temas que ambas instancias le planteaban.

 

Por ello, en toda su obra, Joyce plasma el concepto de parálisis, al que llama las redes, identificando a la iglesia y la patria, así como la concepción de epifanía, denominada como una súbita manifestación espiritual, ya fuere en la vulgaridad de la locución, del gesto o en una faz memorable del mismo espíritu.

 

James Joyce usa el seudónimo Stephen Dedalus, en virtud, de que sus narraciones fueron calificadas escandalosas hace un siglo, y para evitar que su madre, de profunda tendencia religiosa, le pudiera reclamar por los temas y la forma en que escribía.

 

Toledo indicó que en los capítulos finales de “Retrato del artista adolescente”, el autor a través del lenguaje se libera al plantear que para acceder a lo más sublime debe partirse del conocimiento del cuerpo humano para que haya una exaltación del espíritu.

 

De lo carnal surja lo espiritual, en una dupla de subsistencia y estrecho lazo inquebrantable que dibuja la esencia humana, raíz de los escándalos que rodean su narrativa hacia la libertad, consideró Toledo.

 

En una visión global de la novela, plantea la analogía de un huevo en un nido, luego un cascarón que se rompe, el ave que surge torpe, y así hasta el instante en que controla sus articulaciones y su canto, para lograr enfrentarse al abismo. De ser el muchacho educado por jesuitas logra liberarse de muchas cosas que lo atan, de esas redes y crea una primera obra personal, donde plasma sus ansias de expresarse con libertad en todas las vertientes que implican a un niño hacia la adolescencia en medio de los prejuicios sociales.

 

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