Palacio Legislativo 05-03-2014 (Notilegis).- El diputado Ricardo Anaya Cortés (PAN) afirmó que presidir la Cámara de Diputados ha sido el máximo honor de su vida y señaló que siempre procuró representar la unidad de esta soberanía, en su mensaje de despedida tras solicitar licencia al cargo. Destacó que buscó respetar y defender las instituciones del Estado mexicano y “alentar el debate, jamás ahogarlo”. “Ustedes me permitieron conducir históricas sesiones, la de hoy será la última, se ha dicho, y es cierto, que el primer deber es agradecer y yo tengo mucho que agradecer a cada una y cada uno de ustedes”, dijo a los diputados en el Pleno. Agradeció el profesionalismo a los grupos parlamentarios, a sus coordinadores, a la Mesa Directiva, a su equipo de trabajo y a los reporteros de la fuente. “Creo en la libertad, en la tolerancia, en el diálogo y en los acuerdos, y en el reconocimiento a quienes han tenido el valor para ponerse de pie y hablar y mi reconocimiento también para quienes han tenido el valor de permanecer sentados y escuchar”; agregó. Expresó que siempre ha estado orgulloso de su militancia partidista y que desde ese orgullo “procuré serenidad, prudencia e imparcialidad”. Aseguró que se va agradecido, alegre, con muchos amigos y “con más esperanza en el futuro de México que cuando llegué”. “Con todas mis limitaciones hice mi mayor esfuerzo por y representarlos dignamente, a ustedes, a la Cámara de Diputados y al Congreso de la Unión”, externó. Anaya Cortés comentó que falta mucho por hacer, y “lejos de cualquier actitud triunfalista”, mantiene la convicción de que esta legislatura ha escrito ya una de las “páginas más brillantes” de la historia moderna del Congreso. “Despedirse nunca es fácil, asumiré con pasión y con emoción nuevas responsabilidades, pero nunca olvidaré lo que de ustedes y con ustedes aprendí”, señaló a los legisladores El diputado panista resaltó que en la Cámara de Diputados aprendió que quienes piensan diferente “no son enemigos, el valor de tener amigos valientes y leales y el valor de tener adversarios que cuestionen nuestras propias certezas”. Agradeció también a su esposa Carolina y a sus tres hijos, Santiago, Mateo y Carmen, y subrayó que se va con “la frente en alto” y que el honor de ser presidente de la cámara baja lo “guardará celosamente, porque sé que no es sólo mío, sino de nosotros cinco”. AMR/JGM |