Palacio Legislativo, 15-10-2014 (Notilegis).- Académicos y especialistas coincidieron en que se requiere un programa integral para el agro, pues de lo contrario cada vez más jóvenes abandonarán sus comunidades y podrían ingresar al narcotráfico por ser víctimas de violencia e inseguridad. Abordaron este tema durante la presentación del libro “Campo mexicano: Entre el olvido y lo posible”, evento organizado por el Comité del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop). El diputado Sebastián Alfonso de la Rosa Peláez (PRD), presidente del comité del Cesop, dijo que México necesita un programa contra el hambre en el campo, ya que “la pobreza no se resuelve con discursos ni buenas intenciones”. Resaltó que el libro contiene un análisis con visión hacia nuevas políticas gubernamentales que garanticen seguridad alimentaria para los mexicanos. El coautor de la obra, publicada por la Universidad Autónoma Chapingo, Carlos Ricardo Menéndez Gámiz, señaló que hay una pérdida de rentabilidad en las cadenas agroalimentarias. El campo dejó de ser productor para convertirse en importador de alimentos como cereales y cárnicos, lo que impacta en las condiciones de nutrición y seguridad alimentaria, sostuvo. Víctor Herminio Palacio Muñoz, también coautor del libro, opinó que el narcotráfico sólo espera a que los jóvenes abandonen el campo para ingresarlos a sus filas, mientras las niñas, niños y mujeres se hacen cargo de los cultivos, por lo que se requiere un cambio en la política económica, ya que por cada peso que se les paga a los campesinos, ellos generan entre 10 y 12 pesos. El director de la División de Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, Héctor Bourges Rodríguez, explicó que al abandonar el financiamiento al campo no se genera seguridad alimentaria y, por ende, se incrementa la desnutrición, que no se corrige con programas asistenciales. El presidente de la Academia Nacional de Planeación de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Hugo Castro Aranda, planteó que la ciencia y tecnología son elementos para combatir el hambre en México, y aseguró que las grandes empresas trasnacionales y financieras intervienen en el precio de los productos y se basan en el consumo de comida chatarra. El director general del Instituto de Planeación de Desarrollo, Roberto Guadarrama Sistos, indicó que en la actualidad el campo mexicano no tiene ventaja en la producción del maíz. Esto es aberrante, resaltó, no somos eficientes ni competitivos; por el contrario, importamos de Estados Unidos. El director de Apoyos y Servicios a la Producción en Sinaloa, Adalberto Mostieles Ibarra, coincidió en que se requiere una reforma estructural del campo, porque los jóvenes buscan otras oportunidades y cada vez más migran al extranjero o a las ciudades, agrandando la pobreza de las urbes. El vicepresidente ejecutivo del Centro de Estudios Estratégicos Nacionales, Alberto Montoya Martin del Campo, destacó que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte no es un paradigma de desarrollo de México, sino un modelo de dominación colonial en la alimentación y en el desarrollo de México como Estado-nación. Informó que en el país sólo el 8.0 por ciento de los productores del campo tiene acceso a un crédito, mientras que en Estados Unidos se cubre el 100 por ciento. Aseveró que esta condición lleva a una falta de perspectiva en el sector; por ello, dijo, los jóvenes migran y son víctimas de una violencia multinacional, porque no tienen que comer ni acceso a la educación, son violentados en sus comunidades y padecen inseguridad que los lleva a formar parte del narcotráfico. RED/JGM |