Palacio Legislativo 07-06-2016 (Notilegis).- Legisladores, funcionarios y organizaciones de la sociedad civil, urgieron al Congreso de la Unión a que impulse y apruebe reformas a la Ley General para el Control del Tabaco (LGCT), a fin de que México se sume a los 14 países de América Latina libres de humo de tabaco.

Tras la firma del Convenio Marco para el Control del Tabaco, de la Organización Mundial de la Salud (CMCT-OMS), en 2004, México ha alcanzado varios logros en la materia, pero falta mucho por hacer, aseguró la diputada Maricela Contreras Julián (PRD), al inaugurar en San Lázaro el Encuentro Latinoamericano de Líderes en el Control del Tabaco.

Señaló que existen muchas razones para que el Poder Legislativo “asuma el compromiso de modificar la Ley General del Tabaco y sumarse a la serie de países que combaten la epidemia del tabaquismo, a través de prácticas que garantizan el derecho a la salud de la población”.

“Hay varias iniciativas en este Congreso que tienen que ver con las acciones contenidas en el Convenio Marco para el Control del Tabaco, y son fundamentalmente los espacios 100 por cinto libre de humo de tabaco y un empaquetado sin publicidad de las cajetillas de cigarro”, dijo.

Luz Myriam Reynales Shigematsu, jefa del Departamento de Investigación sobre el Tabaco, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), indicó que la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos 2015, tomando como referencia la de 2009, reveló que actualmente existen en el país 14 millones de fumadores, de los cuales 10 millones son hombres y cerca de 3.8 millones mujeres.

Agregó que la exposición al humo de tabaco se mantiene muy alta todavía dentro de la población, siendo de 72 por ciento en los centros nocturnos y 42 por ciento en las universidades.

Lamentó que el ejercicio arrojara que “la edad promedio de inicio de fumar de la población, disminuyó tanto en hombres como en mujeres”.

Asimismo, sostuvo que tras el reciente “incremento de los impuestos a los productos del tabaco, se tuvo una recaudación cercana a los 160 mil millones de pesos”, que podrían, dijo, utilizarse para combatir el problema.

Reynales Shigematsu marcó tres ejes fundamentales que se deben poner sobre la agenda: lograr que la ley sea integral, libre de humo de tabaco 100 por ciento en todos los lugares públicos; incrementar los pictogramas, con uno que abarque más del 50 por ciento como tal, y apoyar la legislación en términos de prohibir toda la publicidad, la venta de cigarros a menores y la venta de cigarros sueltos.

Vera Luiza Da Costa, jefa de la Secretaría del Convenio Marco para el Control del Tabaco, de la OMS, planteó la necesidad de juntar esfuerzos con los gobiernos, para contrarrestar la industria tabacalera en el país y en el mundo.

“No es un privilegio de México tener una industria tabacalera que intenta todo lo que puede para evitar reglamentaciones y la implementación del tratado”, sentenció la funcionaria.

Explicó que la industria tabacalera es muy agresiva y hace un asedio a los gobiernos y a la sociedad, al implementar medidas que van en contra de la salud pública de la ciudadanía, así como buscar su permanencia y expansión en el mundo.

“No es solamente el uso directo del tabaco. La industria es muy agresiva al intentar poner en el mercado nuevos productos y la base de este proceso es que el uso del tabaco en cualquier forma sea un éxito y pueda seguir existiendo en las sociedades de una forma impune, sin ningún tipo de reglamentación”, acusó.

El comisionado Nacional Contra las Adicciones, Manuel Mondragón y Kalb, dijo que en el país deben estar convencidas la autoridades correspondientes y la sociedad para llevar a cabo acciones en la materia.

El funcionario federal instó al Congreso de la Unión a apoyar las reformas a la Ley General para el Control del Tabaco.

El director para Latinoamérica de la Alianza para el Convenio Marco del Control del Tabaco, Eduardo Bianco, entregó, en representación del Congreso Mundial de Cardiología y Salud Cardiovascular, firmas para exhortar al gobierno federal y al parlamento de México a transformar al país en un lugar 100 por ciento libre de humo.

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