Palacio Legislativo, 15-03-2017 (Notilegis).- La Comisión de Economía, presidida por el diputado Jorge Enrique Dávila Flores (PRI), aprobó con modificaciones la minuta enviada por el Senado, para permitir que la inversión extranjera aumente de 25 a 49 por ciento en el transporte aéreo nacional, en aerotaxi y traslado especializado. Asimismo, se adecúa la reforma al artículo 7 de la Ley de Inversión Extranjera a los términos utilizados en la Ley de Aviación Civil, a fin de facilitar los esquemas jurídicos que alienten la captación de recursos provenientes del exterior para esta industria. Dávila Flores precisó que con esta modificación se establece que los servicios de transporte aéreo nacional regular y no regular; de transporte aéreo internacional no regular en la modalidad de taxi aéreo, y de transporte aéreo especializado, sean las modalidades que podrán captar mayor porcentaje de capital externo. El dictamen resalta que hace casi 24 años se fijó un máximo de 25 por ciento para que la inversión extranjera participara en el transporte aéreo nacional; sin embargo, hoy “resulta anacrónico y poco conveniente para el sector y la economía nacional. El límite actual vigente puede considerarse como un factor que entorpece el crecimiento de las empresas nacionales, las cuales han mostrado resultados positivos en los últimos años”. Asignar un nuevo límite de 49 por ciento en ese tipo de inversión es muy conveniente, ya que “serán los empresarios mexicanos los que tengan la mayoría de votos en la toma de decisiones”, precisa. El documento destaca que México es uno de los países que restringe en mayor medida la inversión extranjera en estos rubros, mientras que otras economías, incluso de menor tamaño, han decidido abrir el sector aéreo a esta opción, con el propósito de obtener mayores beneficios y brindar mejor servicio con costos menores. Negociación de Estado en el TLCAN Bernardo González Aréchiga, rector de la Universidad del Valle de México (UVM), expuso a los integrantes de la Comisión de Economía el análisis de 17 retos y riesgos que enfrenta México ante la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y siete estrategias factibles de seguir en ese proceso. El diputado Dávila Flores señaló la relevancia de que los legisladores tengan acceso a la información completa e interesante que presenten académicos y especialistas en el tema. Pidió que sus homólogos revisen y estudien detenidamente los retos, riesgos y propuestas ante la negociación del tratado. A su vez, el diputado Vidal Llerenas Morales (Morena) planteó los riesgos de que Estados Unidos cambie las políticas de regulación financiera, fiscal e incluso de drogas, y se actúe de forma reactiva asumiendo muchos peligros con la modificación de estrategias en el país. ¿Cuál es el momento inteligente de decir ya no queremos un tratado y optar por los acuerdos comerciales con otras naciones, debido a que no se observa un trato justo?, cuestionó, y planteó la posibilidad de establecer una política industrial más agresiva que apuntale la competitividad de México. El diputado del PRI, Juan Antonio Ixtlahuac Orihuela, señaló que el tratado es un elemento neurálgico en la discusión pública de México, y refirió que en virtud del proceso electoral y la transición, el diálogo político no será el mismo y puede llevar a empantanar ciertas posiciones del gobierno mexicano. “Es aquí donde el Poder Legislativo y los sectores económicos y sociales deben mantener su fuerza junto con el Ejecutivo, para que el país vecino no vea debilidad en el gobierno mexicano en el nuevo diálogo debido a las elecciones”. Consideró que ha faltado trabajar de manera conjunta en el Poder Legislativo para fijar una postura que impacte en el Congreso estadounidense. Señaló la importancia de que los legisladores tengan información fresca de los académicos, a fin de conocer alternativas de conocimiento que eviten empantanar la dinámica del proceso. El rector González Aréchiga apuntó que “México necesita tener una negociación de Estado en el TLCAN, sin oportunismo político por la transición de 2018, ya que el tratado no va a esperar a que haya un nuevo gobierno. Necesitamos tener un diálogo que permita negociar desde una posición racional, fuerte y fundada, lo cual es sumamente difícil en las condiciones actuales, porque es muy tentativo criticar cualquier propuesta y lograr una visión integral”. Lo más sabio, apuntó, es minimizar el costo de la negociación y salvar lo más posible que beneficie al país, sin un debate político destructivo, sino sólido, inteligente, ordenado y creativo, mediante un acuerdo integral mediante un pacto. “Si somos capaces de negociar con esta administración pública, vamos a ser más fuertes y eso es lo que se debe buscar”. Propuso defender prioritariamente a los migrantes, como tema central de la política pública mexicana para atender a la gente por encima de otros rubros. “La gran dificultad es utilizar esta coyuntura con oportunismo político, sin darle atención a los intereses ciudadanos”. Dijo que se requiere generar una discusión madura y establecer una estrategia de negociación que no sea torpedeada en el país y que todos se pongan de acuerdo. Descartó la cancelación del TLCAN, debido a los beneficios económicos que han obtenido diversos estados de la Unión Americana. Sostuvo que México tiene que ser muy racional y tener presente que el TLCAN es un dato adicional en la definición de la política pública. “Es un elemento muy importante, pero no es el decisivo en la relación bilateral con Estados Unidos. Debe evitarse desatender otros aspectos, como el fiscal, financiero y política de drogas”. Recomendó evitar una sobrerreacción que provoque cambiar una política pública mexicana de forma apresurada e irracional; por ello, agregó, debe evaluarse una matriz de riesgo, para entender cómo evoluciona la postura de Estados Unidos, ya que muchos empresarios han ganado con el TLCAN, donde el comercio con México es el segundo en importancia. Consideró la conveniencia de que el Poder Legislativo logre una postura conjunta y aliente mayor cercanía con el Congreso de Estados Unidos, para identificar coincidencias e intercambiar información, así como ser reciproco en las decisiones, como el gravar con el 2 por ciento las utilidades de las empresas norteamericanas en México, si aplican igual porcentaje a las remesas. RED/HSF |