Palacio Legislativo, XX-02-2017 (Notilegis).- La Cámara de Diputados aprobó un dictamen que reforma la Ley de Ciencia y Tecnología, para incluir como política de Estado el impulso a la investigación científica sobre resiliencia y reducción de riesgos para casos de desastres naturales y antropogénicos (causados por el ser humano). El documento surge de una iniciativa que la diputada Mirza Flores Gómez (MC) presentó el 29 de abril de 2016, adiciona una fracción IX al artículo 2 de esa ley, se aprobó por unanimidad, con 399 votos a favor, y se turna al Senado de la República para su análisis y eventual ratificación. Actualmente, el artículo 2 establece ocho bases para una política de Estado que sustente la integración del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación; y con la modificación se adicionaría una novena, que a letra dice: “IX. Impulsar el desarrollo de las vocaciones y capacidades científicas, tecnológicas y de innovación con el objetivo de fortalecer el conocimiento y la investigación de la resiliencia y reducción de riesgos para el caso de desastres naturales y antropogénicos”. En su exposición de motivos, la diputada señaló que el fenómeno de cambio climático “nos impone la necesidad de planear a largo plazo y actuar inmediato para adaptarnos ante los impactos potencialmente adversos". Comentó que el cambio climático y los desastres naturales derivados de éste conllevan problemas sociales, económicos y ambientales que afectan a la población, infraestructura y sistemas productivos. La Comisión de Ciencia y Tecnología refirió que México se comprometió a aprobar un marco jurídico para la reducción de riesgos, en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada en marzo de 2015, en la localidad de Sendai, Japón. Señaló que el Estado tiene la responsabilidad de reducir los riesgos de desastres, pero se trata de una responsabilidad compartida con los actores pertinentes, entre ellos los gobiernos estatales y el sector académico. “En ese sentido, el sector académico, las entidades y redes científicas y de investigación deben centrarse en factores y situaciones hipotéticas de riesgo de desastres, incluidos los riesgos emergentes, a mediano y largo plazo”, sostuvo. HSF/JGM |