Palacio Legislativo 09-08-2017 (Notilegis).- Investigadores y representantes de organizaciones de la sociedad civil plantearon hacer más estricta la regulación de la publicidad de alimentos denominados “chatarra� e implementar un etiquetado frontal nutrimental más comprensible para la población, en los productos, a fin de proteger a los niños de un ambiente obsogénico.

Durante la “Mesa de trabajo para discutir los derechos de los niños en México frente al ambiente obesogénico�, se pronunciaron por elevar el impuesto a las bebidas azucaradas, para reducir su consumo y beneficiar, principalmente, a las comunidades con menos recursos.

La coordinadora de la Coalición ContraPESO, Yarishdy Mora Torres, sostuvo que el objetivo es poder contar con la visión de la academia y las organizaciones sociales, a fin de poder construir, en conjunto con legisladores, una amplia agenda que vaya encabezada con objetivos comunes.

Florence Theodore Lise, investigadora en ciencias médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), propuso reforzar la regulación de la publicidad en la televisión, horarios y programas, incluso cuando esté insertada en la trama del programa, así como en las redes sociales y páginas web.

Asimismo, ampliar la edad de los menores a proteger y prohibir técnicas de marketing que influyen potencialmente sobre los niños, como el uso de personajes de caricaturas o superhéroes.

Dijo que el diseño de la regulación en México en cuanto a la publicidad, se distancia mucho de las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud, en términos de población cubierta, criterios de población y de estrategias de marketing.

“Los niños están expuestos a un enorme universo de publicidad de alimentos y bebidas no recomendables, en medios tradicionales y digitales, y mucha de ella no tiene ningún tipo de regulación�, señaló.

La especialista añadió que existe una emergencia de publicidad en redes sociales y páginas web que tiene una gran potencial, derivado de las estrategias de marketing, que hacen a la publicidad más eficaz y agresiva, para la cual no hay nada de protección.

Lizbeth Tolentino Mayo, también investigadora del INSP, resaltó la importancia de aplicar una alternativa de etiquetado frontal en productos industrializados susceptible de ser comprendido y utilizado por un amplio sector de la población, para que sea una estrategia de política pública.

“El etiquetado frontal de alimentos se ha reconocido como una herramienta que tiene el potencial de influir en la elección de los alimentos hacia productos más saludables, así como para promover la reformulación de alimentos procesados�, explicó.

Sin embargo, expuso que el etiquetado frontal que se utiliza actualmente en alimentos empaquetados, que es el GDA (Guía Diaria de Alimentación), está basado en el consumo calórico y de acuerdo a los resultados, más del 90 por ciento de la población no sabe cuántas calorías debe consumir al día.

La experta comentó que también se aplica el Sello Nutrimental, que distingue a los alimentos más saludables, pero sólo en cuatro productos de Liconsa.

“El etiquetado actual no contribuye a apoyar a la población para que tome elecciones más saludables porque es un esquema complejo, el cual, además de saber leer, requiere conocimientos matemáticos�, asentó.

Tolentino Mayo dijo que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, sólo 17.5 por cientos de la población a nivel nacional lee el etiquetado nutrimental de los productos y conoce la cantidad de calorías que debe consumir. Además, leen la tabla nutrimental, que es la que viene en la parte posterior de los productos y luego el GDA (calorías).

Ana Larrañaga Flota, educadora en diabetes e integrante de la Coalición ContraPESO, afirmó que para fortalecer la política fiscal, se requiere asegurar un ajuste del impuesto de acuerdo con la inflación, incrementar el gravamen de las bebidas azucaradas a por lo menos 20 por ciento, que serían dos pesos por litro.

“Buscamos una medida fiscal para productos dañinos a la salud, porque la población con menos recursos es la más vulnerable en cuanto a no tener un manejo adecuado de su salud o enfermedad y menor acceso a centros de salud y medicamentos�, indicó.

Refirió que impuesto actual de 10 por cientos, es decir, un peso por litro, a bebidas azucaradas, ha reflejado una reducción en el consumo de cerca de 9.7 por ciento entre 2014 y 2015, lo que beneficia a la población con menos recursos.

Larrañaga Flota se pronunció por contar con un etiquetado frontal nutricional en productos industrializados que sea probado en la población mexicana, en términos de entendimiento y basado en criterios nutrimentales recomendados por la OMS y OPS, que son libres de conflicto de interés y tiene respaldo científico.

El coordinador de la organización La Alianza por la Salud Alimentaria, Alejandro Calvillo, planteó la necesidad de regular los alimentos en escuelas, prohibir la publicidad de la comida chatarra dirigida a niños, implementar bebederos con sistemas de filtración en escuelas y espacios públicos, así como dar incentivos para la producción y comercialización de frutas y verduras.

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