Palacio Legislativo, 23-04-2019 (Notilegis).– La ciudadana Elda Mizraim Fernández Acosta, originaria de la región de la Huasteca y hablante del idioma tének, planteó al Pleno de la Cámara de Diputados legislar en favor de la vida y abrogar las leyes que permiten el despojo y la privatización de recursos naturales. “El pueblo tének es vasto en conocimientos tradicionales, y mantenemos un vínculo muy fuerte con nuestra Madre Tierra, con la naturaleza y con todo aquello que nos da vida”, dijo en el marco de 2019 Año Internacional de las Lenguas Indígenas, declarado por la Organización de la Naciones Unidas (ONU). “Hoy pido a las y los representantes de los habitantes de México, la protección de nuestro territorio, el respeto a nuestra autonomía y libre determinación; reclamamos que legislen a favor de la vida; exigimos la abrogación de la ley energética y demás leyes que sólo buscan el despojo y la privatización de nuestros recursos naturales”, enfatizó. La ciudadana hizo uso de la tribuna al inicio de la sesión del Pleno, de conformidad con el acuerdo aprobado el pasado 6 de febrero, que establece que cada semana una persona hablante de un idioma indígena hará uso de la palabra para reconocer, proteger y promover la preservación, desarrollo y uso de las lenguas indígenas nacionales. La traducción se publicó en la Gaceta Parlamentaria. Fernández Acosta subrayó que el sistema capitalista, “los empresarios, en complicidad con los gobiernos, llegan a nuestras comunidades con un discurso de progreso, desarrollo, mercado y, con toda libertad, se posesionan de nuestros territorios y recursos naturales. Siempre acechando a nuestra lengua, nuestra forma de nombrar el universo”. “En nuestra región, existen minas, termoeléctricas, fábricas, ingenios, jugueras y la distribución de semillas transgénicas que enferman y dañan a nuestra Madre Tierra, contaminan el agua, el aire, matan a los animales y toda la vegetación, sin que autoridades intervengan para contrarrestar la contaminación y los problemas que ocasionan”, expuso. Apuntó que “un proyecto que contamina, que seca nuestros ríos, que acaba con la vida de plantas, bosques, animales e incluso nosotros, no es un proyecto de desarrollo y esto nos da el motivo suficiente para defender con nuestra propia vida, si es necesario, toda práctica criminal que ocasione la destrucción de nuestras tierras, de nuestras aguas y de nuestra vida”. Agregó que los pueblos indígenas no están en contra del desarrollo, “pero queremos un desarrollo también visto desde nuestras distintas visiones, desde nuestra forma de concebir el mundo, pero sobre todo queremos un desarrollo que nos garantice un planeta sano para nuestro futuro”. Fernández Acosta comentó que el idioma tének tiene una antigüedad de más de 3 mil 500 años, su territorio abarca lo que hoy se conoce como la Huasteca, que ocupa seis estados y es considerado como una de las culturas madre. HSF |