- La economía en 2011 fue menos productiva que la de 1980
- Presentan libro “Competitividad acelerada para países con escasos recursos”
19-03-2014.- Durante la presentación del libro “Competitividad acelerada para países con escasos recursos”, el diputado Adolfo Orive Bellinger (PT) afirmó que el problema de la falta de crecimiento de la economía mexicana viene desde hace más de 30 años, pues tan sólo en 2011 era menos productiva que la de 1980. El presidente de la Comisión de Competitividad refirió que de 1981 a 2011, Chile creció a una tasa promedio de 4.9 por ciento, porque tenía un incremento de productividad del 1.1 por ciento; en Irlanda, la proporción era de 4.2 y 1.9 por ciento, respectivamente, y en Corea de 6.2 y 2.4 por ciento. Mientras, México nada más creció 2.4 por ciento anual por un decrecimiento de la productividad de menos 0.7 por ciento, durante el mismo periodo. En contraste, continuó, la economía no tuvo esos porcentajes de 1950 a 1980, sino al revés; es decir, creció más de 6.5 por ciento por un incremento de la productividad de más del 3 por ciento. Asimismo, dijo, la brecha tecnológica que se tenía con Estados Unidos se iba cerrando, mientras que de 1980 a la fecha se ha ido ampliando. “Nuestra distancia con los países desarrollados es cada vez mayor”, subrayó. Orive Bellinger mencionó que la inmensa mayoría de los 5.1 millones de empresas que existen en México son micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y, aun si se les incrementara su capacidad tecnológica, solas no podrían ser competitivas ante las grandes empresas de los mercados globales. “Tenemos que atacar la poca productividad de las Mipymes, no solamente mejorando su capacidad tecnológica y organizacional, sino integrándolas a las grandes empresas, para que puedan formar cadenas de valor como funcionan todas las grandes empresas del mundo”, dijo. Consideró que la investigación y la innovación tienen que estar ligadas a la planta productiva. “Todas las empresas grandes del mundo y todos los países emergentes tienen innovación aplicada”. Asimismo, agregó, se deben investigar polos de desarrollo y tener una Ley de Planeación a 20 o 30 años de plazo. Octavio Ábrego Ayala, autor del libro, explicó que trató de hacer un resumen de lo que significa la competitividad para un país y cuáles son los insumos o qué la alimenta, así como identificar los productos o resultados de esa competitividad. Subrayó que prácticamente todos los sectores sociales tienen un papel a desempeñar en la competitividad. Lo primero que necesita un país es tener un gobierno eficiente y eficaz; participación comunitaria, mejora regulatoria y flexibilidad laboral; un incremento de la productividad, de la calidad y de la innovación, así como un Estado de derecho y un marco normativo adecuado. Además, agregó, unas finanzas públicas e institucionales fuertes, reformas estructurales, estabilidad macroeconómica y política, mano de obra técnica calificada, un comercio internacional intensivo, sustentabilidad ambiental de todas las acciones y unos recursos e infraestructura optimizada. “Todos éstos serían los alimentos de la competitividad”, indicó. Recalcó que al ser más competitivos, los costos de producción serían menores, se atraerían inversiones y talento, habrán mejoras en el empleo y se fomentarían las cadenas de producción; se aprovecharían las ventajas territoriales que tiene México como los grandes recursos naturales y la posición estratégica en el continente; la eficiencia de los recursos públicos sería mayor y se tendría un mejor bienestar social. “Necesitamos hacer un alto en el camino, en una caída que hemos tenido en la competitividad. Si permitimos que el descenso siga al ritmo que va, vamos a tener un decrecimiento o un empobrecimiento de todos los mexicanos; el nivel de vida va a encarecerse de manera notable y vamos a alejarnos más del desarrollo”, puntualizó. El director general del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias, Sami David David, señaló que uno de sus propósitos de esta institución es alentar proyectos editoriales que puedan inscribirse en las agendas política nacional y legislativa del país y que sean de la mayor importancia, por más complejos que éstos sean. Por su parte, el director general del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, Raúl José Mejía González, indicó que este esfuerzo del maestro Ábrego Ayala coincide perfectamente y compagina con los esfuerzos que están haciendo los legisladores de todas las fracciones parlamentarias en estos meses, para transformar al país, a través de las reformas estructurales. Refirió que la productividad en nuestro país en los últimos años ha sido negativa y que el reto es hacerla positiva en los próximos años. Ese es justamente el proceso de transformación de nuestra nación, enfatizó. Esta transformación en lo económico, explicó, va emparejada con el enfoque multifuncional del autor, es decir, no solamente es un tema económico sino también de Estado de derecho, social, político y de regulación. -- ooOoo -- |