12-01-2015.- El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados se manifestó por hacer un llamado a un uso racional y eficiente del agua en los centros urbanos, sobre todo en las megalópolis donde las fugas son una constante. Planteó la utilización de nuevos materiales para la conducción del vital líquido que eviten fugas y perforaciones por resblandecimiento del suelo y la presencia de minerales corrosivos. Advirtió que en los últimos 60 años, se ha presentado una tendencia decreciente de disponibilidad de agua, por el incremento acelerado de la población que de 1950 a 2006 aumentó en un 408.4 por ciento. A través del documento “El agua, uso racional y eficiente” publicado en su página de Internet, el CEDRSSA indicó que en promedio anualmente México recibe alrededor de 1.51 billones de metros cúbicos de agua en forma de precipitación. De esta agua, el 72.5 por ciento se evapotranspira y regresa a la atmósfera; 25.6 por ciento escurre por los ríos o arroyos, y 1.9 por ciento restante se infiltra al subsuelo y recarga los acuíferos. De tal forma, expuso que anualmente el país cuenta con 465.137 mil millones de metros cúbicos de agua dulce renovable, a lo que se denomina disponibilidad natural media. El CEDRSSA precisó que la disponibilidad natural media per cápita ha presentado una tendencia decreciente en los últimos 60 años, pasando de 18,035 metros cúbicos por habitante al año en 1950 a tan solo 4,416 en el 2006, es decir, en un lapso de 56 años se ha perdido el 75.52 por ciento de la disponibilidad media per cápita. Expresó que los usos para consumo por entidad federativa reflejan claramente el predominio de las actividades agropecuarias; sin embargo, llaman la atención que en el Distrito Federal un 97 por ciento se destina al abastecimiento público y que en los consumos de Guerrero el 74.4 por ciento del volumen concesionado se destina a la termoeléctrica. En el documento, el Centro de Estudios subrayó que el principal uso del agua en México es el agrícola, el cual se refiere principalmente al líquido utilizado para el riego de cultivos, y la superficie dedicada a las labores agrícolas en el país varía entre los 20 y 25 millones de hectáreas, con una superficie cosechada de entre 18 a 22 millones de hectáreas por año. Mencionó que la superficie de riego del país es actualmente de 6.4 millones de hectáreas, lo que coloca a México en el noveno lugar mundial en términos de superficie con infraestructura de riego. El 54 por ciento de la superficie bajo riego corresponde a 85 distritos de riego y el 46 por ciento restante a más de 39 mil unidades de riego. Además, expone que en el uso agropecuario si la disponibilidad es baja y el manejo del agua es deficiente por pérdidas, se vuelve imperativo emprender programas de uso eficiente y de tecnificación para un mayor y mejor aprovechamiento del agua. Relató que en el país la superficie potencialmente irrigable alcanza los 9.766 millones de hectáreas que significa aproximadamente una tercera parte de la superficie cultivable; sin embargo, sólo se cuenta con infraestructura de riego en 6.4 millones de hectáreas. Es decir, añadió, el 33.3 por ciento de la superficie potencialmente irrigable carece de infraestructura de riego, un gran porcentaje (79.7) de la irrigación hidragrícola se realiza mediante los sistemas de gravedad y sólo el 20.3 por ciento se basa en el uso de tecnologías presurizadas. De igual modo, el CEDRSSA precisó que de acuerdo con los Censos de Captación, Tratamiento y Suministro de Agua realizados por el INEGI a los organismos operadores del país, se determinó que en el 2003 el 82 por ciento del agua suministrada por las redes de agua potable fue para uso doméstico y el 18 por ciento restante para industrias y servicios. Añadió que comparando los datos de 1998 con los de 2003 de los Censos, se observa que en estos cinco años el volumen de agua empleado por los organismos operadores se incrementó en 22 por ciento. Un dato relevante, puntualizó, es que en el año 2003 el porcentaje de agua facturada respecto al total de agua empleada por los organismos operadores fue del 49 por ciento, lo que indica que el restante 51 por ciento del volumen se perdió en fugas, fue objeto de tomas clandestinas o bien correspondió a deficiencias en el padrón de usuarios. -- ooOoo -- |