• La propuesta podría presentarse hasta el próximo periodo ordinario de sesiones
• No es una utopía detonar el crecimiento del país con estas alternativas productivas: Torreblanca Engell

07-11-2015 El diputado Santiago Torreblanca Engell (PAN) impulsa la construcción del primer código de economía social en México, que agruparía a toda la legislación en la materia, como la de fomento cooperativo y micro financiamiento, a través de financieras populares y cajas de ahorro, para garantizar el acceso al crédito a nuevas empresas solidarias y a las ya existentes.

Torreblanca Engell, secretario de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social, afirmó que contar con un solo instrumento jurídico para impulsar a este sector productivo, evitaría la dispersión y propiciaría mecanismos más claros y ágiles que abatan procesos complicados para abrir una cooperativa, y con ello incorporar a más negocios a la formalidad.

Por la magnitud del trabajo parlamentario que requiere diseñar un código de esta naturaleza, la iniciativa podría presentarse hasta el próximo periodo ordinario de sesiones de la actual legislatura, es decir, a partir de febrero de 2016, ya que deberá contener todo el espectro de la economía social, desde el fomento al cooperativismo hasta el financiamiento a la base eventual de socios, explicó.

Consideró factible que un proyecto legislativo de esta índole se presente por todos los integrantes de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social, en virtud de su importancia e impacto en el quehacer productivo; además, agregó, porque es una alternativa viable para generar empleos formales.

Refirió que actualmente existen por lo menos cuatro ordenamientos que regulan la actividad de las empresas solidarias, como las leyes de Fomento Cooperativo, de la Economía Social y las de financieras populares y cajas de ahorro, las cuales son factibles de agrupar para facilitar a las personas los mecanismos para abrir negocios. “Se requiere unificar a la economía social en un solo marco jurídico”, indicó.

Comentó que el régimen jurídico existente en la materia excluye a la mitad de la sociedad, ya que no se tienen los requisitos adecuados que permitan acreditar a muchas personas su propiedad en bienes raíces y convertirse en sujetos de crédito, y en esa medida respaldar su participación en un negocio. Al carecer de este requisito, señaló, optan por trabajar en la economía informal.

“Debe reconocerse que la gente produce y mucho, que es propietaria y aporta, pero parece que vivimos en un mundo donde las leyes son para unos y otros no. Son los mecanismos de participación social los que permiten a un trabajador insertarse a la economía formal, y solidariamente crear una ingreso y un capital, mediante la apertura de una cooperativa, la cual va a contribuir a detonar la economía mexicana”, destacó.

Aseguró que “detonar el crecimiento nacional, a través del cooperativismo y la economía social, no es una utopía. Tenemos ejemplos de éxito en México que deben secundarse, también en España y Colombia”, indicó.

Pero sostuvo que falta capacitar a la gente y enseñarle que existe otro mecanismo de formalidad para crear negocios productivos como el cooperativismo, ya que los emprendedores no identifican nuevas alternativas por desconocimiento.

“Se requiere llevar a la gente de la mano; tiene el talento, únicamente hay que enseñarle cómo formar empresas. Debe instruírsele a ser formal, para que se convenza de que así ganará. Los emprendedores no se suman al mercado regular con empresas solidarias, porque no saben cómo hacerlo y permanecer en la competencia”, explicó.

Torreblanca Engell convocó a “pensar en grande” con el cooperativismo y la economía social mexicanas, las cuales van de la mano del financiamiento, en virtud del elevado potencial de desarrollo que tienen, para captar el talento de la gente e impulsar el crecimiento integral del país.

Comentó que hay que buscar verdaderos esquemas de financiamiento que permitan detonar la base de los potenciales empresarios, para crecer verdaderamente.

Por ello, dijo, se requiere un instrumento jurídico que englobe todos estos propósitos y perspectivas para convertir a la empresa solidaria en una alternativa real de negocio con normas legales unificadas.

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