• Realizan en Ciudad Universitaria seminario para analizar situación actual de zonas metropolitanas y agrarias

22-09-2015.- Con el objetivo de generar propuestas que ayuden al Legislativo en la toma de decisiones que impacten las distintas dimensiones sociales de México, así como la búsqueda de una auténtica sustentabilidad, inició el XXV Seminario de Economía Urbana y Regional.

El evento, organizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), así como por el Instituto de Investigaciones Sociales y el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, ambos de la máxima casa de estudios, busca exponer los escenarios actuales de las zonas metropolitanas, sus colindantes y su población.

El director de Estudios Sociales del CESOP, Francisco Sales Heredia, explicó los diversos contrastes que existen entre las regiones del país, principalmente en el sureste, así como la diferencia entre sus poblaciones, las cuales, explicó, tienen diferentes necesidades, a pesar de encontrarse cercanas una de otra, y pueden ser pasadas por alto en la aplicación de una política general.

Sin embargo, continuó, existen grandes similitudes entre los pobladores del norte y el sureste de México, y subrayó que en la región peninsular se mostró mayor cohesión social.

“Las diferencias entre los campechanos y los de Matamoros no son tan grandes, nuestra sociedad tiene respuestas muy similares, por eso hay que acercarse más a ella”, planteó.

Al hablar de “Las Políticas Territoriales en el Sureste de México y su Influencia en las Transformaciones Urbanos-Rurales”, destacó el caso de Cancún y Mérida, que han sido los principales polos de desarrollo en los últimos 20 años en la región, mientras que el resto de las ciudades peninsulares “ha crecido poco y mal”.

“¿Cómo marcar la diferencia entre regiones para que sean herramientas metodológicas que sirvan para redirigir la política pública y el trabajo legislativo?”, indicó.

Carlos Bustamante Lemus, coordinador del seminario realizado en Ciudad Universitaria, refirió que este ejercicio se realiza desde el año de 1986 y comenzó con el tema: “A un año de los terremotos del 85”, en el que se analizó el deterioro económico, social y político después de este suceso que marcó los años 80s.

“Era un aporte al proceso de reconstrucción que incorporaba a los sectores sociales frente a los intereses depredadores que buscaban su peculiar beneficio”, explicó.

Mencionó que en los anteriores seminarios se han abordado asuntos que buscan responder a la problemática estructural de las ciudades mexicanas, así como los nuevos temas: la falta de atención al campo mexicano, los asentamientos irregulares y la revisión de programas sectoriales y sociales.

Respecto a la cooperación con el sector académico, afirmó que “la UNAM ha hecho enormes aportaciones al desarrollo de nuestro país. Recoger esos elementos sustantivos es fundamental para el CESOP y para la producción legislativa”.

Por su parte, la coordinadora de Humanidades de la UNAM, Esthela Morales, quien inauguró el evento, sostuvo que con este ejercicio la Máxima Casa de Estudios compartirá las ideas y postulados que se han desarrollado sobre la planeación y desarrollo armónico que necesitan las zonas metropolitanas y agrarias.

“Queremos darle al gobierno las ideas y sugerencias que mejoren la vida en nuestro país y sus zonas. El CESOP, agregó, será un canal de comunicación para que nuestros legisladores escuchen qué se está pensando en estos temas”.

Al participar con el tema Evolución de los Sistemas Urbanos-Rurales de México, Adolfo Sánchez Almanza, investigador de la UNAM, señaló que a pesar de la crisis de agua que hay desde 2003 y que se buscó evitar la urbanización de las cuencas, las ciudades siguieron creciendo sin tener en cuenta esta problemática.

Además, agregó, hubo una falta de equilibrio en el desarrollo de las distintas regiones del país. “El norte y el centro empezaron a crecer más rápido, no así el sur-sureste”

Añadió que otra de las trabas para una adecuada atención del desarrollo regional es que, aunque existe una gran cantidad de información, está mal utilizada o desaprovechada en la toma de decisiones.

Adrián Guillermo Aguilar, investigador titular del Instituto de Geografía, consideró que el modelo neoliberal profundizó las diferencias regionales en el país, principalmente en las actividades turísticas, maquiladoras y de manufactura, lo que aumentó el contraste en los niveles de vida entre zonas exitosas y tradicionales.

“Hay intención de corregir las desigualdades regionales en todos los planes de desarrollo. Así es en cada sexenio, pero al final los resultados muestran ausencia de objetivos y siguen predominando los grupos de presión, como constructores y empresarios, que prefieren grandes obras de infraestructura que el desarrollo de regiones agrarias; comentó.

Clemente Ruiz Durán, profesor titular en la Facultad de Economía, consideró que hay una realidad compleja por las dinámicas de las diferentes regiones. Eso se profundiza por el uso de tecnologías viejas o anticuadas, por lo que es necesario introducir el uso de las nuevas ciencias, sostuvo.

“Debemos dar apertura al mercado de innovación y prepararnos para los escenarios económicos del siglo XXI. Tenemos que impulsar la competitividad mediante la innovación y articular una vinculación público-privada para el uso de las nuevas tecnologías”, recomendó.

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