• CESOP y Universidad Iberoamericana llevan a cabo Foro “Redes Sociales y la Agencia Pública”

• Coinciden académicos en que redes sociales influyen en elecciones, pero aún no son determinantes, pues la brecha digital es considerable.

31-05-2016 Marcelo Torres Cofiño, director general del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, sostuvo que de acuerdo con la última encuesta sobre redes sociales, elaborada por esta instancia, el 92.6 por ciento de los encuestados considera que las redes facilitan el acceso a la información sobre lo que sucede en el país y el 90 por ciento destaca que es un medio para expresar sus opiniones.

Detalló que en México el 86 por ciento de la población conoce o ha oído hablar de las redes sociales, pero sólo el 12.3 por ciento, es decir, 15 millones de habitantes, las utilizan; las más conocidas son Facebook, Twitter e Instagram.

Durante el Foro “Redes Sociales y la Agencia Pública”, llevado a cabo en la Universidad Iberoamericana, Torres Cofiño señaló que del total de los usuarios de la Internet, el 35 por ciento no está conectado a una red social.

Subrayó que el 56 por ciento opina que la denuncia social por esta vía es más eficaz que la queja tradicional, el 86 por ciento considera que las redes incrementan la participación ciudadana, y el 73 por ciento está a favor de una regulación.

Refirió que también se encontró que 14.5 por ciento utiliza las redes sociales para mantenerse informado de lo que sucede en el país; sin embargo, el medio de comunicación más utilizado para este fin sigue siendo la televisión con 42.2 por ciento; la siguen la Internet con 20 por ciento, los periódicos con el 11.6 por ciento y la radio con 9.9 por ciento.

De los entrevistados, que en total fueron 900, el 49.9 por ciento sabe que el gobierno de su estado cuenta con alguna red social, mientras que el 41.7 por ciento no tenía conocimiento.

Respecto a qué tan interesados están los usuarios de las redes sociales en la política, 29.8 por ciento manifestó que nada; 25.2 por ciento, algo; 23.8 por ciento, poco y 18.6 por ciento, mucho.

Afirmó que las redes sociales han repercutido en los medios de comunicación, pero también en la expresión verbal y escrita.

Manuel Alejandro Guerrero Martínez, director del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, dijo que las redes sociales son una gran oportunidad, hasta ahora, todavía muy desperdiciada. Sin embargo, estimó que es preciso regular y construir algunos límites a estos espacios, “sin el sacrificio de la necesaria libertad de expresión”.

Desde el punto de vista de los gobiernos y de los procesos electorales, las redes sociales se utilizan más con lógicas antiguas de comunicación que como instrumentos o espacios de diálogo y de intercambio. “Todavía siguen pensando más en esta lógica propagandística, que cada vez tiene menos efecto y credibilidad”, precisó.

En términos de los medios de comunicación, indicó que las redes sociales se han posicionado como un espacio alternativo donde los periodistas empiezan a comunicar temas que en los medios tradicionales no están. En ese sentido, agregó, se están convirtiendo en espacios críticos y alternativos de información.

Los participantes del foro coincidieron en que las redes sociales influirán en las próximas alecciones, pero aún no serán determinantes, pues la brecha digital es considerable; además, sostuvieron que los usuarios de Internet buscan entretenimiento en las redes y no informarse sobre asuntos políticos.

En el panel uno “Medios y Gobierno”, Héctor J. Villarreal Ordoñez, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), expuso que las campañas electorales son llevadas a la red social del Facebook, en la cual los políticos realizan ataques entre sí, y la ciudadanía encuentra un desfogue para difundir su malestar de los gobiernos debido al anonimato.

Puntualizó que la creación de las redes sociales generaron en los actores públicos preocupación porque los despojó del arropamiento de los medios convencionales, no les quedó de otra que transformar su estrategia política, y con ello acercarse a los ciudadanos.

Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, expresó que las redes sociales impactan en la ciudadanía respecto a la percepción de los políticos; el reto es que estos actores entiendan el manejo de que este medio puede destruir su imagen.

Dijo que las redes han hecho que el valor de la política esté a nivel de espectáculos, ya que consideran más su imagen por encima de sus propuestas, mientras la televisión somete a los políticos a la ley de la visibilidad convulsiva, es decir, “político que no sale en la televisión no existe”.

Manuel Balcázar Villarreal, especialista en temas de Inteligencia y Seguridad Nacional, sostuvo que las redes sociales pueden ser un punto de encuentro entre auditoría y difusión, entre gobierno y sociedad.

En el panel dos “Elecciones”, Mario Campos Cortés, politólogo, periodista y conferencista, refirió que en las redes sociales se puede decir lo que no se dice de frente, pero no es un elemento que genere la agenda política, esto por la manera en que se produce, se distribuye y se consume la información.

Los usuarios de la Internet en promedio están expuestos a este medio en promedio siete horas 14 minutos; por ello, el impacto es parcial, ya que la multiplicación ha causado fragmentación de audiencias.

José Antonio Sosa Plata, coordinador de diplomados en Comunicación Política, Conflicto y Crisis y Redes 2.0 de la Universidad Iberoamericana, destacó que las redes sociales se han convertido en medio atractivo por su impacto e influencia y han contribuido a la construcción de un nuevo paradigma de la comunicación.

Recalcó que en la actualidad ninguna red social ha hecho ganar una elección, porque existe una gran brecha de información y no hay cultura digital de la ciudadanía.

Graciela García Robín, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) mencionó que los políticos deben aprender a utilizar las redes, ya que estas dan una sensación a la ciudadanía de cercanía.

León David Zayas Ornelas, politólogo de la Universidad Iberoamericana, planteó que el problema no es sobre el acceso y facilidad que la sociedad tiene para utilizar las redes, sino la forma de definir las reglas de la competencia política.

El Facebook y Twitter son utilizados por la sociedad para ver a los políticos con morbo por los escándalos que estos generan, dejando atrás sus propuestas, agregó.

Finalmente, en el Panel tres “Regulación”, Alejandro Rubio García, especialista en el tema, consideró que para que las redes sociales sean un actor de opinión pública se debe conocer el estatus de la alfabetización digital de los mexicanos, ya que conectarse a la Internet no les hace un ciudadano digital.

No se puede legislar un ecosistema que actúa como una gran plaza pública, pero se deben buscar las estrategias que protejan de la estafa a los usuarios y evite que se atente contra sus derechos humanos.

Alejandro Bravo Sánchez y Alejandro Pisanty Baruch, investigadores en la materia, sostuvieron que para generar una regulación de las redes sociales es necesario normar la conducta de los usuarios, más que satanizar al medio por donde se distribuye la información.

Sugirieron que los usuarios se autorregulen y no esperen que una ley lo haga, pues la Internet puede permitir que mejoren la política y la construcción del discurso.

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