29-08-2017.- El presidente de la Comisión Bicameral del Sistema de Bibliotecas, diputado Xavier Nava Palacios (PRD), indicó que las plantas sagradas o medicinales son parte del patrimonio de los mexicanos y es necesario que el Congreso de la Unión escuche todas las voces y encuentre espacios de coincidencia para legislar sobre su consumo. Al inaugurar el Conversatorio “Plantas sagradas y su regulación en el México de hoyâ€, se refirió al tema y su interacción con las culturas, el entorno y toda la sociedad, como asuntos a tratar a profundidad, en un México que ha cambiado mucho en las últimas décadas. Hablar de plantas medicinales, dijo, es hablar de plantas sagradas, de un patrimonio de los mexicanos. Es necesario precisar el concepto de patrimonio, no sólo como el conjunto de objetos materiales aceptados por una colectividad y representativos de una nación; la medicina tradicional es parte de la cosmovisión de cada cultura, enfatizó. México ha suscrito tratados internacionales y está obligado a prohibir todas las sustancias dictadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y consideradas objeto de control, no obstante, sostuvo, “no existe ninguna ley en territorio nacional que castigue el uso de sustancias ilegalesâ€. “Es decir, nuestra legislación sanciona la portación de sustancias ilegales pero no el consumo, por lo que debemos adecuar nuestro marco jurÃdico a una realidad nacional y a los acuerdos internacionales suscritos por nuestro paÃsâ€. Aseguró que la vegetación medicinal ocupa una posición destacada en la historia nacional, sólo falta reglamentación sobre su uso, principalmente en los pueblos originarios. Precisó que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial de los paÃses con más diversidad de flora; en ese contexto, la medicinal tiene una posición destacada y a veces discutida en el proceso histórico nacional. El objetivo del diálogo, indicó, es generar acercamiento con expertos sobre la interculturalidad de nuestro paÃs, asà como conocer más sobre las plantas medicinales y su interacción con el entorno social. “Es un tema que se debe atender desde los Congresos locales, pero por la trascendencia del asunto, vale la pena impulsar su discusión desde el Poder Legislativo federalâ€, concluyó. Paola Migoya Velázquez, coordinadora de asesores de la presidencia del Instituto “Belisario DomÃnguezâ€, del Senado de la República, afirmó que la Ley General de Salud es anacrónica y debe reformarse, principalmente para reconocer el patrimonio nacional que representan las plantas sagradas. Estimó que se debe abrir un debate amplio para proteger los ritos y ceremonias de los pueblos originarios. “Es un tema de derechos sobre la cultura y las comunidades nativas de nuestro paÃsâ€. Indicó que se requiere una legislación bien pensada sobre los recursos naturales y los usos y costumbres que aún existen en muchas zonas de México. “Necesitamos una ley que permita el cultivo de plantas sagradas, para reivindicar a los pueblos ancestrales y su riqueza naturalâ€. Fernando Belaunzarán Méndez, ex diputado federal, aseguró que sà puede existir el uso responsable de sustancias psicotrópicas y “terminar de una vez por todas con prejuiciosâ€. “La visión cerrada de la sociedad está terminando con la riqueza natural de muchas comunidades, pese a que el uso de las plantas sagradas es decisión de quien las consumeâ€, apuntó. Carlos Viesca Treviño, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refirió que todas las plantas tienen propiedades medicinales y se han usado en las comunidades originarias desde mucho tiempo atrás. Se pronunció por promover mayor investigación sobre el uso de plantas medicinales y, sobre todo, respetar las comunidades que por tradición consumen ese tipo de sustancias. “Requerimos más conocimiento sobre plantas como el peyote o a la ayahuascaâ€. Mauricio Genet Guzmán Chávez, investigador titular del Colegio de San Luis A.C, consideró que legislar acerca de la vegetación medicinal es una vÃa alternativa para combatir las drogas. Propuso la creación de un comité de especialistas para investigar los riesgos y seguridad de usuarios de plantas como el peyote. Manifestó su postura a favor de la regulación de todas esas sustancias naturales, pero no a favor de la despenalización. “Las plantas son aliadas de la humanidad y no deben señalarse como drogasâ€. Sandor Iron Rope, presidente de la Nacional Council Native American Churches, pidió respetar las costumbres y creencias de comunidades nativas. “Ellos mantienen sus tradiciones y debe guardarse respeto por su naturalezaâ€. --ooOoo-- |