El presidente de la Comisión de Agua Potable y Saneamiento, diputado José Ignacio Pichardo Lechuga (PRI), destacó la necesidad de contar con indicadores estadísticos que funcionen, en materia de agua, para conocer los niveles de cobertura y calidad del servicio. En el marco del seminario “Política Ambiental Nacional y Procesos Globales”, dijo que en el tema del agua hay diferencias respecto a la información de la Comisión Nacional del Agua sobre coberturas, tanto de sistemas de agua potable como de drenaje, pues “los números del organismo son muy alegres, porque les falta detalle”. Manifestó su preocupación en cuanto a las discrepancias de la cobertura del servicio, pues “sí, ahí están enterradas las tuberías, pero qué tanto funcionan, con qué calidad, con qué frecuencia”. Luego de conocer el sistema de indicadores ambientales para los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), presentados por el director de Estadísticas Ambientales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, César Rodríguez, el legislador resaltó la importancia de eventos como éste ya que la determinación, diseño, seguimiento de indicadores para el desarrollo sostenible es la mayor prioridad para medir el avance de la visión global sobre un desarrollo equilibrado y equitativo. Se pronunció por conocer la evaluación de los indicadores que funcionan, sus metodologías y los que se están diseñando. Precisó que México cuenta con sistemas de información y una institución sólida para conocer con certidumbre su avance en estos rubros, al reconocer que aun cuando no han sido a la velocidad ni con la calidad que se quisiera, “hay progresos muy puntuales en diferentes materias a favor del desarrollo sostenible”. Se participa en reuniones internacionales donde esos sistemas de información quedan abiertos a la consulta y retroalimentación de todos los Estados, paso muy importante para hablar de cómo funcionan las políticas públicas que implementan, el Congreso de la Unión y el Ejecutivo, para avanzar en los objetivos mundiales. En el seminario participan expertos de El Colegio de México y el Programa Lead, y se busca que las aportaciones se reflejen en el ámbito legislativo, con posibilidades de incidir en el diseño de leyes e iniciativas “en la etapa de distribución del presupuesto”. Subrayó la importancia de que las comisiones de Agua Potable y Saneamiento, Cambio Climático y de Medio ambiente reciban a especialistas para conocer sus reflexiones en estas materias. “Deberá salir un trabajo muy importante. Por ejemplo, en cuanto a la opinión a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública sobre los recursos en materia de agua potable para 2018; estamos trabajándola para antes de la fecha límite y una defensa de la inversión en el ramo”. Explicó que desde 2016 el presupuesto se presentó con una reducción de 75 por ciento en programas subsidiados que se distribuyen a través de estados y municipios; dicha disminución se mantuvo este año, y para 2018 se contempla aumentarlo 4 por ciento, “que si se considera la inflación, es nada”. Pichardo Lechuga indicó que se trabaja con la Asociación de Organismos Operadores de Servicios del Agua para conocer cuál sería una cantidad razonable para mantener la inversión, de cara a los eventos climáticos y sísmicos que golpean la infraestructura hidráulica del país. El director de Estadísticas Ambientales de la Semarnat, César Rodríguez, sostuvo que el objetivo es contar con información suficiente, oportuna y veraz para la toma de decisión y dar seguimiento a las políticas públicas en todos los temas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El tema de los objetivos de Desarrollo Sostenible está inscrito en el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica; la intención es producir y difundir información que sirva de referencia al tomar decisiones respecto al desarrollo nacional. Señaló que México está en una situación complicada, pues la mayor parte sus indicadores se encuentra en la clasificación más difícil de documentar. A nivel global son 232 indicadores, 75 son de México. De ellos, 12 se encuentran en el nivel uno de la clasificación, los más sencillos de documentar. Tienen que ver con agua potable, emisión de CO2 por unidad de valor añadido, y la cuestión de la superficie forestal como proporción de superficie total. “Son los “caballitos de batalla” de indicadores ambientales a nivel global, y se complementan con datos nacionales”. En el nivel dos de dificultad, se encuentran 21 indicadores, entre ellos la proporción de vida silvestre traficada ilegalmente. “Hay que hacer ajustes y platicar con Profepa para adoptar el indicador y tener una idea de la situación”. En un tercer nivel de dificultad, hay 29 indicadores, entre ellos la proporción de las Zonas Económicas Especiales con manejo de criterios de ecosistema y el de la huella material. No obstante, aseguró, “el panorama no es desolador”, se ha trabajado en nuevas metodologías para que en el transcurso de este año se terminen de documentar los indicadores que se encuentran en el nivel uno, de manera que “se empiece el reporte del avance del país, sobre el alcance de las metas”. La idea es llegar a un indicador colegiado, en coordinación con órganos concentrados y descentralizados, que mejor represente al país para medir una meta particular, a fin de tener en el corto plazo todo el sistema de indicadores. -- ooOoo -- |