La presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, Amalia García, señaló que el ajuste a las medidas migratorias anunciado por el Presidente Barack Obama, se deben más que a la voluntad de cumplir las promesas en la materia, a la presión de los congresistas hispanos, organizaciones sociales y de los mexicanos en territorio norteamericano.

La diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) señaló que también hay un trasfondo político en las decisiones del mandatario norteamericano, ante “el terrible desastre electoral de los demócratas”.

La diputada García Medina agregó que el gobierno mexicano debe tener sumo cuidado con los efectos de dichas decisiones, que se prevé, no frenarán el número de deportaciones.

Recalcó que desde su llegada al gobierno, el presidente Obama dejó para después la promesa de avanzar en una reforma migratoria integral.

Asimismo, lamentó que el Congreso de la Unión, se haya negado a aprobar la propuesta de asignar más recursos para la atención de los migrantes, ello, pese a las crecientes deportaciones.

“La presión de congresistas hispanos, organizaciones latinas y los propios ‘dreamers’, fueron fundamentales en la determinación del Presidente Barack para firmar la acción ejecutiva que permitirá legalizar a aproximadamente cinco millones de inmigrantes en Estados Unidos”, insistió la congresista.

Recalcó que en el intento de compensar a los migrantes por la reforma ofrecida y que nunca se cumplió, el actual mandatario norteamericano también busca recuperar la simpatía y el voto de los latinos residentes.

Aunque el plan anunciado va en el sentido correcto, pues evitará en determinada medida que las familias de migrantes se separen, ya que se otorgarán permisos temporales a quienes tienen más de 5 años viviendo en territorio norteamericano, otros millones de migrantes quedarán desprotegidos, alertó.

Destacó que se trata de la decisión en materia migratoria más importante en los últimos 50 años, pero aun así dejará fuera a millones de personas y corre el riesgo de ser derogada por el próximo Presidente de los Estados Unidos.

Por lo anterior, recalcó la diputada García Medina, es preciso que el Gobierno Federal y las administraciones estatales se preparen para recibir a los miles de paisanos que podrían ser expulsados de la Unión Americana.

Los mexicanos en Estados Unidos también deben estar conscientes de que muchos de ellos “no van a calificar” como beneficiarios de la “acción ejecutiva” migratoria, que alcanzará a quienes ingresaron a ese territorio antes de enero del 2010, a quienes sean padres de ciudadanos estadounidenses y quienes hayan llegado a esa nación antes de cumplir 16 años, lamentó. ys/m.