Los sectores político y académico propusieron la creación del Instituto Imagen de México, que se encargue de la proyección del país para el mundo.

Durante el Foro “Imagen de México”, el diputado Agustín Barrios Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, junto con el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Eloy Cantú Segovia, coincidieron en señalar en dicho instituto debe ayudar a revalorizar la imagen del país.

Barrios Gómez sostuvo que es necesario contar con una política de Estado transexenal, que vaya más allá del gobierno turno, que genere “una narrativa de la realidad y no construir una que pretende hacer creer, no se percibe cuando todos sabemos que se ve y se siente”.

Consideró que una estrategia que hable bien de México nunca va a hacer suficiente frente a una realidad que duele y lastima, y afirmó que a menudo se confunde la imagen de México con la mercadotecnia y las relaciones públicas, que si bien son herramientas necesarias no funcionan igual.

El legislador perredista explicó que este instituto debe trabajar con recursos públicos y privados de manera transversal, donde todos los sectores sumen esfuerzos y que las opiniones de unos y otros se escuchen y se atiendan, sin pretender esconder una realidad.

En representación del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, el subsecretario para América del Norte, Sergio Alcocer De Castro, aseveró que la cancillería por ley debe velar por la buena imagen de México hacia afuera, pero destacó que se debe hacer “sin triunfalismos y sin fatalismos”.

Aseguró que la dependencia debe presentar una imagen objetiva de los problemas principales que afectan al país, pero también mostrarnos como una nación de oportunidades, como una democracia sólida, que se transforma.

Por su parte, Leonardo Curzio, académico y estudioso en el tema, dijo que a menudo se confunde imagen con reputación.

La primera, explicó, es más coyuntural y se construye con el cúmulo de noticias, mientras que la reputación es un recurso del poder nacional al que pueden acudir los países cuando enfrentan una complicación.

Afirmó que la reputación crece o decrece en función de la credibilidad, y que para ganarla, hace falta que ésta no sea un espejismo, al tiempo que dijo que México “no puede seguir proyectando una imagen de un país pintoresco, anclado en el pasado, anclado en Diego Rivera, Pedro Infante y “Chespirito”.

Curzio consideró que hablar de la imagen de México no se debe hacer desde la autocomplacencia; sí con un flujo de contenidos que refuercen la imagen de un país serio y confiable a partir de tres elementos, sustancia, narrativa y canales de comunicación apropiados. Duración 0’00’’, nbsg/m.