La propuesta de Presupuesto Base Cero para el 2016 que ha perfilado el Ejecutivo Federal, afectará en mayor medida a los programas destinados al rubro agropecuario, lamentó la presidenta de la Comisión de Reforma Agraria de la Cámara de Diputados, Socorro Ceseñas.

La legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseveró que de acuerdo a la estructura programática enviada por la Secretaría de Hacienda (SHCP) a los diputados, parte relevante de los programas que serán recortados, fusionados y reubicados, corresponden a las secretarías de Agricultura (SAGARPA) y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).

Advirtió que sin garantizar que el campo seguirá recibiendo los recursos que requiere, el plan del Gobierno Federal apunta un mero cambio de nombre o de ubicación de programas que hasta el momento han sido utilizados con fines electorales o bien, para dar recursos a grandes productores, no a la población que lo requiere.

De concretarse la propuesta oficial, agregó la congresista, se generará mayor pobreza, descomposición social y rezago en el sector rural.

Al advertir que el campo es uno de los sectores productivos más pobres y que mayor apoyo requieren, Ceseñas Chapa subrayó que el Presupuesto Base Cero cancelará algunos de los programas que si bien, se destinaban en su mayoría a productores consolidados, en cierta medida alcanzaban a quienes más lo necesitan.

Agregó que un proyecto de Presupuesto Base Cero funcionaría, siempre y cuando el diseño del gasto reiniciara por completo, incluyendo los recursos destinados a los tres poderes de la Unión; y el Ejecutivo marcara como prioridades los rubros de la alimentación, salud, educación, vivienda y generación de empleo.

“Si partimos de cero priorizando las necesidades, sería otra cosa la proyección presupuestaria para el próximo año�, pues se podría identificar las áreas en que se desperdician recursos, los cuales deberían destinarse a los rubros necesarios, dijo.

El funcionamiento de un Presupuesto Base Cero, apuntó, dependerá del rediseño de la política económica y de la reestructuración del gasto, sin dejar de lado lo que se destina a sueldos de la alta burocracia y gasto corriente.

Indicó que el rediseño del gasto no implica solamente quitar o abrir más programas ni retirarles o darles más recursos, sino que se requiere un estudio detallado respecto a los resultados que cada acción del gobierno federal ha reportado, y en función de ello, determinar si las partidas destinadas han servido para cumplir objetivos, o bien, se han empleado en gastos superfluos, ordinarios o excesivos.

Añadió que el caso del sector rural es particular, porque no se han aplicado cambios integrales, ni existen estrategias definidas y transparentes de apoyo a pequeños productores. Duración 0’00’’, nbsg/m.