En la Cámara de Diputados, los coordinadores del PRI, César Camacho; del Partido Verde Ecologista, Jesús Sesma e incluso el presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, el perredista Jesús Zambrano, consideraron adecuado que la Secretaría de Educación Pública haya ordenado el despido de más de 3 mil maestros que no aplicaron las evaluaciones respectivas. En contraste, el coordinador del PRD, Francisco Martínez lamentó el cese de miles de docentes que manifestaron su oposición a los procedimientos de evaluación, como parte de la reforma educativa. “Es grave eso. A mí me da la impresión de que el gobierno mexicano, concretamente la Secretaría de Educación Pública no ha podido consolidar una idea de dialogo con los maestros que no piensan lo mismo y que son muchísimos; sí se puede diferir y a lo mejor en el diferir pudiera estar establecido un número menor de mentores, pero son una cantidad enorme y no los ha podido atraer, es un fracaso en esta política educativa, desde luego”, consideró Martínez Neri. En primera instancia, Zambrano señaló que la reforma educativa debe seguir su curso y no existen razones para que los docentes no cumplan la ley, de modo que es lamentable que los profesionales de la educación no se quieran evaluar. Recalcó que la normatividad incluso ofrece tres oportunidades de aprobar las evaluaciones, a fin de mantenerse en el servicio docente; de modo que no es admisible que los profesores digan “no voy, porque no quiero ser evaluado”. “Imagínense ustedes a algún médico, o a algún ingeniero, o arquitecto que trabaje para una empresa del Estado y que se le exija que se actualice, o que presente exámenes de evaluación para ver cómo está dando su atención el médico a los enfermos de las clínicas u hospitales al servicio del Estado en sus distintas dependencias, no puede decir: “No, yo no voy, porque yo no estoy de acuerdo con eso” ¡pues si es parte de lo que se necesita para rendir los frutos que se requieren de que nuestra niñez y nuestros jóvenes estén lo mejor educados en el país!”, externó. A su vez, el coordinador Camacho Quiroz aseguró que el país está viviendo “las bondades” de la reforma educativa, que da oportunidades de promoción a los mentores, aumentos significativos en su sueldo y promueve una mayor calidad en la enseñanza. Puntualizó que ningún profesor puede inconformarse o declararse sorprendido, cuando se dejó en claro en tiempo y forma que de no cumplir sus obligaciones de evaluación, perderían el puesto. “Es una reforma justa; a los que están preparados y han acreditado pericia y suficiencia, hay un aumento de sus percepciones, y a quienes decidieron no cumplir con sus obligaciones, sabían que la pérdida de su plaza era posible”, dijo. “Quizás el mensaje político de fondo es que este es un gobierno que tiene reglas claras y a su cumplimiento se atienen. Un gobierno pierde autoridad cuando hace anuncios que después no cumple. Este es un gobierno que juega con reglas claras y que sabían los maestros que de no presentarse vendría la consecuencia de la pérdida de su plaza”, insistió. ys/m. |