Carolina Viggiano, colaboradora: A mediados de septiembre recibí la llamada de mi hermana Gina que vive en Pachuca, que con angustia me narró que habían entrado a robar a su casa. Ella acudió a las autoridades, como cualquier otra persona, e incluso hizo parte de la investigación como muchos otros ciudadanos y logró que se identificara y encontrara al presunto delincuente. Llegó el día de su audiencia, ella estaba muy nerviosa por estar en la misma sala que el que violó la privacidad de su hogar. Se sintió muy frustrada cuando supo que el individuo llevaría su proceso en libertad de acuerdo al Nuevo Sistema de Justicia Penal. Entonces le dije que nos abocáramos a la reparación del daño, por supuesto me conmovió cuando me dijo “¿Y cómo cuánto vale mi tranquilidad y la de mi familia?” Pensé, ésta es la historia de muchos mexicanos que en mi experiencia como presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo viví a veces con frustración y otras con satisfacción. En los últimos meses en muchas partes del país se han presentado distintos episodios donde la población ha tomado o intentado tomar justicia por su propia mano, en Hidalgo por ejemplo en el último mes se presentaron diez casos de justicia por propia mano en distintos municipios, es decir un caso cada tres días, se trata de episodios de linchamiento o de personas que por sí solas han reaccionado violentamente tras ser víctimas de un delito. Como consecuencia de la impunidad y desconfianza que existe hacia las instituciones de seguridad y de justicia de nuestro país, como lo reflejan los más recientes resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2016, que dio a conocer que el 93.7 por ciento de los delitos cometidos en México no se denuncian. Bajo ese contexto el senador panista Jorge Luis Preciado presentó una iniciativa de reforma constitucional para permitir que los mexicanos porten armas de fuego para su seguridad y legítima defensa en sus automóviles y negocios. Propuesta absurda. Los problemas no se arreglan por decreto, en materia de impunidad, corrupción y respeto a los derechos humanos todos, todos tenemos algo que hacer si queremos que las cosas mejoren y cambien. Muchas gracias, soy su amiga Carolina Viggiano y como siempre les dice a usted y a su familia una excelente semana. Duración: 02’ 39” bmj/m |