|
Los diputados federales del PAN recabarán firmas contra el ‘gasolinazo’ e instalarán módulos de atención ciudadana en todo el país para dar información. Marko Cortés, coordinador de los diputados panistas, dijo que también celebrarán reuniones con organizaciones, cámaras industriales y de comercio, colegios de profesionistas y asociaciones civiles, con el propósito de exponer su iniciativa de ley para reducir 50 por ciento el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios. “Hemos escuchado con atención el mensaje del presidente al referirse a estos aumentos, pero no le estamos pidiendo al gobierno que subsidie la gasolina, sino que se pague lo que cuesta, pues en México por cada litro que la gente paga de gasolina, seis pesos corresponden a impuestos: cuatro pesos del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios y dos pesos del Impuesto al Valor Agregado”, precisó. Cortés demandó al gobierno federal y a los legisladores del bloque PRI-PVEM mostrar sensibilidad y respaldar la propuesta panista para reducir ese impuesto. Subrayó que los representantes de Acción Nacional recorren ya los diferentes distritos del país para recoger la inconformidad de los consumidores por el desproporcionado aumento en el precio de los combustibles, a contrapelo del compromiso presidencial de acabar con los “gasolinazos”. “Los diputados federales del PAN hemos resuelto instalar en diferentes lugares del país módulos para brindar información respecto del incremento del precio de gasolina y recabar firmas de apoyo a la iniciativa del PAN para disminuir en 50 por ciento el IEPS a las gasolinas y con ello poner un freno inmediato al incremento en su precio”, dijo el panista. El líder parlamentario de la fracción albiazul reconoció que durante el sexenio de su correligionario Felipe Calderón hubo incrementos graduales en el precio de la gasolina, pero no tan abruptos como los que ahora generan efectos inflacionarios y el descontento generalizado de la población. Recordó, además, que el gobierno federal encabezado entonces por el PAN propuso una reforma energética, pero el PRI se negó a respaldarla y fue hasta 2013 que finalmente se aprobó, pero dejando ir millonarias inversiones que generarían empleos y producirían en México el 100 por ciento de los combustibles que hoy consumimos, y no sólo el inaceptable 40 por ciento que actualmente producimos. /jpc/m |
