Jesús Sesma, colaborador: Hoy que estamos a poco de comenzar las campañas electorales, quiero hacer un llamado a todos los actores políticos del país para que utilicemos a la política como un medio para trabajar en el beneficio de la gente y no como un instrumento para buscar el beneficio personal.

Siempre he considerado al egoísmo como uno de los peores defectos del ser humano, pero en el caso de los políticos que existimos por y para la gente, el egoísmo es simplemente inaceptable.

Sin embargo, en los hechos casi todos los días somos testigos de esta mala práctica que es muy desalentadora para la mayoría porque lo que está en juego es la estabilidad y el futuro de México. Veamos por ejemplo a los precandidatos de la Presidencia de la República, uno de ellos lleva once años en campaña amenazando a todos los que no piensan como él y como buen populista prometiendo cosas que no podrá cumplir jamás.

Otro, se presenta como el principal promotor del cambio, pero fue una historia identificada por la traición, el engaño y la búsqueda del poder por el poder.

En ambos casos, nos encontramos claramente con una egoísta búsqueda de la satisfacción personal, sin que podamos encontrar en ninguno de ellos verdaderos propósitos que se orienten al bien común.

Finalmente, tenemos a otro precandidato, que se ha caracterizado por estar siempre en búsqueda de las mejores condiciones de vida para las y los mexicanos desde los distintos puestos en el Gobierno en que ha estado. Lamentablemente, Óscar Mario, este personaje se ha encontrado con una ciudadanía que ya no cree en los políticos, pero que seguramente se dará cuenta de que él es la mejor opción porque sus antecedentes personales, familiares y profesionales así lo demuestran.

Soy un fiel creyente del destino y por eso me atrevo a decir que cuando nos empeñamos en hacer realidad algo que simplemente no debe ocurrir y lo logramos, el resultado tarde o temprano se revertirá y las cosas saldrán mal.

Por eso quiero invitar a todos lo que tenemos el privilegio y el honor de servir al pueblo de México a que no se esfuercen en imponer con egoísmo sus proyectos personales cuando todos los mensajes del universo, del destino o de Dios, como cada quien lo quiera llamar, van en otro sentido.

Recordemos que los dos primeros personajes a los que me referí, ya lograron imponerse egoístamente en sus respectivos partidos, mientras que el tercero siempre ha sido invitado a participar, incluso con gobiernos distintos partidos.

Ojalá que los dos primeros y absolutamente todas y todos los que serán candidatos a distintos cargos en las elecciones se aparten de la tentación de pensar solo en sí mismos y se ocupen en todo momento de ver por el bien común y si para ello es necesario que alguno de ellos no sea candidato que así sea. Michas gracias. Duración 3’25’’, nbsg/m.