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La presidenta de la Comisión de Justica de la Cámara de Diputados, María del Pilar Ortega Martínez, destacó que hay logros en materia de equidad de género y participación de la mujer en la vida política, económica y social, sin embargo el Legislativo aún tiene tareas pendientes en ese tema. Al inaugurar el foro Acceso a la justicia, participación política y violencia contra las mujeres: Avances, retos y desafíos, señaló que los avances en materia de paridad de género son importantes, “pero aún insuficientes, porque hay amenazas que frenan el acceso a mayores niveles”. En el evento que organizó junto con el Tribunal Electoral de la Ciudad de México y el Tribunal Superior Agrario, la diputada panista destacó la obligación de “generar instrumentos legislativos que frenen esos fenómenos, incluyendo el feminicidio”. Subrayó la necesidad de impulsar reformas para el acceso de las mujeres a la justicia en igualdad de condiciones, y puso como ejemplo a las trabajadoras del campo que en general no tienen acceso a la tenencia de la tierra, a créditos o a un salario suficiente, entre otros beneficios. En su oportunidad, el presidente del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, Gustavo Anzaldo Hernández, reconoció que en el pasado proceso electoral “se presentaron incidentes de violencia política enfocados contra las mujeres y son aspectos que se deben tomar en cuentan para una posible modificación normativa”. Agregó que “es urgente avanzar en materia de paridad de género para vencer resistencias que frenan el derecho de la mujer a la igualdad, ideando un mecanismo legal, plasmándolo en una legislación clara, de fácil apreciación y fácil cumplimiento y no retroceder en los avances alcanzados en la materia”. En tanto, la presidenta del Tribunal Superior Agrario, Odilisa Gutiérrez Mendoza, resaltó la falta de acceso de las mujeres rurales a la justicia, concretamente en materia de agricultura, alimentación, derecho a la propiedad de la tierra o a un empleo formal y debidamente remunerado. Reconoció que en el campo la mujer sigue siendo “vulnerable, propensa a la explotación laboral, con largos horarios de trabajo y muchas veces sin percepción económica alguna”. /gh/m |
