La iniciativa presidencial de Ley de Amnistía buscará saldar la otra deuda histórica del Estado mexicano. El proyecto de decreto solo tiene dos antecedentes en nuestra historia: la Ley de Amnistía promulgada en 1978, para excarcelar a los presos políticos de la llamada “Guerra Sucia”; y la de 1994, para terminar con la persecución de todos los actores del levantamiento indígena zapatista en Chiapas. La Ley de Amnistía deberá ser aprobada primero en la Cámara de Diputados, luego en el Senado, para finalmente ser adoptada en las 32 entidades del país. |