El pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad reformas a la Ley General de Turismo para atribuir a la secretaría del ramo la facultad para promover acciones de conservación que contribuyan al fomento y desarrollo de la actividad turística.

Estas acciones serán con la participación de los sectores social y privado, y estarán sujetas a la disponibilidad de los recursos aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Con 387 votos a favor, los diputados avalaron la reforma a la fracción seis del Artículo 4 de la Ley General de Turismo, la cual se remitió al Ejecutivo federal para su publicación y promulgación.

El turismo es una actividad económica que representa una industria completa y compleja capaz de aportar al crecimiento de cualquier país; pero, como toda actividad humana su acelerado crecimiento conlleva a casi el 5 por ciento de emisiones de carbono mundial a la atmósfera.

La emisiones son producto de los viajes aéreos, marítimos y terrestres, sin considerar los daños causados por la contaminación del agua, suelo y generación de desechos, mencionaron los legisladores previo a la votación.

La reforma plantea coordinar la legislación en turismo con la de cambio climático mediante la inclusión de objetivos específicos que otorguen el fundamento jurídico a la autoridad competente, para realizar acciones que promuevan la competitividad de la industria turística.

Así como para el cumplimiento de los compromisos adquiridos por México, respecto a la disminución de emisiones y sustentabilidad.

Los diputados consideraron que es innegable e impostergable contar con mecanismos jurídicos que favorezcan la vinculación del turismo con la condición de sustentabilidad que la evolución del ser humano exige para garantizar su convivencia armónica con el entorno natural.

Por ello, se requiere modificar la legislación para establecer un andamiaje que estimule el ecoturismo, considerando la importancia que en el ámbito mundial se le confiere para mantener la integridad de los procesos ecológicos y de la biodiversidad.

Se destacó que México está posicionado, por su ubicación geográfica, como uno de los destinos turísticos más frecuentados por su diversidad de playas, climas, patrimonio histórico y cultural, artes, ciudades, pueblos mágicos y gente.

Sin embargo los efectos del cambio climático menoscaban de manera sistemática no solo el medio ambiente sino a todo el mundo, los cuales ya son visibles como: la pérdida de hábitats, el incremento del nivel del mar, la incidencia de fenómenos meteorológicos con mayor frecuencia e intensidad.

En México, el turismo representa aproximadamente un nueve por ciento del PIB, lo que significa un detonador para proyectos de infraestructura e inversión, pero como toda actividad humana, su acelerado crecimiento conlleva una serie de consecuencias, como que representa casi un cinco por ciento de emisiones de carbono.

Como consecuencias negativas se mencionaron, entre otras, la pérdida de destinos turísticos y la disminución de visitantes, nacionales y estranjeros, así como las afectaciones severas a sectores como el agropecuario, agrícola, pesquero e incluso el energético.

Se advirtió que si México no cuenta con objetivos y metas claros que lleven a la industria del turismo a elevar su competitividad, en coordinación con acciones en contra de los efectos del cambio climático no sólo se perderán los beneficios económicos, sino también el planeta, que ya no se podrá recuperar. /gh/m