Jorge Ricardo y Zedryk Raziel, reporteros: Sin cambios, con 335 a favor y 45 en contra, la Cámara de Diputados aprobó la reforma de justicia laboral.

La reforma modifica los artículos 107 y 123 constitucionales para desaparecer las Juntas de Conciliación y Arbitraje, que dependen del Ejecutivo, y la creación en su lugar de tribunales laborales del Poder Judicial o de las entidades en el ámbito local y federal, así como un organismo federal descentralizado de conciliación, con autonomía de gestión y presupuestal.

Otro cambio que contempla es el voto personal, libre y secreto al interior de los sindicatos.

"Para la resolución de conflictos entre sindicatos, la solicitud de celebración de un contrato colectivo de trabajo y la elección de dirigentes, el voto de los trabajadores será personal, libre y secreto. La ley garantizará el cumplimiento de estos principios", indica.

"La parte de la Constitución que ve los derechos laborales no había sido modificada desde la Constitución de 1917, de ese tamaño era la inmovilidad en esta área", dijo el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el perredista Guadalupe Acosta Naranjo.

El legislador Erik Juárez Blanquet, del sol azteca, afirmó que con esto se romperá el corporativismo "autoritario y corrupto que nos heredó el régimen del PRI".

"Con esto se eliminan las prácticas de los sindicatos charros, que sólo benefician a algunos mafiosos", añadió el panista Santiago Torreblanca.

La mayoría de los diputados que pasaron a tribuna reconoció los avances de la reforma, aunque hubo cuestionamientos, como el de la diputada de Morena, Araceli Damián, sobre el hecho de que el titular del organismo descentralizado sea elegido por el Senado a partir de una terna enviada por el Presidente.

Otro punto que reprochó fue que las centrales oficialistas de trabajadores lograron meter de último momento la disposición de que sus procedimientos serán regulados tomando en cuenta los estatutos internos.

"¿Y qué va a pasar si dice que el voto puede ser de mano alzada?", planteó.

Morena y Movimiento Ciudadano fueron quienes reprocharon más la reforma, inclusive acerca de si fue el Presidente quien la propuso o si fue obligado por las circunstancias.

"No cabe duda de que hay hipócritas que se paran en esta tribuna con una doble moral. No he dicho nombres, no empiecen, no se adjudiquen cosas son antes decirles sus nombre", dijo el legislador morenista, Ángel Juárez.

Tras la aprobación en el Senado y ahora en la Cámara de Diputados, la reforma deberá ser validada por la mayoría de los Congresos de los estados. dlp/m