Una vez más el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pretende engañar a la ciudadanía con la prohibición de delfinarios, pues al igual que en 2014, cuando se aprobó la prohibición de uso de animales en circo, no generó propuestas sobre qué hacer con los ejemplares que finalmente en su mayoría fueron sacrificados o murieron abandonados.

Así lo expresó el diputado federal Alejandro Ojeda Anguiano, quien agregó que el PVEM realmente navega con una doble moral porque mientras cierra circos y delfinarios, no se atreve a tocar la corrida de toros, espectáculo donde prevalece la crueldad y el tormento para los animales.

El vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados opinó que resulta indignante que un partido político utilice los temas ambientales y ecológicos sólo como un botín político, e impulse de manera irresponsable iniciativas que se quedan en lo superfluo, sin contemplar los impactos negativos que ocasionan.

Recordó que hace tres años él denunció que alrededor de cuatro mil animales de circo quedaron a la deriva, porque al quedar fuera del espectáculo, sus dueños no sabían qué hacer con ellos, toda vez que en la legislación para prohibir su uso en circos, no se previó qué se iba a hacer con ellos ni se responsabilizaba a alguna autoridad para que supervisara u operara su traslado a sitios como santuarios o reservas naturales.

Señaló que la información pública que dio seguimiento al caso, señaló que el 80 por ciento de los animales fueron vendidos a privados, quedaron en manos de traficantes que después los convirtieron en tapetes o de plano murieron porque dejó de atendérseles.

Sostuvo que el PVEM no está comprometido realmente con la ecología, sino que se han aprovechado de este tema, sólo para sacar votos.

El diputado perredista aclaró que, por supuesto, está a favor de que se le dé el mejor trato posible a los animales silvestres, incluso si realmente fuera una reforma que protegiera a los animales apoyaría la reforma, pero sólo es una farsa.

“Lamentablemente no protege a los animales y solo se provocará que los mamíferos marinos queden en abandono”, subrayó.

Declaró que se debe evitar a toda costa que se repita la historia con delfines y lobos marinos, que al dejar de ser útiles para el espectáculo, simplemente se les abandone o se vendan a particulares.

Por último, mencionó que tampoco queda claro qué se va a hacer con los ejemplares que se utilizan para la delfinoterapia, que quiérase o no, ha representado una esperanza curativa principalmente para niños que padecen ciertas discapacidades. /gh/m