La remuneración económica diferenciada entre hombres y mujeres, así como la preferencia en el reclutamiento de personas de género masculino por encima del femenino son algunas de las prácticas que continúan en las empresas en México, expuso la diputada federal, Angélica Reyes Ávila.

La legisladora de Nueva Alianza en la Cámara de Diputados lamentó que en pleno siglo XXI las mujeres se enfrenten a limitantes laborales relacionadas con su género.

Destacó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en México 2016, en el cuarto trimestre del año pasado, los hombres reportaron ingresos mensuales superiores a las mujeres.

Mencionó que de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los hombres tuvieron ingresos promedio de seis mil 204 pesos mensuales en contraste con las mujeres, quienes en el mismo periodo recibieron una paga de cuatro mil 788 pesos al mes.

La también secretaria de la Comisión de Igualdad de Género urgió a incentivar la creación de políticas públicas que estimulen una mayor equidad en la distribución de las remuneraciones por concepto de trabajo, así como la igualdad de oportunidades en el campo laboral.

“Resulta de gran importancia la creación de medidas enfocadas en garantizar la igualdad salarial, la incorporación de mujeres en áreas lucrativas y continuar con la garantía de sus derechos reproductivos establecidos en la Constitución Política, la Ley Federal del Trabajo, Ley General de la Salud y otras”, planteó.

Reyes Ávila refirió que en 2016 fue mayor el número de mujeres trabajadoras que ganaron el salario mínimo en comparación con los hombres, es decir, que cuatro millones 228 mil mujeres ganaban menos que tres millones 790 mil hombres.

La legisladora aliancista expuso que según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en ese año sólo 45 de cada 100 mujeres mexicanas en edad de trabajar fueron empleadas mayoritariamente en trabajos informales.

“La brecha salarial es un factor que puede ser erradicado progresivamente con la implementación de líneas de acción como el apoyo a familias vulnerables y la creación de programas de formación que impulsen el empoderamiento de la mujer en la sociedad mexicana”, puntualizó. /jpc/m