La académica y diputada, Araceli Damián, y José Ramón Amieva, secretario de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de México, contrastaron sus posturas pues la primera afirmó que en 2014 la incidencia de pobreza por ingreso alcanzó un 36.4 por ciento de la población, mientras en 2008 era de 32.5, de acuerdo con datos del Coneval; pero el funcionario sostuvo que la capital es “de las 5 entidades con menor pobreza por ingresos del país“.

“Es el dato más alto que ha habido…. tiene una tendencia al alza muy clara, no hay razones por las cuales suponer que de repente baja la pobreza… Llegó a un pico que nunca había llegado en la Ciudad de México”, dijo Damián en #AristeguiEnVivo.

Mientras la diputada federal insistió en que “se ha reducido percápita el gasto social y eso es responsabilidad del gobierno central”, Amieva reviró que “en todos los indicadores de Coneval hemos ido reduciendo la pobreza”.

“En lo que no coincidimos es en generar una crítica a los programas sociales y la política de una ciudad, una política de 20 años atrás, tanto para mejorar el poder adquisitivo de la población; generar esta reversión de la pobreza por ingreso, pero sobre todo para la disminución de la pobreza por carencias que se ha logrado”.

“No estamos tampoco de acuerdo en generar esta mezcla entre los sistemas de valoración del impacto que tienen las políticas públicas en la reducción de pobreza a través de un crisol político. Y no estamos de acuerdo en que estos argumentos no consideren todo el esfuerzo que hizo el doctor Miguel Ángel Mancera para generar un marco normativo para que esta renta básica universal se encuentre consagrada en la Constitución y se minimice el esfuerzo de los diputados constituyentes que participaron”, expuso el secretario.

Damián sostuvo que “estamos cerrando un sexenio en donde la ciudadanía se queda con una ciudad más desigual” y las carencias muchas veces no están reflejadas en los indicadores del gobierno.

La diputada reveló que “de cada peso que recibe el decil más alto en la ciudad, el decil más bajo sólo recibe 5 centavos, una desigualdad galopante”.

“Tenemos una calidad de vida que deja mucho que desear” y miles de personas que deberían haber sido incorporadas a programas sociales siguen en lista de espera, denunció.

Sin embargo, Amieva dijo que en el caso del programa de adultos mayores la lista de espera “no ha rebasado las 15 mil personas”. bmj/m