La próxima semana, la Cámara de Diputados reactivará la discusión de la reforma electoral, a fin de que se apruebe en este periodo de sesiones, aseguró el diputado Sergio Gutiérrez.

Gutiérrez, quien encabeza el grupo designado para dicha reforma, informó que a más tardar la segunda semana de octubre se entregará a las bancadas un anteproyecto base, sobre el cual trabajarán todos.

Hasta el momento están registradas más de 113 iniciativas, las cuales se refieren a la reducción de prerrogativas a los partidos políticos, papel del INE y los Organismos Públicos Electorales locales, número de miembros del Consejo General y su duración en el cargo, tribunales electorales locales, fiscalización y austeridad electoral.

"La reforma sigue siendo una prioridad de Morena en el Congreso, así lo acordamos en nuestras plenarias, sin embargo, debido a los conflictos que ha habido en San Lázaro, no hemos podido trazar una ruta de trabajo y debate.

"Vamos a convocar la próxima semana para reiniciar la discusión, y ahí se acordará la presentación de un documento que sirva de base para la discusión. Sería ya un anteproyecto que yo elaboraría, aceptando colaboraciones o sugerencias para tener algo consensado", informó.

Aseguró que además de los comparativos de las propuestas surgidas en los foros sobre reforma electoral, realizados en junio, están a la espera de preguntas concretas que realizaron a autoridades electorales, entre ellas al INE.

"Hace más de un mes que preguntamos varias cosas, y hasta el momento no nos ha llegado la información", indicó.

Gutiérrez comentó que hasta el momento los integrantes del grupo a cargo han trabajado en consenso y de manera "civilizada", por lo que confió se mantengan en ese ánimo.

"En la primera quincena de octubre podríamos tener ese documento, para arrancar la discusión en serio", agregó.

Mientras que el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano cuentan con un documento denominado "irreductibles" de la reforma, en el que afirman que no cederán en siete puntos clave: desaparecer a los OPLES, que el padrón electoral pase a manos del Gobierno federal, que cambie el mecanismo para elegir a las autoridades electorales y la reducción del financiamiento sin justificación.

Además de no aprobar las consultas populares en elecciones federales ni los referéndums en los comicios intermedios y desechar la propuesta de eliminar la representación proporcional.

"Estamos ante una nueva oportunidad para mostrar que la democracia mexicana es suficientemente sólida como para darle estabilidad a los logros, corregir lo que debe funcionar mejor y responder a las exigencias de la ciudadanía", indica el documento. (Reforma.com)