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| Boletín N°. 4004 | La educación pluricultural es una deuda con los indígenas: De la Rosa Peláez |
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21-08-2014.- Reconocer que nuestro país es pluricultural y no darle la fortaleza que necesita: una educación dirigida en esa perspectiva, sin duda, es una deuda para la nación, afirmó el diputado Sebastián Alfonso de la Rosa Peláez (PRD), en la inauguración del foro “Retos de la Inclusión de la Diversidad Cultural en la Educación Superior Mexicana”.
Enfatizó que el reconocimiento de un país pluricultural y el derecho a la educación de los mexicanos en su propia lengua, ha sido una lucha durante muchos años. “Es un reto la búsqueda de la calidad educativa y de los servicios para todos los mexicanos en igualdad de circunstancias”.
El también presidente del Comité del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública agregó que se necesitan alternativas educativas para todos, donde realmente las condiciones que se ofrezcan en la educación no sean solamente para los que tienen mayores posibilidades de acceder a las instituciones y condiciones, sino para llegar a los sectores marginados.
La educación en nuestro país, comparado en América Latina, no es de los mejores calificados y “los retos se convierten en una gran responsabilidad para quienes están al frente de estas instituciones y para quienes tenemos la responsabilidad de las decisiones políticas en este país”.
Al inaugurar el foro, el subsecretario de Educación Superior, Fernando Serrano Migallón, destacó que el subsistema de universidades interculturales recibirá este año un apoyo de más de 416 millones de pesos, es decir, 50 por ciento más del que obtuvo el año pasado.
Esto, dijo, las beneficiará, a fin de que continúen formando profesionistas que respondan a los requerimientos de sus comunidades a través de una lengua propia, prácticas locales y una cosmovisión original. “Nos corresponde seguir este tipo de enseñanzas utilizando lo mejor de los avances tecnológicos, no para suprimir las prácticas tradicionales, sino para responder a las necesidades específicas de una parte fundamental de México”.
Reconoció que aún falta un importante trecho por recorrer, a fin de que todos los estudiantes mexicanos, independientemente de su ubicación geográfica u origen étnico, tengan la oportunidad de obtener aprendizajes reales, significativos y pertinentes, al mismo tiempo de preservar nuestra riqueza lingüística y tradiciones.
Agregó que el subsistema de universidades interculturales tiene la misión de no alterar la lógica social propia de las regiones en las que opera, sino de coadyuvar al desarrollo de las mismas bajo sus propios medios, “sólo así podrán concretarse avances en un marco de respeto y tolerancia que retribuyan a las comunidades originarias lo que han aportado a la sociedad, a la historia y a la esencia de nuestro país”.
El secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Enrique Fernández Fassnacht, coincidió en que es necesario buscar espacios para que los egresados de bachilleratos de cualquier tipo, región o comunidad puedan acceder a las diversas universidades e instituciones, no sólo a las interculturales. Ante ello, se comprometió a promover en aquellas que forman parte de la ANUIES a tomar acciones para lograr este propósito.
Dijo que se debe pugnar porque la educación, no sólo a la que acceden los alumnos del sistema de bachillerato en México, sino aquellos egresados de origen indígena que ingresan a las universidades interculturales sea de calidad e igualdad en cualquier nivel.
“Debemos velar porque la educación superior, de cualquier tipo, sea de calidad porque sólo así habrá equidad, a fin de que los egresados de las universidades tengan las capacidades necesarias para su desarrollo personal y profesional”, añadió.
El senador Eviel Pérez Magaña, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado de la República, indicó que si se logra incorporar con efectividad y eficacia los principios del enfoque intercultural en todas las instituciones de educación superior y no sólo en las interculturales, se dará un gran paso hacia el México que todos quieren en donde se respete la diversidad cultural y se enorgullezca de sus orígenes.
Mencionó que en Oaxaca, la Universidad Autónoma Benito Juárez tuvo una matrícula de 16 mil 60 alumnos en el ciclo pasado, muchos de ellos procedentes de las diferentes regiones de la entidad, y que es común observar que se comunican con sus lenguas maternas.
Sin embargo, agregó, esa riqueza de la diversidad cultural se pierde en el transcurso de los semestres por la enseñanza convencional, occidentalizada, ajena a la diversidad cultural, sujeta a programas viejos que pretenden la uniformidad en los conceptos y en la interpretación del mundo.
Consideró que si se logra incidir con un enfoque intercultural en los marcos curriculares y en los programas de estudios, se podría proteger y conservar los conocimientos tradicionales de los jóvenes, su legado pluricultural y sus lenguas originarias.
Hizo una solicitud a las autoridades educativas federales y locales para que se tenga una universidad intercultural en Oaxaca con más población indígena y un plurilingüismo único en el mundo.
Durante el primer panel “La diversidad cultural en México: Retos y perspectivas”, el presidente de la Asociación Nacional de Universidades Interculturales (ANUI), Guadalupe Camargo Orduño, señaló que el principal reto de estas instituciones educativas es garantizar los recursos económicos suficientes para mejorar su infraestructura y aumentar su matrícula porque actualmente sólo el uno por ciento de los indígenas acude a la universidad.
Agregó que las universidades interculturales son la única opción para jóvenes indígenas que aspiran a ser profesionistas con base en una educación acorde a su lengua, cultura, usos y costumbres.
Abundó que actualmente sólo hay doce universidades interculturales en igual número de estados de la República, las cuales atienden a 60 etnias del país, a pesar de que existen 68 lenguas originarias con 364 variantes.
En su participación, el director general del CESOP, Rafael Aréstegui Ruiz, indicó que el primer reto de la diversidad cultural es entender que la presencia de los indígenas en todo el país otorga a la nación la característica de multiculturalidad.
“El primer reto es reconocer que somos diferentes y que coexistimos en un mismo territorio con culturas diferentes”, dijo durante el primer panel “La diversidad cultural en México: Retos y perspectivas”.
El segundo reto, es la cobertura escolar de los indígenas, pues el actual sistema educativo está incompleto ya que sólo existen universidades interculturales pero no bachilleratos lo que impide a la juventud de los pueblos originarios acceder a la educación media superior.
Aréstegui Ruiz destacó que el tercer reto, es cambiar el modelo de presupuesto solidario que se le asigna a la educación intercultural, porque se basa en las aportaciones del gobierno federal y estatal “pero la problemática es que en muchas de las ocasiones los estados no aportan lo que les corresponde”.
El investigador del Colegio Mexiquense, Daniel Gutiérrez consideró que uno de los retos es estudiar formas políticas de ordenamiento normativo existentes en los pueblos comunitarios e integrarlos y vincularlos a la Constitución.
“El reto es de qué manera podemos encontrar todas esas virtudes que cada sistema de organización diverso que hay en el país se integren a un proyecto de nación global”, destacó.
Por lo que insistió en la necesidad de “implicar la noción de la diversidad en términos constitucionales significando con ello la obligatoriedad de hacer partícipe la mayor parte de los miembros de la sociedad en la constitución de un proyecto de nación”, dijo.
El investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Marcos Matías Alonso, propuso fortalecer los servicios de las universidades interculturales, luego de afirmar que “hay una deuda grande” con las instituciones de los pueblos indígenas y aún mayor con los pueblos de origen afro, los cuales han sido excluidos de los sistemas universitarios.
Recordó que fue hasta después de 1992 cuando el país reconoce a los pueblos originarios y en el 2001, en el artículo segundo constitucional México se admite como una nación multicultural sustentada en sus pueblos indígenas
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