Boletín N°. 3832 | Mientras en Brasil y Chile se incrementa la lactancia materna en zonas rurales, en México disminuye a la mitad |
09-07-2014.- Representantes del programa Un Kilo de Ayuda propusieron a diputadas del Comité del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG) impulsar la Lactancia Materna Exclusiva (LME), ya que, aseguraron, sólo el 14 por ciento de los infantes del país reciben beneficios.
La directora de Incidencia del programa, Aranzazú Alonso, informó que en seis años la prevalencia en México de la LME disminuyó principalmente en zonas rurales, donde pasó de 36.9 a 18.5 por ciento de madres que amamantan a sus hijos durante los primeros seis meses de vida, cuando en Brasil y Chile esta práctica aumenta.
Sostuvo que durante los primeros seis meses de vida, la lactancia materna incrementa la supervivencia de los infantes hasta seis veces más que en aquellos que no la reciben, además de que disminuye en ellos la morbilidad, desnutrición, obesidad, asma, diabetes, leucemia, diarreas y enfermedades infecciosas.
Además, continuó, en las mujeres reduce enfermedades como el cáncer de mama y de ovarios, en la medida en que incrementan esta experiencia.
Mencionó que las actividades laborales no deberían estar asociadas con una menor prevalencia de la lactancia materna, es decir, el que las mujeres trabajen no debe ser un impedimento para cumplir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de amamantar a sus hijos durante los primeros seis meses de vida, ya que no existe evidencia de que no lo quieran hacer, sino que las condiciones estructurales y sociales lo dificultan.
El total de las mujeres dentro de la Población Económicamente Activa (PEA) es de 37.8 por ciento, es decir, 18.6 millones; donde 4.5 millones declararon haber sufrido agresión laboral al pedirles prueba de embarazo antes de contratarlas, o no les renuevan los contratos, les bajan el sueldo o son despedidas.
Lo anterior, sin considerar que en México la participación de las mujeres en el mercado laboral va en aumento, ya que en 40 años pasó del 17.6 a 43.6 por ciento, de 1972 a 2012, indicó.
Destacó que 800 mil mujeres fueron despedidas, les disminuyeron el sueldo o no les renovaron el contrato por estar embarazadas, además de que se desconoce cuántas no pudieron, aun deseándolo, amamantar a sus hijos, ya que las condiciones laborales no se los permitieron. “Ese dato no está registrado, porque no aparece en las encuestas”, apuntó.
Detalló que proporcionar las condiciones adecuadas para llevar a cabo la lactancia materna, impactaría hasta 10 puntos porcentuales su prevalencia.
Propuso que en el tema de las licencias de maternidad se queden las 6 semanas previo al parto, establecidas actualmente, pero que en el postparto se incrementen a 8 semanas, a fin de cumplir la recomendación mínima de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); agregar 4 semanas más, en caso de parto prematuro, y aumentar el permiso de paternidad de 5 a 10 días para distribuir de manera equitativa el cuidado del niño.
En cuanto a los horarios, planteó que las mujeres, al regresar de su licencia de maternidad, tengan acceso tanto a dos reposos extraordinarios y una hora menos de trabajo, en lugar de sólo uno de estos, como se plantea actualmente en la Ley Federal del Trabajo.
Requirió que las empresas cuenten con un espacio lactario que cumpla con las condiciones básicas en comodidad, privacidad e higiene. “Con esto se evitaría que los niños se enfermen o se enfermen menos y favorecerá la productividad y lealtad de las trabajadoras a sus empresas”, manifestó.
Agregó que las causas del descenso de la LME, se deben a la poca presencia de este tema en la agenda pública y a la débil regulación en la materia, además de los impedimentos que tienen en sus trabajos para ejercerla, ya que se les otorga un periodo postparto corto y poca flexibilidad en los horarios.
“Se sabe poco de los beneficios de la lactancia y sus técnicas, falta apoyo social y familiar; además, el personal del sector salud, enfermeras y asistencia social, son capacitados para recetar un sustituto de la leche materna, pero no a facilitar el derecho de amamantar a sus hijos”, acotó.
La presidenta del comité del CEAMEG, diputada Flor de María Pedraza Aguilera (PAN), coincidió en que la LME disminuye enfermedades para la mujer como el cáncer de mama y de ovario, y reduce el asma, diabetes, leucemia, diarreas y la obesidad a los bebés.
“Analizaremos la propuesta que nos presentan para beneficiar a las mujeres, ya que la mayoría de ellas desconocen los beneficios que genera la lactancia; por ello, trabajamos para que se difunda y llegue a toda la población”, resaltó.
Mencionó que las diputadas del comité presentarán un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaria de Salud a difundir en todos los espacios del sector salud, a nivel federal y estatal, las cápsulas informativas sobre cáncer de mama y leche materna, desarrolladas por el comité del CEAMEG.
La secretaria del comité, diputada Delfina Elizabeth Guzmán Díaz (PRD), dijo que no se trata sólo de un tema laboral, sino de salud, debido a que se desconoce el número de madres que no pudieron amamantar a sus hijos, lo que significa una incidencia en cuestión a la salud de los niños.
La diputada del PAN e integrante del comité, Blanca Jiménez Castillo, señaló que no existe una cultura para informar a la madre sobre la importancia de lactar a sus hijos, por lo menos en los primeros seis meses, por lo que recomendó trabajar en conjunto con los ginecólogos para que otorguen información adecuada.
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