Boletín N°. 4698 México enfrenta “grave crisis humanitaria y Estado fallido”, coinciden diputados y académicos

 

  • Decisiones del gobierno federal sobre Ayotzinapa serán tardías: Monreal Ávila
  • Mejía Berdeja mencionó otros casos como Tlatlaya, Allende, Atenco, Acteal, Aguas Blancas y Guardería ABC

 

26-11-2014.- México enfrenta una “grave crisis humanitaria y un Estado fallido” por casos como Ayotzinapa, Tlatlaya, Acteal, Aguas Blancas y Boca del Río, coincidieron diputados, investigadores y periodistas.

 

Al participar en un foro que abordó ambos problemáticas, el coordinador del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, diputado Ricardo Monreal Ávila, indicó que las decisiones que tome el gobierno federal en los próximos días para enfrentar el caso Ayotzinapa “serán tardías frente a la cloaca de corrupción que predomina”.

 

En el evento, que se llevó a cabo en las instalaciones de San Lázaro, el diputado por el Distrito Federal consideró que la creación de una comisión de la verdad y la intervención de un fiscal especial para resolver el caso de los 43 normalistas desaparecidos, serán acciones “gatopardistas que, además, se verán “aderezadas” con medidas populistas como la disminución en el precio de la gasolina.

 

En tanto, el diputado Ricardo Mejía Berdeja (MC) señaló que el país enfrenta una grave crisis humanitaria, ya que no sólo se trata de la desaparición forzada de los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, sino también los muertos de Tlatlaya, Allende, Atenco, Acteal, la Guardería ABC, Aguas Blancas, Boca del Río y Ciudad Juárez con los feminicidios.

 

El diputado federal por Guerrero aseguró que México presenta diariamente homicidios, violaciones, feminicidios, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, conflictos de interés y tráfico de influencias, lo que genera un Estado fallido y una grave crisis humanitaria. “Insistiremos –resaltó- en fortalecer el marco jurídico de los derechos humanos y rendición de cuentas, a fin de que no caigan en el olvido las víctimas de estas masacres”.

 

No hay entidad del país, destacó, en donde no exista alguna desaparición, secuestro o tragedia humanitaria. Aseguró que hay fosas clandestinas en Durango, Chihuahua y Tamaulipas, a pesar de que el Ejecutivo federal, en uno de los ejes rectores del Plan Nacional de Desarrollo, plantea un México en paz.

 

En el caso de los estudiantes de Ayotzinapa, apuntó, el gobierno se preocupa más por ocultar la complicidad con la delincuencia organizada que por erradicar a los grupos criminales. Hizo notar que mientras persiguen, y con justa razón, al presidente municipal de Iguala y su esposa, “no se ha investigado ni detenido al de Cocula, Guerrero, ¿quién lo protege?”.

 

El también secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales agregó que “nuestro país es una enorme fosa clandestina, que evidencia la masiva cantidad de violaciones a los derechos humanos en todo el territorio nacional”.

 

En su intervención, el académico e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Iván García Gárate, coincidió en que existe una crisis de derechos humanos en el país. “Es un Estado discrecional o selectivo”, dijo, ya que en algunos ámbitos está presente, mientras que en otros no.

 

Se empecinó en sacar las reformas estructurales, pero en lo que respecta a los 43 normalistas no se respetaron las garantías a sus derechos, no sólo por su desaparición, sino por el modo de vida que llevaban.

 

Mencionó que la crisis humanitaria en el país se presenta bajo una justicia debilitada donde predominan casos de corrupción y conflicto de intereses y una problemática en derechos humanos donde se deja ver la carencia en educación, salud, alimentación y violación a garantías individuales y colectivas.

 

“Estamos ante un Estado discrecional y una crisis humanitaria, donde la sociedad debe rescatar las instituciones públicas para que el Estado no se deteriore más, porque su reconstrucción tiene que venir de la colectividad”, apuntó.

 

En el foro “Estado fallido y crisis humanitaria” también participaron los reporteros y escritores Ricardo Mendoza Reséndez y Diego Enrique Osorno.

 

 

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