Boletín N°. 4450 | Llama Silvano Aureoles a construir acuerdos ante crisis que padecen regiones del país |
22-10-2014.- El presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles Conejo, llamó a construir acuerdos que permitan llegar a mayores soluciones y mejores decisiones, ante la crisis que trastoca la posibilidad de las y los mexicanos de gozar una vida con estabilidad, progreso, seguridad y oportunidades para la movilidad social y el desarrollo.
Al conmemorar, en Sesión Solemne, el Bicentenario de la Promulgación de la Constitución de Apatzingán, precisó que la crisis que se padece en ciertas regiones del país, no es sólo económica, ni es sólo de inseguridad, como tampoco es exclusiva de una entidad en particular.
“Hoy es Guerrero, ayer fue Tamaulipas, hoy es el Estado de México, pero ayer fue Michoacán, y en general se resienten los efectos de los agudos problemas por los que atravesamos como país”, añadió.
Preguntó qué pensaría Morelos de que los territorios que muchas veces recorrió y que le dieron fuerza e inspiración, se encuentran hoy en un Estado de incertidumbre. “Es innegable que hoy el país sufre fuertes presiones internas y externas que demandan y exigen a todos, con dedicación y esmero, poner mayor atención y llaman a una actitud responsable, particularmente ante la enorme desigualdad que aun padecen millones de mexicanas y mexicanos”.
Silvano Aureoles expresó que esta LXII Legislatura se ha caracterizado por ser de las más productivas, ya que en medio de las diferencias, de la pluralidad y de las divergencias se han podido concretar importantes reformas, las cuales requieren del compromiso pleno, la voluntad, la apertura y la sensibilidad para su aplicación y, con ello, alcanzar los resultados esperados.
Resaltó que el ejemplo de los constituyentes del Congreso de Anáhuac “nos enseña que en Apatzingán, en medio de la convulsión, entre los peligros de la guerra, hubo manera de invocar los principios fundacionales para proponer, con toda lucidez intelectual, el documento constitutivo de nuestra viabilidad como Estado nacional, cuya fortaleza descansa en las reglas que acorde a su tiempo lograron darle constitución a una nación independiente”.
Lo constitucional, puntualizó, es la pauta suprema que regula la relación del Estado con los ciudadanos y las relaciones entre estos en su esfera particular. Pero lo más importante, dijo, recoge la experiencia y la visión colectiva, “porque no puede haber normas válidas y eficaces, por muy superiores que sean, que no estén ancladas en la conciencia de sus destinatarios”.
El diputado Aureoles Conejo manifestó que en medio de lo que sucede cotidianamente en el país es evidencia de que las cosas no están bien, sino de que algo no “estamos haciendo de manera suficiente. Hoy a nadie le falta voluntad para trabajar por un México mejor, pero la asunción del compromiso no basta si éste no se traduce en hechos que reflejen un mejoramiento real de las condiciones de vida de las mexicanas y los mexicanos que aún viven en circunstancias inaceptables”.
México, destacó, se encuentra en un momento que refleja debilitamiento de las instituciones públicas, sobre todo en los ámbitos municipales y en diversas regiones del país, pues en muchos casos los problemas son prácticamente inmanejables. Ante ello, el Estado pierde fuerza en el ejercicio de sus atribuciones legítimas y se ha visto desbordado y en ocasiones suplantado por grupos que han llenado el vacío de la autoridad ante la omisión, la tolerancia y a veces también la complacencia.
“Hoy, en el marco de esta celebración, hagamos un alto en el camino para revisar qué está pasando, porque las omisiones voluntarias o involuntarias, la colusión, la connivencia o la corrupción le han hecho demasiado daño al país. No es un asunto sencillo y la solución tampoco, pero estoy convencido de que solo con el compromiso y la voluntad de todas y de todos vamos a alcanzar el Estado de derecho pleno e instituciones sólidas y con ello el ejercicio pleno de nuestros derechos y libertades, que sin duda es la aspiración suprema de todas y todos los mexicanos”, afirmó.
A 200 años, destacó, se debe replantear “nuestro quehacer político, porque nuevamente las circunstancias nos ponen a prueba y ponen a prueba al Estado nacional, a las instituciones del Estado mexicano. Debemos revisar si ante la desorientación provocada por la crisis, el regreso al centralismo es la respuesta correcta a la debilidad manifiesta de los gobiernos locales, porque nos enfrentamos al grave riesgo de que se nos agoten las instancias de solución y terminemos por implosionar desde el núcleo del poder público”.
Llamó a las integrantes y los integrantes de esta Cámara de Diputados y del Congreso de la Unión a seguir trabajando, para que más allá de posturas ideológicas y de defensa partidaria, esté el interés superior de México.
En las intervenciones por los grupos parlamentarios, el diputado Eligio Cuitláhuac González Farías (PRI) señaló que la Constitución de Apatzingán trata de un documento eminentemente jurídico, profundamente político y con gran trascendencia histórica, además de que sus preceptos descansan en el principio de que la soberanía dimana del pueblo, el cual tiene el derecho de establecer la forma de gobierno que mejor le convenga, y define a la soberanía como la facultad de promulgar leyes, aplicarlas y hacer justicia.
Mencionó que a 200 años de su promulgación sigue siendo fuente de inspiración en todos los órdenes de la vida pública, al declarar que los gobiernos y las asociaciones políticas se constituyen principalmente para conservar, proteger y garantizar el respeto al orden legal. “Representa las bases del Estado moderno y cuya construcción no resultó tarea fácil”.
Argumentó que hoy, como hace 200 años, se tomó la decisión firme de transformar al país, de reformar el marco normativo para adaptar al país a las exigencias del mundo global y a las de una sociedad más crítica, reflexiva y participativa, “ya no a través de las armas, sino a partir de la razón, del diálogo, del entendimiento y de la conciliación”.
Por Acción Nacional, el legislador José González Morfín resaltó que la Constitución de Apatzingán contiene el ADN, la huella genética de lo que México estaba llamado a ser, una república con división de poderes, y que el mejor homenaje que hoy se le puede rendir, es seguir trabajando para que sus ideales se vuelvan una realidad y trabajar para que se deje atrás la sombra de la violencia, corrupción e impunidad que tanto han lastimado a la República.
Argumentó que hoy, como hace 200 años, México sigue enfrentando el reto de asegurar la igualdad, la seguridad y la libertad de cada uno de sus habitantes. “La situación que vive nuestro país es delicada, estamos ante una hora de grandes desafíos para las instituciones de la República. Iguala, Ayotzinapa, Tlatlaya nos recuerdan que la impunidad es el principal problema que enfrentamos como sociedad”.
La construcción de un verdadero país de leyes, puntualizó, es la asignatura más importante que tiene México. “La nación quiere vivir en paz y en libertad, por eso hay que luchar por un país de leyes. México quiere superar la injusticia y la arbitrariedad; queremos progresar por la vía de la seguridad. Por eso hay que luchar por un país de leyes”.
Agustín Miguel Alonso Raya, diputado del PRD, llamó a refundar a la República, a restituir y fortalecer la legitimidad de las instituciones y a recuperar las causas, las convicciones y los principios que deben observar todos los poderes públicos y la sociedad en su conjunto, y dijo que es necesario retomar el ejemplo y la guía de los constituyentes de Apatzingán, los principios democráticos de independencia y libertad.
Subrayó que hoy México es víctima de una escalada de hechos indescriptibles de corrupción, barbarie y horror que rebasan a las instituciones; de ahí que se debe responder con congruencia. A nombre de su grupo parlamentario, reafirmó su compromiso con las instituciones públicas del país por la vigencia plena de la Constitución y las leyes que de ella emanan. “Nosotros lucharemos con todos los instrumentos de la Carta Magna y las leyes para restablecer el orden democrático y el Estado de derecho en todos los rincones de nuestro país”.
Expuso que es necesario sentar las bases para consolidar a las instituciones, por el respeto al Estado de derecho y dar certidumbre a las actividades que los ciudadanos deseen emprender. “Debemos darle viabilidad al derecho social, para dar seguridad a toda la población; sancionar la trata de personas; erradicar los feminicidios; terminar con el acoso y los ataques a los periodistas; proteger efectivamente, a las víctimas del delito”.
Del PVEM, el diputado Ernesto Núñez Aguilar subrayó que la declaración contiene un profundo sentido democrático, y la igualdad, libertad y prosperidad deben seguir siendo los principios y el hilo conductor “de nuestra labor como legisladores y como mujeres y hombres de Estado”, por lo que conmemorar la obra es un acto que fortalece “nuestra identidad nacional, afirma nuestro patriotismo y genera conciencia de la importancia de comprometerse con el interés supremo de la nación y darlo todo por ella”.
Añadió que hoy los mexicanos viven momentos difíciles, pues “los enemigos de la nación no son ya los defensores de un imperio opresivo sino la irracionalidad, la corrupción y la impunidad de grupos que han logrado infiltrarse en los poderes públicos y que atentan gravemente en contra de la sociedad, incluyendo con ello el pleno ejercicio de los derechos que otorga la Constitución vigente”, añadió.
Indicó que a dos siglos de distancia de la promulgación del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, la nación reclama al Estado la misma convicción de los constituyentes de Chilpancingo para afrontar los momentos aciagos y devolverle al país esperanza y tranquilidad.
A su vez, el legislador Francisco Alfonso Durazo Montaño (Movimiento Ciudadano) puntualizó que la lección de la Constitución de Apatzingán es que en los mejores momentos de la historia con una mano se destruye al viejo orden y con la otra se ha construido el nuevo. “Se construía el futuro del país con patriotismo, honor, compromiso social y visión”.
Sin embargo, dijo que hoy el gobierno es instrumento de unos cuantos para el servicio de unos pocos, sin otro proyecto más que la preservación y la ampliación de los intereses que han llevado a México a su peor degradación. “Hoy el país se mueve entre la zozobra y la barbarie, entre la miseria de muchos y la opulencia de pocos, y entre el delito y la impunidad como constantes. La violencia que se vive es resultado de una ausencia de justicia acumulada por décadas”.
Denunció que no hay en el actual gobierno otro rumbo más que el impuesto por los momentos de crisis que se suceden sin cesar, casi cotidianamente uno tras otro. “Hoy es Iguala, pero apenas ayer fue Tlatlaya, Michoacán y San Fernando. Son muchas las regiones del país donde el crimen íntimamente asociado a los poderes públicos, impone su dominio. Lo único que crece son la pobreza, los desequilibrios sociales, los privilegios de los grupos de poder económicos”.
El diputado Ricardo Cantú Garza (PT) indicó que hoy a 200 años de la Constitución de Apatzingán, es pertinente hacer un balance, pues el México del 2014 es una nación de graves desigualdades, donde existen millones de pobres y un pequeño grupo de privilegiados, donde el gobierno no realiza funciones eficaces para sacar a los mexicanos de la pobreza extrema, sino que se les administran recursos con fines de clientelismo electoral, donde las instituciones gubernamentales han sido infiltradas por la delincuencia, y donde el poder público se pone al servicio de poderes fácticos delincuenciales.
“Hoy la inseguridad permea a lo largo y ancho del país y los ciudadanos se ven afectados por la delincuencia, con independencia del tipo de delitos de que se trate. Con la mayor impunidad, 43 jóvenes son secuestrados y desaparecidos sin que hasta la fecha se sepa de su paradero: se trata de los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, o aun siendo presuntos responsables de la comisión de delitos, son ajusticiados como en los hechos de Tlatlaya”, expuso.
Precisó que a 200 años de la Constitución de Apatzingán se debe evaluar con precisión para qué sirve un gobierno, pues éste debe servir como un medio de la sociedad que incide en la transformación de las condiciones materiales en las que viven sus habitantes y no como un facilitador de negocios de las grandes empresas transnacionales o nacionales, como sucede en la actualidad.
Luis Antonio González Roldán, diputado de Nueva Alianza, expresó que la Constitución de Apatzingán de 1814, contiene dos principios fundamentales, hoy más vigentes que nunca, la soberanía popular y la consagración de los derechos humanos de todos los ciudadanos, por lo que “su contribución en la construcción del México independiente no puede ni debe soslayarse”.
Mencionó que la trascendencia de la Constitución de Apatzingán radica precisamente en que es el primer texto constitucional de México que incorpora una declaración de derechos humanos. “Asumamos la responsabilidad de tomar acción para que las palabras del decreto que hoy se celebra no sean objeto de conmemoraciones y actos protocolarios, sino que se conviertan en el ímpetu de nuestra labor cotidiana”, abundó.
Es imperativo, dijo, volver la mirada a la génesis en el presente para construir el futuro del México que decíamos ser. “Hoy más que nunca es necesario regresar la mirada al fundamento político filosófico de los principios de la Constitución de Apatzingán en cuanto a soberanía popular y los derechos sumarios. El gobierno debe ser el instrumento del pueblo para el gozo de sus derechos imprescriptibles e inalienables, de igualdad, seguridad, propiedad y libertad”, añadió.
Previamente a los posicionamientos de los grupos parlamentarios, el presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles Conejo, informó que se encuentra expuesto en este recinto el original del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, sancionada el 22 de octubre de 1814, con la firma auténtica del general José María Morelos y Pavón, El Siervo de la Nación.
Silvano Aureoles agradeció a la directora general del Archivo General de la Nación, María de las Mercedes Vega Araujo, el que haya hecho posible que en este recinto parlamentario se encuentre este invaluable documento histórico conocido como la Constitución de Apatzingán.
A la Sesión Solemne, asistieron el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan N. Silva Meza; el subsecretario de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos de la Secretaría de Gobernación, Felipe Solís Acero; exgobernadores de Michoacán, entre ellos, Carlos Torres Manzo, Genovevo Figueroa Zamudio y Leonel Godoy Rangel.
También, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de la Federación Nacional de Abogados al Servicio de México, José Elías Romero Apis, y el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Pedro Salazar Ugarte.
El Himno Nacional estuvo a cargo de la banda sinfónica y el coro de la Secretaría de Marina Armada de México.
Guardia de honor
Antes de la Sesión Solemne y en el vestíbulo principal de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles y el presidente de la Junta de Coordinación Política, Manlio Fabio Beltrones, encabezaron una guardia de honor al documento original del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana.
También asistieron los coordinadores de los grupos parlamentarios e integrantes de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
La Constitución de Apatzingán, promulgada por el Congreso de Chilpancingo, se resguarda en las instalaciones del Archivo General de la Nación, cuya directora del Archivo Histórico Central, Gisela González Flores, entregó, en calidad de préstamo, durante el acto solemne, a Juan Carlos Delgadillo Salas, secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, para su exhibición en el salón del Pleno de San Lázaro.
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