• Ahorrarían hasta el 80 por ciento en las facturaciones de su iluminación pública: Valdés Palazuelos
• Se reducirían en 40 por ciento los índices de inseguridad y 23 por ciento los accidentes viales

03-04-2015 El diputado Jesús Antonio Valdés Palazuelos (PRI) impulsa un punto de acuerdo por el que exhorta a la Secretaría de Energía (Sener) a llevar a cabo acciones que fomenten entre los gobiernos estatales y municipales la instalación y uso de luminarias LED para el alumbrado público; con ello, indicó, “ahorrarían hasta el 80 por ciento en las facturaciones de su iluminación pública”.

El objetivo del exhorto es disminuir el consumo de energía eléctrica, además de coadyuvar a la reducción de los impactos ambientales.

El secretario de la Comisión de Economía dijo que el uso de diodos emisores de luz (LED por sus siglas en inglés) permitirá a los gobiernos federal y municipal, además de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), obtener considerables ahorros que fortalecerían las finanzas públicas y proporcionarían remanentes reales que podrían ser canalizados a otros programas prioritarios de desarrollo social.

De acuerdo con estudios nacionales e internacionales, si se ilumina de manera adecuada una ciudad o delegación automáticamente se reducirían los índices de inseguridad en poco más del 40 por ciento y 23 por ciento los accidentes viales; “el uso de luminarias LED permitiría que los presidentes municipales brinden una mayor e imprescindible seguridad física y emocional a los ciudadanos”, agregó.

Destacó que el uso de este tipo de luminarias ha aumentado en los hogares de todo el país, por lo que es conveniente ampliarlas a los espacios públicos, a fin de fomentar mayor bienestar a la comunidad.

En el caso de los gobiernos municipales, detalló, obtendrían un ahorro directo de 65 por ciento en el pago de energía eléctrica utilizada en el alumbrado público, a diferencia del enorme diferencial de consumos mensuales que generan por las lámparas convencionales actuales.

El uso de las luminarias LED reducirán paralelamente todos los gastos de operación de la red eléctrica de la CFE, obteniendo un importante ahorro adicional por la reducción en la capacidad de los transformadores instalados y en los enlaces de las cargas eléctricas; además, debido a que estos emisores no son sensibles a las frecuencias eléctricas o cambios bruscos de voltaje, la durabilidad de la red eléctrica será mucho mayor.

El diputado federal por Sinaloa argumentó que el funcionamiento de este tipo de luminarias en la instalación pública oscila entre los 50 y 100 watts, mientras que las tradicionales lámparas de vapor de sodio y aditivos metálicos consumen entre 150, 175 y 300 watts.

Si este tipo de alumbrado se instala en calles y avenidas de nuestros municipios, las administraciones podrían obtener un ahorro mínimo de 80 por ciento en las facturaciones de su alumbrado público, explicó.

Entre otras de sus ventajas, continuó, no requieren mantenimiento y tienen una vida útil mínima de 10 años, superan las 100 mil horas de luminosidad en cualquier condición de alimentación eléctrica y climática, mientras que la luminosidad de otras lámparas tiene una duración de entre cuatro y cinco años.

Valdés Palazuelos informó que en 2011, con el apoyo de la Sener, se inició el Proyecto Nacional de Eficiencia Energética en Alumbrado Público Municipal, al que se suscribieron en un macroconvenio de colaboración el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), y la CFE, con el objetivo de apoyar a los municipios del país en la ejecución del proyecto de sustitución de sistemas de alumbrado público que reduzcan el consumo de energía eléctrica.

Aunado a lo anterior, el uso de las lámparas y focos convencionales que los municipios utilizan da cumplimiento al mandato constitucional, en el artículo 115, fracción III, inciso b); sin embargo, existen serios y graves problemas por el alto consumo de la energía eléctrica utilizada en el alumbrado público, su costo de operación y por la emisión de vapores y gases peligrosos contaminantes y nocivos para la salud.

Ante ello, el uso de luminarias LED presenta ventajas sobre las fuentes de luz incandescente y fluorescente, principalmente en el ahorro económico por el bajo consumo de energía, mayor durabilidad, tamaño reducido, resistencia a las vibraciones, y contribución en la mitigación de los efectos invernadero al ser cien por ciento ecológicas.

Inhiben la proliferación de insectos, disminuyen la radiación residual hacia el ser humano; al contar con mejor índice de producción cromática, y reducen ruidos en las líneas eléctricas.

El mercado de LED, agregó, se incrementa rápidamente al instalarse en ciudades, empresas, hoteles, supermercados y tiendas de autoconsumo por sus beneficios y por el insalvable obstáculo de que las luces y lámparas convencionales incandescentes ya han sido prohibidas; de ahí la importancia de adaptarlo al alumbrado público, concluyó.

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