Boletín N°. 5072 Se requiere un Poder Judicial que no libere delincuentes “por cualquier punto y coma”: Cárdenas del Avellano
  • Afirma María Elena Morera que una policía confiable requiere fortalecer el control de confianza
  • No son los policías, sino sus mandos quienes los obligan a infringir la ley: Observatorio Nacional Ciudadano
  • Ejecutivo federal no ha demostrado que mando único policial generará confianza en la ciudadanía, asegura México Evalúa
  • Problema de las policías municipales, que sus jefes sean políticos; hay que cuestionar si son honrados, dice experto

 

11-02-2015.- Durante el “Foro Internacional de Seguridad Pública, por un modelo policial digno”, el diputado Enrique Cárdenas del Avellano (PRI) señaló que es necesario contar con un cuerpo de seguridad capacitado en avances tecnológicos, pero sobre todo tener un Poder Judicial que no permita que delincuentes salgan libres “por cualquier punto y coma”.

 

El legislador, integrante de la Comisión de Seguridad Pública, indicó que en la medida en que se tome con seriedad cada paso que se dé para el avance de la seguridad pública, será el nivel que tendremos para sentirnos libres y sin limitaciones, por lo que se requiere la participación de todos.

 

El diputado encabezó la Mesa Panel “Hacia un modelo policial profesional ¿Cómo evaluar la confianza de los policías y establecer contrapesos?”, un espacio de análisis que, sostuvo el también integrante de la comisión, Octavio Castellanos Mijares (PVEM), “nos deja con más inquietudes, pues nos hace pensar en mecanismos que nos ayuden a tener controles de confianza”.

 

La confianza en las instituciones, apuntó, debe partir de una adecuada selección de policías. También tiene que haber una mayor participación ciudadana en la vigilancia de los cuerpos de seguridad, manifestó el diputado.

 

Al tomar la palabra, María Elena Morera, presidenta de “Causa en Común”, precisó que para lograr una policía confiable se requiere fortalecer el proceso de evaluación y control de confianza de sus integrantes, es decir, las pruebas, y diferenciarlas según la corporación de que se trate.

 

Asimismo, continuó, generar una certificación institucional y respaldar el régimen disciplinario de las instituciones de seguridad con consejos de honor y justicia, así como crear organismos de supervisión externa, a fin de que realicen bien su trabajo y cuenten con los insumos necesarios.

 

En tanto, el director general del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas Rodríguez, afirmó que al exigir una reingeniería de los cuerpos policiacos “no sabemos el proyecto de seguridad que queremos”; se requiere analizar “un cambio profundo no sólo en los policías, sino también en las instituciones”.

 

Subrayó que tradicionalmente se ha tratado de echar toda la culpa al policía común; empero, acusó, existen cadenas de mando que piden a los subordinados infringir la ley y que no pasan por los mismos controles de confianza que cualquier policía de rango menor.

 

Por otro lado, coincidió en que no existen incentivos adecuados para los cuerpos de seguridad, pues las mismas instituciones privilegian más el castigo y no se han preocupado por generar proyectos de carrera y un desarrollo atractivo para los policías.

 

“Si les pedimos que hagan algo, también debemos ofrecerles algo para que se desarrollen”, sostuvo, y añadió que también es preciso definir los protocolos de adiestramiento, ya que los errores que cometen los oficiales muchas veces resultan de un mal entrenamiento.

 

De la asociación “México evalúa”, Edna Jaime Treviño destacó que no hay una justificación contundente que diga que el mando único generará confianza o credibilidad en las policías, y el Ejecutivo federal, agregó, tampoco ha ofrecido evidencia refutable de que este cambio sea el camino adecuado.

 

Para que las policías y ciudadanos nos reencontremos, acotó, es necesario pasar por procesos profundos de transformación y para ello se requiere de liderazgo y participación de la sociedad civil, así como de recursos suficientes. El objetivo de cualquier reforma, agregó, es la experiencia del ciudadano, y de esta manera “no se descarrilará.

 

Por último, el rector de la Universidad de Ciencias de la Seguridad de Nuevo León, Gerardo Saúl Palacios Pámane, hizo hincapié en que el gran problema de las policías municipales es que sus jefes sean políticos. “Antes de tener mil 800 cuerpos de seguridad honrados en México, primero hay que cuestionarse si tendremos esa cantidad de políticos honrados”, enfatizó.

 

Hizo referencia al modelo de Fuerza Civil en el estado de Nuevo León, donde se ha hecho a un lado los lugares comunes que hacen fallar a las policías locales. En cambio, por ejemplo, se impulsa en la entidad un servicio civil de carrera, donde 12 de los 13 grados que se pueden alcanzar en la corporación policiaca, se obtienen por mérito y no por asignación.

 

 

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