Boletín N°. 5103 Desaparición forzada y genocidio, temas pendientes en la agenda legislativa del Congreso de la Unión: Núñez Monreal
  • Ayotzinapa y Tlatlaya “han desencadenado humillaciones a la dignidad humana”; leyes deben proteger esta garantía, señala
  • Realizan en San Lázaro segundo día de la Jornada Internacional contra la Desaparición Forzada y el Genocidio

 

16-02-2015.- Al encabezar el segundo día de la Jornada Internacional contra la Desaparición Forzada y el Genocidio, en San Lázaro, la organizadora del evento, diputada Magdalena del Socorro Núñez Monreal (PT) afirmó que el combate a estos dos flagelos de la humanidad sigue pendiente en la agenda legislativa del Congreso de la Unión.

 

Recordó que en respuesta a los pronunciamientos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Senado de la República trabaja en una iniciativa de Ley contra la Desaparición Forzada de Personas, norma que, enfatizó, “debe ser efectiva en el reconocimiento jurídico de la dignidad humana” como lo destacan los instrumentos internacionales de los que México es parte.

 

“Es a partir del reconocimiento del principio de validez universal de la dignidad humana, contemplada en la Carta Magna, que los legisladores debemos preocuparnos por fortalecer nuestro marco normativo a favor de los derechos humanos de manera intangible, entendiendo por esto que no se pueden ni se deben tocar”, añadió.

 

Núñez Monreal señaló que la Jornada de esta tarde, dedicada a analizar el genocidio de Jodyalí, Azerbaiyán, cobra especial relevancia en virtud de que el gobierno federal ha descalificado las conclusiones del reciente Informe del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, relativo a México.

 

Los acontecimientos de Ayotzinapa y Tlatlaya, afirmó, “han desencadenado la humillación a la dignidad humana de los mexicanos”; por ello, “la reacción de la sociedad a la criminalidad en México, debe ser el fortalecimiento a la protección de los derechos humanos en el ámbito federal y local, tanto en los órdenes jurídico e institucional”.

 

En tal sentido, insistió en que las aportaciones de estos encuentros en San Lázaro, para analizar los distintos casos de genocidio alrededor del mundo, serán de gran utilidad para enriquecer las iniciativas necesarias que fortalezcan el Estado de derecho en México.

 

“El principio de la dignidad humana es lo que debe movernos a los legisladores para llevar a cabo los trabajos en relación con estas conductas atroces que nos reúnen el día de hoy: la desaparición forzada y el genocidio”, concluyó.

 

En tono similar, el promotor de la Paz y Defensor y de los Derechos Humanos, Alfredo Rojas Díaz, manifestó que el objetivo de las jornadas contra la desaparición forzada y genocidio es crear una conciencia para formar e informar a las nuevas generaciones sobre esos problemas y erradicar ese tipo de crímenes.

 

En su participación, el embajador de la República de Azerbaiyán, Ilgar Yusif Oglu Mukhtarov, expuso el caso de Jodyalí -pueblo ahora inexistente de la nación que representa- en febrero de 1992, cuando fuerzas armenias, apoyadas por un regimiento de la ex Unión Soviética, cometieron un acto de genocidio contra población civil inocente.

 

En los hechos, 613 personas perdieron la vida, incluyendo 106 mujeres y 83 niños; 56 de estas personas fueron asesinadas con una brutalidad inusual, ocho familias fueron exterminadas por completo; 25 niños perdieron a ambos padres, y 130, a alguno de sus progenitores, de acuerdo a los informes oficiales.

 

Refirió que aún hoy, el veinte por ciento del territorio de Azerbaiyán es ocupado por Armenia y por ese motivo se ha creado alrededor de un millón de refugiados y personas internamente desplazadas.

 

Derivado de esto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha emitido cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad solicitando que Armenia retire unilateralmente sus fuerzas militares y permitir a la población civil regresar a sus hogares; sin embargo, esa nación no ha reconocido el derecho internacional y continúa su política de ocupación.

 

El objetivo, indicó, es “llevar justicia a las víctimas de Jodyalí, y al mismo tiempo reprender a quienes violaron derechos y tienen la sangre de los azerbaiyanos en sus manos”.

 

Por otra parte, expresó su agradecimiento a México, que en el 2011, a través de la Cámara de Diputados, aprobó una resolución que apoyaba las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU.

 

El embajador de Azerbaiyán también destacó el apoyo que otras naciones han dado a esa región.

 

Explicó que desde siete años atrás se ha difundido la información de ese conflicto, a través de conferencias y foros para atraer atención de políticos y sociedad civil. Pese a eso, dijo, “hay un doble estándar en el mundo, ya que hay información que se divulga al minuto y hay otra que no”.

 

Al tomar la palabra, el embajador de Ucrania en México, Ruslán Spirin, destacó el apoyo de México para que se reconozca y respete la integridad territorial, la soberanía e independencia de su país, a través de la Cámara de Diputados, con el Grupo de Amistad México-Ucrania, presidido por la diputada Rosa Elba Pérez Hernández (PVEM).

 

“Juntos venceremos”, resaltó, y agradeció a la sociedad y a las autoridades mexicanas, así como a los diputados interesados en que sea el diálogo el mecanismo para solucionar las controversias de manera pacífica. “En nuestro mundo globalizado no podemos estar aislados, lo que suceda en cualquier país repercute en todos y no podemos ser ignorantes de lo que sucede”, afirmó.

 

Refirió el sufrimiento de las sociedades por la desaparición forzada de personas inocentes. Dijo que México entiende, como nadie, el dolor por la pérdida de la vida de estudiantes, que causó sufrimiento en el mundo y en la humanidad, debido a que se vive en la globalización.

 

Por su parte, el rector del Instituto Americano y director académico de Locutores de México, Rubén Ángel Manríquez Salas, comentó que la desaparición forzada y el genocidio no son problemas ajenos a México.

 

Consideró que nuestro país ya vive sucesos de esa índole. “La matanza del 26 de septiembre de los estudiantes de Ayotzinapa, puede tipificarse como un genocidio, porque fue contra un grupo, maestros jóvenes”.

 

Al evento también asistieron los embajadores Aitzaz Ahmed, de Pakistán; Hristo Gudjev, de Bulgaria; Malkhaz Mikeladze, de Georgia, y Jaroslav Blasko, de Eslovaquia.

 

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