Boletín N°. 5796 | América Latina, región más inequitativa del mundo, donde “los más pobres de los pobres son los niños” |
14- 07- 2015.- El reto para los países de América Latina es ser capaces de lograr que los derechos de los infantes se respeten y disminuir aceleradamente la actual brecha de desigualdad, ya que la región “es la más inequitativa del mundo, donde los más pobres de los pobres son los niños”, afirmó Helia Molina, ex titular del Ministerio de Salud de Chile.
Durante el segundo día del foro internacional “Invierte temprano. Aportaciones para el Presupuesto Base Cero” apuntó que ante la escasez de recursos económicos deben enriquecerse los programas ya vigentes para atención de los infantes en sus primeros años de vida, a fin de “lograr más justicia social e involucrar a los ciudadanos en el modelo económico neoliberal y en esa medida reducir impactos negativos en el bienestar de vida”.
Al dictar una conferencia magistral en el marco del evento organizado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, sugirió identificar un valor agregado y evitar la duplicación de estrategias de atención a la niñez para frenar el dispendio y, sobre todo, sumar a las familias, de una manera holística para que hagan suyas las acciones y sean parte activa de todas ellas.
Destacó la importancia del enfoque de género para atender a los niños en esta etapa, con una nueva orientación hacia la familia, debido a la transformación que registra este núcleo que no es perfecto, en el que las mujeres ocupan otros roles al salir a trabajar fuera del hogar y ser el único sostén de los hijos, en muchas ocasiones con un padre que no existe.
“Este universo lleno de diversidad es necesario atenderlo con sus variantes y nuevos retos, y no considerar a la familia como un esquema perfecto porque no existe”, advirtió.
Al reseñar el programa integral implementado en Chile para los niños de 0 a 4 años, precisó que se ha establecido una visión intersectorial, interdisciplinaria y multidimensional, porque “es complejo el reto y requiere creatividad para aterrizar un programa en algo concreto y específico a la realidad de cada región”.
Recomendó priorizar la atención a la mujer, ya que en esa medida se garantiza que los infantes cubran sus necesidades y se reduzcan los rezagos, los cuales aumentan conforme se suman factores de riesgo como la violencia.
“Los niños no pueden esperar, debe actuarse urgentemente para atenderlos y garantizarles el acceso a oportunidades. Debe identificarse la forma de generar una política de Estado capaz de disparar en varios blancos a la vez, ya que atender a la infancia requiere una visión integral, desde el nacimiento hasta la vejez, con un enfoque de curso de vida, porque lo que pasa en una etapa de la vida repercute tardíamente en otra edad”, explicó.
El subdirector técnico de Infancia del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CENSIA), José de Jesús Méndez de Lira, aseguró que se ha reducido la mortalidad infantil de forma importante gracias a la incorporación de los sistemas de vacunación y la puesta en marcha del seguro popular, así también como por el componente del desarrollo integral temprano.
Indicó que México cuenta con un modelo de atención integrada a menores de edad, en la que se da una consulta completa, el tratamiento adecuado, el seguimiento de casos, la detección oportuna de enfermedades, incluyendo el cáncer, la estimulación temprana, la capacitación de la madre, y la prevención de accidentes y violencia en los hogares.
Señaló que con el objetivo de fortalecer y garantizar la salud de niñas y niños se ha capacitado en temas de desarrollo infantil temprano a un millón 547 mil 672 madres y cuidadoras de menores de 5 años.
Dijo que en colaboración con el Hospital Infantil “Federico Gómez” y el programa Prospera, se instruyó a 5 mil 900 psicólogos y personal de salud en el tema de desarrollo infantil, además de que se preparó en materia de evaluación de diagnóstico para nivel de desarrollo mediante la prueba Battelle, a 873 psicólogos y pediatras de 11 entidades, quienes examinaron gratuitamente a 9 mil 500 niños.
Al participar en el panel “Importancia y retorno de las inversiones en salud y protección social para la Primera Infancia”, el director general del programa Prospera de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, Daniel Aceves Villagrán, explicó que el desarrollo infantil es un proceso de cambio en donde las niñas y los niños aprenden a dominar niveles más complejos de movimientos, pensamientos, sentimientos y relaciones con los demás.
Añadió que como parte del componente de detección y atención de problemas que sufre la niñez, se ha capacitado a 32 mil personas en 24 estados, y se han realizado 651 mil pruebas de Evaluación de Desarrollo Infantil “EDI”, de las cuales el 81 por ciento está en el semáforo verde o libre de alteraciones, el 15 por ciento en semáforo amarillo o con alguna alteración y/o deficiencia, y 3 por ciento con rezago.
Además, dijo que en las áreas rurales ha bajado el índice de niños con anemia en un 40 por ciento, mientras que las áreas urbanas el 9.2 por ciento; en el caso de las mujeres lactantes o gestantes, 15.6 por ciento y 30 por ciento, respectivamente.
La coordinadora de Fomento para la Inversión Social de la Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD), Blanca Rico Galindo, quien moderó el panel, consideró que México tardó en comenzar a discutir el Presupuesto Base Cero, principalmente en lo referente al tema de salud infantil.
“Para la primera infancia es importante mencionar que las inversiones deben ir desde la gestación, el cuidado del embarazo y la buena atención del parto. La mortandad infantil es un gran pendiente para nuestro país”, expresó.
No obstante, destacó que el sistema de vacunación universal vigente se ha convertido en un ejemplo y modelo a seguir para otros países a nivel del continente americano. “Es un tema en el que debemos seguir invirtiendo, no puede reducirse en un solo peso”.
Víctor Manuel Villagrán Muñoz, director general adjunto del Seguro Médico Siglo XXI, precisó que la prueba EDI consiste en un tamizaje rápido y sencillo que se aplica en una población aparentemente sana, para así detectar una posible enfermedad, lo que permite establecer el estado de los niños evaluados y poder intervenir y dar la atención, en caso de ser necesario.
Informó que la prueba EDI realizadas a 9 mil 24 niñas y niños, con edades que oscilaban entre los 16 y 59 meses, permitió concluir que el 25 por ciento tendría desarrollo normal, 30 por ciento, con rezago en el desarrollo y hasta un 50 por ciento presentaría un riesgo de retraso en el desarrollo.
“Los resultados arrojaron datos interesantes, como el hecho de que hasta el 24 por ciento observaba un cociente total de desarrollo alterado, lo cual nos da pauta para establecer los lineamientos de lo que debemos realizar en adelante”, señaló.
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